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    ,

    lo

    lit

    REINO DE CRISTO POR LOS CORAZONES DE JESOS

    y

    MARtA

    OXXXVI

    NUMERO 590 - 591

    RC E L ON

    M YO -

    JUNIO

    1

    9

    SUM R IO

    AMOR DEL CORAZON DE JESUS

    EL

    MUNDO ENTERO

    El Papa en Montmartre)

    CORAZON

    DE

    CRISTO

    DE DIOS

    LOS CORAZONES DE

    LOS

    Juan Pablo 11 22-VI79)

    TERESA

    DE

    L1SIEUX

    REDESCUBIERTO

    REALIDAD DEL EVANGELIO

    El

    Papll

    en Lis ieux)

    EL CUARTO CENTENARIO

    APOSTOL

    DE

    LOS NEGROS

    PEDRO CLAVER

    Narciso Torres Riera

    DE SANT

    PERE

    CLAVER

    de Mosn Jacinto Verdaguer

    PASION

    DE PEDRO

    CLAVER

    Fracisco Salv Miquel

    VINO A LOS SUYOS

    Fray Antonio de Lugo

    DE

    SANTA MEMORIA

    EN

    TALUI\IA

    EL

    CARDENAL VIVES

    TUTO

    11

    Luis Creus Vidal

    EL AI\IO BIMILENARIO

    CRISTO Y MARIA

    Juan Manuel

    de

    Igartua. S.

    1.

    SUMA TEOLOGICA

    SUS CONTRASTES

    N LA CIENCIA

    M

    M. Domnech

    l

    CASO GALILEO

    EL

    ATEISMO MODERNO

    Eisa Hoerler

    de Carbonell

    SANTO

    PROPOSITO

    Nota bibliogrfica) M.A.L.S.

    COMUNISMO DENTRO

    LA IGLESIA

    Pedro Mrquez Garca

    CORAZON

    DE JESUS

    TERIO VIVIFICANTE

    NUESTRA FE

    De la Pastoral

    de

    11 de junio

    de 1965

    de

    Monseor Karol

    Wojtyla, Arzobispo de Cracovia)

    Lauria 15, 3.

    10

    Telfono 317 47 33

    Director: Fernando Serrano

    Misas

    El Papa n Montmartre

    1

    Junio

    198

    EL

    AMOR

    DEL

    CORAZON

    DE

    JESUS

    ENVUELVE

    AL

    MUNDO ENTERO

    Qudate con

    nosotros Seor pues

    el

    da

    ya decl ina

    cf.

    Lc 24,

    29 . A los d iscpu los de Emas les arda

    el

    corazn dentro de s despus

    de haber

    odo

    explicar

    en

    el

    camino las maravil las

    del plan

    de salvacin

    revelado

    en

    las

    Escrituras Con

    la

    fraccin

    del

    pan

    termina

    el

    Seor de

    revelrselas, resucitado,

    en

    la pleni tud

    de

    su

    amor

    Estamos en Montmartre en la

    baslica

    del

    Sagrado

    Corazn,

    con-

    sagrada

    a

    la

    contemplacin

    del

    amor de

    Cristo

    presente

    en

    el

    Santsimo

    Sacramento

    Estamos

    en

    la tarde del uno de

    junio

    primer da del

    mes

    especial

    mente

    dedicado a

    la

    meditacin

    a la

    contemplacin

    del amor

    de

    Cristo

    manifestado

    a

    travs

    de su Sagrado Corazn.

    Aqu

    se renen da

    y

    noche

    los

    cristianos

    y

    se

    turnan constantemente

    para

    escrutar las

    insondables riquezas de

    Cristo cf.

    Ef

    3, 8-19 .

    Aqu venimos

    al encuentro

    del

    Corazn

    traspasado por nosotros

    de l que

    brotaron

    el agua

    y

    la sangre Es el

    amor

    redentor

    el

    origen de

    la

    salvacin,

    de nuestra

    salvacin, el

    origen de

    la

    Iglesia.

    Aqu venimos a

    contemplar

    el

    amor del Seor

    Jess: su bondad

    com-

    pasiva

    para

    con todos

    durante su

    vida terrena;

    su amor

    de predileccin

    por

    los

    pequeos, los

    enfermos

    los afligidos. Contemplemos

    su

    Corazn

    que arde

    de

    amor

    hacia su Padre

    en la

    plenitud

    del

    Espritu

    Santo

    Con

    templemos su amor

    infinito,

    el

    del

    Hijo eterno que nos conduce

    hasta

    el

    misterio

    mismo de

    Dios.

    Cristo vivo nos sigue amando

    todava ahora

    hoy, y

    nos

    presenta

    su corazn

    como

    la

    fuente de

    nuestra

    redencin:

    Semper

    vivens

    ad in

    terpellandum

    pro nobis Heb 7, 25 . En

    todo momento nos

    envuelve,

    h

    nosotros

    y

    al mundo

    entero

    el

    amor de

    este

    corazn

    que

    tanto

    ha

    amado a

    los hombres

    y

    que

    es

    tan poco correspondido por

    ellos.

    Vivo, dice

    San

    Pablo,

    en la

    fe del

    Hijo de

    Dios,

    que

    me am

    y

    se

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    114

    Nuestros

    pecados

    nos

    implican

    en los

    sufrimientos del Seor

    Nuestra consagraclon

    como

    respuesta

    al amor.

    El

    amor

    misericordioso

    de Cristo se manifiesta

    en su Sagrado

    Corazn

    Sentido de

    la

    adoracin

    perpetua

    La revelacin

    del

    Amor,

    del Evangelio de

    S. Juan a Paray-Ie-Monial

    entreg por m Gl 2, 20 . La meditacin del amor del Seor

    pasa

    ne

    cesariamente por la meditacin de su

    pasin:

    se

    entreg por

    m. Esto

    implica que cada uno

    tome

    conciencia no slo del pecado del mundo

    en

    general, sino de este

    pecado

    por

    el que cada

    uno

    est realmente

    impli

    cado, de forma negativa, en los

    sufrimientos

    del Seor.

    Esta

    meditacin del

    amor manifestado en la

    pasin

    debe

    conducir

    nos

    tambin

    a vivir de acuerdo con las exigencias

    del

    bautismo

    con

    esta

    purificacin de nuestro se r median te el agua brotada del corazn de

    Cris to; a vivir de acuerdo con la

    llamada

    que, por su gracia, nos dirige

    cada

    da. Que

    ahora E l nos conceda

    vigilar y

    orar para no caer

    en

    la

    tentacin. Que

    nos

    conceda entrar espiritualmente en su misterio; tener

    nosotros como dice San Pablo, los sentimientos de Cristo Jess... que

    se hizo

    obediente

    hasta

    la

    muerte Flp 2, 5-S .

    As somos l lamados a

    responder

    plenamente a su

    amor

    a

    consa

    grarle nuestras

    actividades,

    nuestro apostolado

    toda

    nuestra

    vida.

    No

    estamos

    llamados slo a meditar y a

    contemplar

    este misterio

    del

    amor de

    Cristo;

    estamos l lamados

    a

    participar

    en l. Es

    el

    mis

    terio

    de

    la Sagrada

    Eucarista

    centro

    de nuestra

    fe,

    centro

    del

    culto

    que rendimos al

    amor

    misericordioso de Cristo manestado en su Sa

    grado

    Corazn, misterio

    adorado da

    y noche

    aqu en este baslica que

    de

    esta manera se

    convierte

    en uno de

    esos

    centros de

    donde el

    amor

    y

    la

    gracia

    del Seor

    irradian

    misteriosa

    pero

    realmente sobre

    vuestra

    ciudad sobre vuestro pas y sobre todo el

    mundo

    redimido.

    En

    la

    Sagrada Eucarista

    celebramos la presencia siempre nueva y

    activa del nico sacrificio de la cruz, en el que la redencin se

    hace

    acon

    tecimiento eternamente presente indisolublemente ligado

    a

    la interce

    sin

    misma

    del Salvador.

    En la

    Sagrada Eucarista

    comulgamos con

    el mismo

    Cristo, nico

    sacerdote y

    nica

    hostia que nos

    arrastra

    en el movimiento de su

    ofrenda

    y de

    su adoracin

    El que

    es la

    fuente

    de toda

    gracia.

    En la Sagrada

    Eucarista

    s es tambin el sen tido de

    la

    adora

    cin

    perpetua- ent ramos en este movimiento

    del amor de

    donde

    fluye

    todo

    progreso interior y toda eficacia apostl ica: Cuando fuere levan

    tado de la

    tierra

    atraer todos

    a m

    Jn

    12, 32 .

    Queridos

    hermanos

    y

    hermanas:

    Siento una gran alegra

    al

    poder

    terminar esta

    jornada

    en es te santuario de

    la

    oracin

    eucarstica, en me

    dio de vosotros, reunidos por el amor

    hacia

    el divino Corazn. Rezadle.

    Vivid de

    este mensaje

    que, del Evangelio

    de San

    Juan a Paray-Ie-Monial,

    nos

    llama

    a entrar en su misterio. Que saquemos

    todos con

    gozo

    el

    agua

    de las fuentes de la

    salvacin

    I s 2

    3 ,

    las que manan del amor del

    Se

    or muerto

    y resucitado por nosotros.

    A

    El encomiendo tambin

    esta tarde

    vuestro pas

    y todas vuestras

    intenciones apostlicas. Os bendigo

    de todo

    corazn.

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    L FIEST DEL

    OR ZON

    DE l SUS

    TU LID D

    S I E M P R ~

    VIV

    ngelus

    del

    Papa

    tras

    la fiesta

    del

    Sagrado

    orazn

    Te

    he

    amado

    con

    amor eterno Jer. 31,3 . Estas

    palabras mara

    vil losas de

    la

    Sagrada Escritura vienen a

    la mente cuando la

    Iglesia

    se recoge

    cerca

    del Corazn de Jess, meditando sus mister ios . Tal devo-

    to

    recogimiento abraza

    todo

    el

    mes

    de

    junio pero

    tiene su

    culminacin

    en

    la

    solemnidad del Sagrado

    Corazn,

    celebrada

    el viernes pasado.

    Hoy

    en nuestra comn

    oracin

    del Angelus,

    resuena

    todava fervoroso el eco

    de

    aquella

    solemnidad

    que, en

    la

    vida de

    la

    Iglesia,

    tiene

    una secular

    tradicin

    y una

    actualidad siempre

    viva. Cada uno

    de nosotros

    reflexiona

    sobre

    lo que le

    aproxima

    a

    aquel

    Corazn

    que

    tanto ha

    amado

    a los

    hombres

    l

    escuchar la bblica

    afirmacin

    cierta

    del

    amor eterno

    del

    Seor

    revelado en el Corazn de Dios

    Hombre llamando a cada uno a s,

    aparecen principalmente

    ante

    mis ojos

    los

    sonrientes

    nios, muchachos

    y muchachas,

    venidos

    el domingo

    pasado tan

    numerosos

    al encuentro

    de

    Jesucristo aqu

    en

    esta

    plaza. Pocos das

    ha

    se acercaron por primera

    vez a

    la Santa

    Comunin

    y

    continan gustando

    la

    solemne

    atmsfera de

    aquel

    da,

    la cual se

    manifiesta h ast a en su vestido.

    El

    Seor Jess los

    ha acercado fuertemente

    a s y los ha

    atrado

    a su Corazn. Que

    no

    se

    alejen jams de El.

    Guarden siempre

    el vivo

    recuerdo de la

    primera

    comunin

    y

    la

    amistad cordial

    con

    su amigo divino. Conserven

    durante

    todo

    su

    caminar

    vlido y

    amoroso sostn en aque l

    Corazn que no en-

    gaa jams

    Y

    hoy nuevamente las palabras de amor eterno con que Dios ha

    amado al hombre a trayndolo al

    Corazn de

    su Hijo

    Unignito,

    encon-

    trarn expresin altamente significativa en otro

    acontecimiento

    impor-

    tante para

    el

    cual se prepara la venerada bas l ica

    de San Pedro: cua-

    renta y cinco

    diconos recibirn

    por mi

    ministerio

    la

    ordenacin

    sacer-

    dotal.

    Pensando

    en

    cada

    uno de ellos y reflexionando

    acerca

    del

    sacra-

    mento del sacerdocio, que va a series conferido, elevo mi plegaria al

    Eterno Sacerdote de nuestras

    almas,

    para

    que

    cada uno de

    estos

    jvenes

    presbteros halle y

    profundice de

    un

    modo

    perfecto

    el vnculo

    con

    el

    cual hace t iempo est unido

    al Corazn de Cristo.

    Efectivamente, la vocacin sacerdotal no

    es

    otra

    cosa que

    el descu-

    brimiento

    del

    amor eterno

    que

    atrae

    y llama; que

    puede llenar

    de gozo

    exhaustivo el

    corazn

    del elegido,

    abrindolo

    a

    su

    tiempo

    a

    todos lo s her

    manos

    y

    hermanas que la

    Providencia pondr

    en

    el

    camino

    de

    su

    mi-

    nisterio

    pastoral Descubra

    cada ordenado

    an

    ms plenamente

    un ta l

    dulcs imo lazo y

    reafrmese

    vigorosamente

    en

    l. Crezcan

    cada

    vez ms

    en

    nmero aquellos a quienes el Amor Eterno se revela en su propio

    corazn

    como

    el ms grande; aquellos que

    sienten

    la

    llamada

    al

    servicio

    sacerdotal

    y

    la s iguen

    sin volverse

    atrs

    Recitando el Angelus, invoquemos

    hoya

    la

    Madre

    del

    Eterno Sacer-

    dote

    por esta gran

    intencin

    eclesial, y

    encomendemos

    a

    la

    vez a

    la

    Vir-

    gen

    Mara

    a

    todos

    los nuevos sacerdotes del

    mundo entero que

    reciban

    la

    ordenacin este

    ao.

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    orazn de risto

    revelacin de ios

    los corazones

    de

    los hombres

    JUAN PABLO

    II

    22-VI-79

    Pasado

    maana

    el

    viernes prximo,

    la liturgia

    de la Iglesia se concentra en

    una adoracin

    y

    un

    amor particular

    entorno al misterio del Corazn

    de Cristo Deseamos

    ya

    hoy, anticipando este da,

    dirigir con vosotros la mirada de

    nuestro

    corazn

    sobre

    el

    misterio de aquel

    Corazn.

    El me ha

    hablado al fin de mi edad juvenil . Todos los aos

    uelvo de nuevo a este misterio en el rito litr

    gico del tiempo de la Iglesia.

    noto que el mes de junio est particular

    ente dedicado

    al

    Corazn Divino, al Sagrado

    orazn de Jess. A El manifestamos nuestro

    y

    nuestra adoracin

    mediante las letanas

    e

    hablan

    con

    una

    particular profundidad de su

    teolgico

    en cada una

    de

    las

    invoca

    IGLESIA COMUNIDAD

    E CORAZONES HUMANOS

    Deseo por eso, al menos brevemente,

    cerrarme

    con vosotros

    ante este

    Corazn, al que se

    la Iglesia como comunidad de corazones

    Deseo por lo menos brevemente

    hablar

    este misterio

    t n

    humano

    en

    el cual con tanta

    y

    al m smo tiempo profundidad

    y

    fuerza

    e ha revelado Dios

    Hoy

    dejamos

    hablar

    los textos de

    la

    liturgia

    l viernes empezando por la

    lectura

    del Evan

    lio segn San Juan. El Evangelista refiere

    un

    con la precisin del testigo ocular.

    Era el da de la Paresceve y los Judos,

    para

    e los cuerpos no permanecieran en la cruz du

    el sbado e ra adems aquel sbado

    un

    da

    dijeron

    a

    Pilatos que

    les

    fueran

    que

    las piernas y as se dispuso. Fueron, pues,

    s soldados y quebraron las piernas del primero

    y despus del otro que

    fueron

    crucificados junto

    con Jess. Vinieron despus a Jess, pero al ver

    que

    ya

    estaba

    muerto

    no

    le

    quebraron

    las pier

    nas sino

    que

    uno de los soldados le atraves el

    costado con la lanza y en seguida brot sangre

    agua

    n 9

    31-34 .

    LA IGLESIA Y LA HUMANIDAD

    MIRAN AL

    QUE

    TRASPASARON

    Ni siquiera una palabra sobre el corazn.

    El Evangelista

    habla solamente

    del lanzazo

    al

    costado, del que sali sangre yagua. El lenguaje

    de

    la

    descripcin es casi mdico, anatmico. La

    lanza

    del soldado

    ha

    golpeado ciertamente

    el co

    razn,

    para

    verificar si el Condenado

    estaba

    ya

    muerto. Este corazn s t corazn humano ha

    dejado de trabajar de lat ir . Jess ha dejado de

    vivir.

    Al

    mismo tiempo, pero esta

    anatmica

    aper

    tura del Corazn de Cristo despus de muerto

    n o obstante

    toda la

    aspereza histrica del

    texto

    nos

    empuja a

    pensar tambin

    a nivel de

    metfora. El corazn no es solamente

    un

    rgano

    que

    condiciona

    la

    vitalidad biolgica del hombre.

    El

    corazn es

    un

    smbolo.

    Habla de todo el hom-

    bre interior

    Habla

    de lo

    ntimo

    espiritual del

    hombre. Y la tradicin

    en

    seguida ha dado este

    sent ido a

    la

    descripcin de San Juan. Por lo de

    ms

    en

    cierto sentido, el Evangelista

    ha

    dado

    este mismo impulso

    cuando

    refir indose a la ates

    tacin de test igo ocular

    que

    era l mismo se re

    fiere

    tambin

    a la

    frase

    de la

    Sagrada Escritura:

    Volvieron la mirada a Aquel a quien traspa

    saron Jn. 9 37; Zac., 12, 10 .

    As,

    en

    realidad,

    mira

    la Iglesia, as

    mira la

    humanidad.

    He

    aqu

    el

    Traspasado po r

    la lanza

    del soldado, todas las generaciones de los cristia-

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    6/40

    118

    nos

    han aprendido

    y

    aprenden

    a

    leer el

    misterio

    del

    Corazn

    del

    Hombre

    Crucificado

    que

    era

    el

    Hijo de

    Dios.

    SAN PABLO DISCIPULO DEL CORAZON

    DE CRISTO

    Diversa

    es la

    medida

    del conocimiento

    de este

    misterio durante

    el

    transcurso

    de los siglos.

    El

    Corazn de Cristo ha

    tenido muchos

    discpulos y

    discpulas . Uno de los protagonistas en

    este cam

    po fue ciertamente Pablo

    de Tarso,

    convertido

    de

    perseguidor en

    Apstol.

    Tambin

    l

    nos habla en

    la l itrgica

    del viernes

    prximo con las palabras

    de

    la

    carta a los Efesios Habla

    como

    el

    hombre

    que ha recibido una

    gran

    gracia, porque a l se

    le

    ha concedido anunciar

    a los gentiles las inex

    crutables

    r iquezas de Cris to, y

    hacer resplandecer

    a los ojos de

    todos

    cual es su

    mandato

    de dar a

    conocer

    el

    misterio

    escondido desde siglos en

    la

    mente de Dios, Creador del universo Ef. 3, 8-9 .

    Cual

    es

    la

    riqueza de Cristo y al

    mismo

    t iempo cual

    es el eterno designio de salvacin

    de Dios, dirigido

    por

    el Espritu Santo al hom

    bre

    interior

    a fin de que

    as

    el Cristo habita por

    la

    fe

    en nuestro

    corazn Ef.

    3

    16-17 . Y

    cuando

    Cristo,

    por

    la fuerza del Espritu

    Santo

    habitar

    por la

    fe

    en nuestros

    corazones

    humanos

    enton

    ces tendremos aptitud para comprender

    con

    nuestro espritu humano

    o

    sea con nuestro

    co

    razn cules

    son

    la amplitud la largueza,

    la

    alteza y

    la profundidad

    y conocer

    el

    amor de

    Cristo que

    sobrepasa

    todo conocimiento... Ef. 3,

    18-19 .

    EL CORAZON DIVINO

    ABIERTO PARA TODO CORAZON HUMANO

    Para tal conocimiento

    hecho

    con

    el

    corazn,

    con

    t

    corazn humano ha sido abierto, al fin

    de

    la

    vida terrenal, el Corazn Divino del Conde

    nado

    y Crucificado

    en el

    Calvario.

    Diversa

    es la medida de este conocimiento por

    parte de los corazones

    humanos.

    Ante

    la fuerza

    de

    la

    palabra

    de Pablo, cada uno de nosotros in

    terrguese

    a s

    mismo sobre la medida

    del propio

    corazn, . ..Ante l

    aseguremos

    nuestro corazn,

    y

    cua lquiera cosa que

    en l

    nos reprochemos.

    Dios es ms grande que nuest ro

    corazn

    y cono

    ce todas las cosas 1

    Jn. 3

    19-20 .

    El

    Corazn

    del Hombre-Dios no

    juzga

    los corazones

    humanos.

    El

    Corazn

    de Jess los llama. El Corazn de Je-

    ss

    los invita. A

    este

    fin ha

    sido

    abie rto con

    la lanza

    del soldado.

    El

    misterio

    del corazn

    se abre

    a travs

    de

    la

    herida

    del cuerpo; se abre el gran misterio

    de la

    piedad, se abre la vscera de misericordia de nues

    tro

    Dios.

    San Bernardo Sermn

    LXI, 4; PL, 183,

    1072 .

    Cristo

    habla

    en

    la liturgia

    del viernes: Apren

    ded de M que soy yo manso y humilde del cora

    zn Mt. 11, 29 .

    REY DE

    LOS CORAZONES

    POR

    LA

    MANSEDUMBRE Y HUMILDAD

    Tal vez una sola vez con palabras suyas, el

    Seor Jess se

    ha

    referido

    a

    su propio

    corazn.

    ha

    puesto

    en evidencia

    este

    nico rasgo: man-

    sedumbre

    y

    humildad

    como

    si quisiese

    indicar

    que por este solo

    camino

    quiere conquistar al

    hombre que mediante la mansedumbre

    la

    hu

    mildad

    quiere

    se r

    el Rey

    de

    los corazones. Todo

    el

    misterio de

    Su

    reinado se expresa en estas

    palabras.

    La mansedumbre y la humildad com

    prenden

    en

    cierto sentido

    toda

    la

    riqueza del

    Corazn del Redentor, del que ha

    escrito

    San Pa

    blo

    a los efesios.

    Pero tambin aquel la

    manse

    dumbre y humildad lo revela plenamente; me

    jor

    nos

    permite

    conocerlo y aceptarlo; lo hacen

    objeto de

    admiracin

    suprema.

    La

    hermosa letana

    del

    Sagrado Corazn

    de

    Jess

    compuesta de muy parecidas palabras de

    las exclamaciones de

    admiracin por

    la

    riqueza

    del Corazn de Cristo.

    Meditmosla con

    atencin

    en este

    da.

    DEL

    CORAZON QUE IRRADIA LA VIDA DE

    LA

    IGLESIA

    As,

    al

    fin de este

    fundamental

    ciclo

    litrgico

    de la Iglesia que se inicia con la primera domi

    nica

    de Adviento, y

    pasando por

    el tiempo

    de

    Navidad,

    por

    la

    Cuaresma,

    de la Resurreccin

    has

    ta

    Pentecosts, a

    la

    Dominica de la

    Santsima

    Tri

    nidad y

    al

    Cuerpo del

    Seor se

    presenta discre

    tamente

    la fiesta del Corazn Divino,

    del Sagrado

    Corazn de Jess .

    Todo

    este ciclo se cierra defi

    nitivamente

    en El:

    en

    el Corazn

    del

    Dios-Hombre.

    De

    El

    tambin durante

    todo e l

    ao irradia la

    vida

    de la Iglesia.

    Este Corazn es fuente de vida

    de santidad

    22

    de

    junio

    de

    1979

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    7/40

    L N L S UX

    nt eres

    de

    isieux

    h

    redescubierto

    l re lid d del

    v n ~ e l j o

    EL CAMINITO INSPIRADO POR EL ESPIRITU DE DIOS

    Me siento gozoso de

    que me haya

    sido posi

    le venir

    a Lisieux

    con

    ocasin

    de mi

    viaje a

    Esto

    y

    aqu

    como peregrino

    con

    todos

    sotros, queridos Hermanos y

    Hermanas que

    venido

    tambin

    de

    distintas

    regiones de

    junto

    a

    aquella

    que

    tanto amamos

    Te

    si ta cuyo

    camino hacia

    l a san tidad est

    es

    chamente vinculado

    al Carmelo de Lisieux.

    las

    personas versadas en la

    ascesis y

    la

    ms

    ica, y aquellos

    que aman

    a los

    Santos

    han

    con-

    trado

    la

    costumbre

    de

    llamar

    a

    este camino de

    Sor Teresa

    del

    Nio

    Jess, el caminito , que,

    fuera de

    toda duda

    es

    el

    Espritu

    de

    Dios

    quien

    lo ha

    inspirado

    y lo ha hecho

    con

    la

    misma

    ge

    nerosidad de aquella por la que

    gui en otro

    tiempo

    a

    su Patrona la

    gran

    Teresa de

    Avila y

    por la que

    ha

    guiado

    contina

    guiando- a

    tantos

    otros

    santos

    en

    su

    Iglesia . Gloria le

    sea

    dada eternamente

    LOS SANTOS TESTIGOS DEL MUNDO FUTURO

    La Iglesia se goza

    en esta

    maravillosa riqueza

    dones

    espirituales tan

    esplndidos

    y

    variados

    lo son

    todas las

    obras

    de

    Dios

    en el

    uni

    erso visible e invisible.

    Cada uno

    de ellos re

    el

    misterio interior

    del

    hombre que

    corres

    a las

    necesidades

    de

    los

    tiempos en la

    de

    la

    Iglesia y de la

    humanidad. Es

    pre

    so decirlo

    de Santa Teresa de

    Lisieux que, has

    una poca

    reciente, fue

    en

    efecto

    nuestra san

    contempornea. Es as

    como

    yo

    la

    veo per

    nalmente en

    el cuadro

    de mi

    vida.

    Pero

    es

    iempre la

    santa

    contempornea?

    No ha de

    de serlo para la

    generacin

    que

    llega actual

    a la

    madurez en

    la Iglesia? Es preciso

    a los hombres de esta generacin.

    e

    me sea sin embargo permit ido notar que

    los

    santos no

    envejecen

    prcticamente jams

    que jams caen en la

    prescripcin.

    Quedan

    perpetuamente como

    testigos de

    la

    juventud

    de

    la

    Iglesia No vienen a

    se r nunca personajes

    del

    pasado,

    hombres

    y

    mujeres de

    ayer. Por el

    contrario son s iempre

    los

    hombres

    y las muje

    res

    del maana , los

    hombres

    del

    avenir

    evan

    glico, del hombre de

    la

    Iglesia, los testigos

    del

    mundo

    futuro.

    En

    efecto,

    todos

    aquellos a quienes

    anima el

    Espritu

    de

    Dios,

    son hijos

    de Dios.

    Ahora

    bien,

    vosotros

    no

    habis

    recibido

    un espritu

    de es

    clavos

    para caer en

    el

    temor;

    vosotros habis

    recibido

    espritu

    de hijos adoptivos

    que

    nos hace

    clamar

    Abba Padre Rom. 8, 14-15).

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    8/40

    120

    L

    VERDAD MAS FUNDAMENTAL DEL EVANGELIO:

    SOMOS HIJOS

    DE

    DIOS

    Tal vez sera difcil

    encontrar

    palabras sint-

    ticas y al mismo

    tiempo

    ms emotivas,

    para

    ca-

    racterizar

    el

    carisma particular

    de

    Teresa

    Mar-

    tn,

    es

    decir, lo que constituye el

    don

    completa-

    mente

    especial de

    su

    corazn, y que ha venido

    a ser por su corazn un don particular para la

    Iglesia. El don maravilloso de la sencillez, uni-

    versal y al mismo t iempo nico. e Teresa de

    Lisieux se puede decir con conviccin que el

    Espritu de Dios

    ha

    permitido a

    su corazn

    el

    revelar

    direc tamente , a los

    hombres

    de nuestro

    tiempo el misterio fundamental

    la

    realidad del

    Evangelio: el hecho de haber recibido

    realmente

    un

    espritu

    de hijos adoptivos

    que

    nos hace

    clamar

    Abba Padre

    >

    Su

    caminito es el ca-

    mino de

    la

    santa infancia. En este camino hay

    algo nico:

    el

    genio de

    Santa

    Teresa

    de Lisieux.

    y hayal mismo tiempo

    la

    confirmacin

    y la re-

    novacin

    de la

    verdad

    ms fundamental y la

    ms universal Qu verdad del mensaje evang-

    lico

    es

    en efecto ms fundamental y ms univer-

    sal

    que

    sta: Dios es nuest ro Padre y

    nosotros

    somos sus hijos?

    Esta

    verdad

    es lo ms

    universal

    que pueda

    ser, esta realidad ha sido igualmente relucIda

    de nuevo

    con la

    fe,

    la esperanza

    y el

    amor

    de

    Teresa de Lisieux. Ella ha sido en cierto sentido

    quien ha redescubierto con

    la

    experiencia inte-

    rior de su

    corazn

    y la forma que

    tom

    toda

    su

    vida

    de

    solamente veinticuatro

    aos. Cuando

    ella

    muri

    aqu en el Carmelo, vctima de la

    tuberculosis

    cuyos bacilos llevaba desde largo

    tiempo, era

    casi

    una nia. Ha

    dejado el

    recuerdo

    de la

    nia

    de la Santa Infancia. Y

    toda

    su espi-

    ritualidad

    ha confirmado de nuevo la verdad de

    las

    palabras del Apstol: Ahora bien, vosotros

    habis

    recibido

    un espritu de

    hijos

    adopti-

    vos... S,

    Teresa

    fue nia. Fue

    nia confiando

    hasta el

    herosmo

    y por consiguiente libre

    hasta

    el herosmo

    Pero es precisamente porque lo fue

    hasta

    el

    herosmo

    que conoci el sabor interior

    y

    tambin el

    precio interior de esta

    confianza

    que

    impide recaer en el temor; de esta con-

    fianza que, hasta en las

    obscuridades

    y los sufri-

    mientos

    ms

    profundos

    del alma, permite cla-

    mar

    Abba Padre

    L CONFIANZA FILIAL; COMUNION CON LOS SUFRIMIENTOS

    DE CRISTO

    S, ella ha conocido este

    sabor

    a este precio.

    Para quien lee atentamente

    la

    Historia de una

    alma es evidente

    que es te

    sabor de la confianza

    filial proviene como el perfume de las rosas del

    tallo que lleva tambin las espinas. Si en efecto

    somos

    hijos, somos pues herederos de Dios

    y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos

    con El para

    se r tambin

    glorificados con El Ro-

    manos 8,17). Es por esto

    precisamente

    que la

    confianza filial de Teresita, Santa Teresita del

    Nio Jess y

    adems

    de

    la

    Santa Faz, es he-

    roica

    porque

    proviene

    de

    la

    ferviente

    comunin

    con

    los

    sufrimientos de

    Cristo.

    y cuando veo

    ante

    m esos enfermos y des-

    validos,

    pienso que

    estn asociados tambin como

    Teresa

    de

    Lisieux, a

    la Pasin

    de Cristo, y que

    gracias a su fe en el

    amor de

    Dios, grac ias a

    su

    propio amor su ofrenda espiritual obtiene mis-

    teriosamente

    para

    la Iglesia, para

    todos

    los otros

    miembros

    del

    Cuerpo mstico de Cristo un com-

    plemento de vigor. Que no olviden jams esta

    bella

    frase

    de Santa Teresa de Lisieux:

    En el

    corazn de la Iglesia, mi Madre, yo ser el amor.

    Yo pido a Dios que d a cada uno de esos amigos

    sufrientes, a los

    que amo con

    un

    afecto especial,

    el aliento y la esperanza.

    L

    VOCACION DE

    SER

    COMO NIO

    ARRANCA DEL AMOR ETERNO DEL PADRE

    Tener confianza en Dios como Teresa de Li-

    sieux quiere decir segui r el caminito, donde

    nos gua el Espritu de Dios:

    que

    gua

    siempre

    hacia

    la grandeza de

    la que

    participan los

    hijos

    y las

    hijas de

    adopcin divina. Ya desde

    mno

    como

    nio

    de

    doce aos, el Hijo de Dios declar

    su vocacin, se haba de ocupar en las cosas de

    su

    Padre cf Luc. 2,49).

    Ser como un

    nio, quiere

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    9/40

    ecir

    ent ra r en

    el

    centro

    mismo de la

    ms

    grande

    que

    penetra el

    corazn del hombre.

    Esto

    saba perfectamente Teresa.

    Esta

    misin arran-

    del

    amor

    eterno del Padre:

    El

    Hijo de Dios

    121

    como

    hombre de una manera visible e histri

    ca, y el Espritu Santo de aspecto invisible y

    carismtico,

    la

    cumplen en l a h is tor ia

    de

    la

    humanidad.

    LA PEQUEEZ DEL NIO

    Y LA GRANDEZA

    DE

    LA VOCACION MISIONERA

    Cuando

    al momento

    de

    dejar este mundo

    dijo a los Apstoles: Id por

    todo

    el

    mun-

    y

    ensead

    el

    Evangelio

    a toda

    criatura

    Mc.

    ,15), les injerta

    por la

    fuerza

    de

    su

    misterio

    scual en

    la

    gran corriente

    de

    la

    Misin eterna.

    partir

    de este

    momento

    El les

    deja para

    ir

    el Padre y empieza al mismo

    tiempo

    a ve

    ir de

    nuevo

    en la potencia

    del

    Espritu

    Santo

    e

    el

    Padre enva en su nombre. Ms profunda-

    que todas

    las

    verdades sobre la Iglesia,

    verdad

    ha sido

    puesta de relieve en la con

    iencia de

    nuestra

    generacin

    por

    el Concilio

    Gracias

    a ella todos hemos com

    mejor

    que la Iglesia

    est

    constantemen

    en estado de misin lo que quiere decir, de

    echo, que

    toda

    la Iglesia es misionera. Y noso

    ros hemos igualmente comprendido

    mejor

    este

    particular

    de l corazn de Tere sa de Li

    la que a travs del caminito ha sido lla

    a

    participar

    tan

    plena como fructuosamen

    te

    en la ms elevada de las mISIOnes. Es justa-

    men te est a pequeez que ella amaba tanto

    la

    pequeez del nio, que le

    ha

    mostrado amplia

    mente en toda

    su

    grandeza la misin divina de

    sa lvacin, que es la misin incesante de la Igle

    sia.

    Aqu, en

    su

    Carmelo, en la clausura del con

    vento de

    Lisieux,

    Teresa

    se

    senta especialmente

    unida a todas las misiones y a todos los misio

    neros de la Iglesia

    en

    el mundo entero. Se senta

    ella misma misionera presente por la fuerza y

    la gracia especiales del Espritu de amor

    en

    to

    dos los lugares de misin, junto a todos los mi

    sioneros, hombres y mujeres del mundo.

    Ella

    ha

    sido proclamada

    por

    la Iglesia

    Patrona

    de

    las Misiones como

    San

    Francisco Javier que viai

    incansablemente en el Extremo Oriente; si, e lla ,

    la pequea Teresa de Lisieux, enferma

    en

    el

    claustro carmelitano aparentemente separada de l

    mundo.

    INVOCACION DEL PAPA A SANTA TERESA DE LISIEUX

    Me siento gozoso de poder estar

    aqu

    poco

    tiempo despus de

    mi visi ta al continente

    afri

    ano, y

    ante esta

    admirable

    misionera,

    rendir

    Padre de la

    verdad

    y del amor eternos todo

    que

    por

    el

    poder

    del Hijo y del

    Espritu

    es ya fruto del

    trabajo

    misionero de la

    entre

    los

    hombres

    y los

    pueblos

    del con

    negro. Querra al mismo tiempo si pue

    o expresarme as,

    hacer

    que

    Teresa de

    Lisieux

    prestase

    la

    vista perspicaz de su fe,

    su

    sen

    illez y su confianza en una plaabra

    la

    peque

    juvenil de su corazn para proclamar

    ante

    la Iglesia

    cun

    abundante es la mies,

    para

    como el la, al Dueo de la mies que enve

    n generos idad ms grande todava obreros

    cosecharla. Cf. Mateo 9, 37-38). Que los

    a

    pesar

    de todos los obstculos y todas

    las dificultades que encuentre en el

    corazn

    del

    hombre

    en

    la historia del

    hombre.

    En

    Africa he pensado

    con

    frecuencia: qu

    fe, qu energa espiritual

    tenan

    pues esos mi

    s ioneros del ltimo siglo y la p rimera

    mitad

    de

    ste, y todos esos institutos misioneros que fun

    daron

    para

    partir sin

    dudar

    hacia

    ese

    pas

    en

    tonces desconocido, con el solo fin de

    da r

    a co

    nocer el Evangelio, de hacer nacer la Iglesia

    Ellos vean con razn que era esto.

    una

    obra

    indispensable para su salvacin. Sin su audacia

    sin su santidad las iglesias locales de las que

    venimos de celebrar el centenario y que

    estn

    desde ahora guiadas especialmente por obispos

    africanos no

    habran

    jams existido. Queridos

    hermanos y hermanas no perdamos este im

    pulso

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

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    122

    EL ESPIRITU

    MISIONERO IRRADIACION

    DE

    SANTIDAD

    Yo

    saludo en

    vosotros a los antiguos obispos

    misioneros testigos

    del

    celo de

    que

    hablo. Fran

    cia

    tiene todava

    muchos

    misioneros

    en

    el

    mundo

    sacerdotes religiosos religiosas y seglares y cier

    tos ins ti tu tos

    estn

    abiertos

    a la misin. Veo

    aqu

    a

    los miembros

    de las Misiones

    Extranjeras

    de

    Pars

    y evoco al

    bienaventurado

    Thophane

    Vnard cuyo

    martirio

    en Extremo Oriente fue

    una luz y

    una

    l lamada para Teresa. Pienso tam

    bin en

    todos

    los

    sacerdotes franceses que con

    sagran por

    lo

    menos

    algunos aos al servicio de

    las jvenes Iglesias encuadrados en Fidei do-

    num.

    Hoy se comprende

    mejor la necesidad

    de

    un

    intercambio fraternal

    entre las

    jvenes

    y

    las viejas Iglesias

    en

    beneficio de

    ambas. S

    por

    ejemplo

    que las Obras Pontificales Misioneras

    vinculadas

    con

    la Comisin

    Episcopal

    de las Mi

    siones al exterior no miran

    solamente

    a susci

    ta r la

    entrada

    material

    sino a formar el esp

    ritu misional de los

    cristianos

    de Francia me

    alegro de ello. Este impulso

    misionero

    no puede

    surgir

    y dar

    sus f rutos

    ms

    que

    a partir de una

    gran vitalidad

    espiritual de

    la

    irradiacin

    de la

    santidad.

    BELLEZA

    DE

    SANTIDAD

    DE

    SANTA TERESA

    IMPULSA

    ACTIVIDAD MISIONERA

    Lo bello

    existe

    a

    fin

    de

    que nos encante para

    el t rabajo

    ha escrito Cyprian Norwid

    uno

    de

    los ms

    grandes poetas

    y

    pensadores

    que ha

    dado

    la

    tierra polaca y que ha recibido conserva

    en el

    cementerio

    de Montmorency

    la

    tierra

    francesa .. .

    Demos

    gracias

    al

    Padre

    al Hijo y al Espritu

    Santo por Santa Teresa

    de

    Lisieux. Demos gra

    cias

    por

    la

    belleza

    profunda

    sencilla y

    pura

    que

    se ha manifes tado por

    ella a

    la

    Iglesia y al mun

    do o Esta belleza encanta. Y Teresa de Lisieux

    tiene

    un

    don particular para encantar por la be

    lleza de su

    alma.

    Pero como

    todos

    sabemos

    esta

    belleza

    fue

    difci l y creci

    en

    el sufrimiento

    por

    eso

    no

    deja de alegrarnos

    con su encanto

    los

    ojos

    de nuestra alma.

    En

    Ella encanta pues esta belleza

    esta

    flor

    de

    la santidad que ha crecido bajo este

    sol; su

    encanto no

    cesa de estimular

    nuestros corazones

    a trabajar: lo bel lo existe

    para

    que nos encante

    para trabajar. Para

    el

    trabajo ms importante

    en

    el

    cual

    el

    hombre aprende

    a

    fondo

    el

    misterio

    de su humanidad. Descubre en s mismo

    lo

    que

    significa haber recibido un

    espritu

    de

    hijo

    adop-

    tivo

    radicalmente

    dis tinto de

    un

    espritu

    de

    esclavo y empieza a

    exclamar

    con

    todo

    su ser:

    Abba Padre

    IGLESIA HA REENCONTRADO SENCILLEZ QUE M N

    DEL CORAZON

    DE

    CRISTO

    Por

    los frutos de ese magn fico trabajo inte

    rior se

    construye la

    Iglesia el Reino de Dios so

    bre la tierra en esa sustancia la ms profunda

    y la ms espiritual. Este

    grito

    Abba Padre

    que

    resuena

    en todos los continentes de

    nuestro

    pla

    neta lleg por su

    eco

    a la silenciosa

    clausura

    carmelitana

    de

    Lisieux vivificando siempre de

    nuevo el

    recuerdo

    de Teresita la que po r su bre

    ve vida

    tan

    escondida

    tan

    rica

    pronunci tam-

    bin

    con

    fuerza Abba Padre Gracias a ella la

    Iglesia ha

    encontrado

    de nuevo la sencillez en

    toda su

    frescura

    de ese

    grito que t iene

    su origen

    en el manantial

    del

    mismo

    Corazn de

    Cristo.

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

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    3

    EL CU RTO CENTEN RIO DEL POSTOL

    LOS NEGROS S N PEDRO CL VER

    NARCISO TORRES

    RIERA

    El

    P. Claver naci el 24 de

    junio

    de 1580 en

    pequea loca lidad

    de Verd,

    prxima

    a T

    en la provincia

    de Lrida. A los pocos

    das

    e

    bautizado

    en la parroquia

    de dicha villa.

    Su

    se

    llamaba doa

    Ana

    Corber

    y su pa dre

    Pedro

    Claver Minguella,

    humildes labradores

    Cuando

    el

    pequeo tuvo uso

    de razn, advir

    en

    l

    su

    inclinacin

    hacia

    las cosas de

    y devocin, su padre lo confi a la direc

    de

    un

    hermano

    suyo cannigo de Solsona.

    aqu

    es

    enviado

    a

    Barcelona

    para

    estudiar

    Estud i con

    los

    Padres

    Jesuitas

    el Colegio de

    Beln con

    ta n alto aprovecha

    que fue significado por el

    propio

    Obispo

    Barcelona

    Sr. D. Ildefonso Coloma, Conde

    Elda quien

    al

    propio tiempo

    le

    confera la

    clerical

    tonsura

    y las cuatro rdenes me

    El

    7 de agosto

    de 16 2 empero

    solicit

    la

    ad

    en la

    Compaa

    de Jess. Admit ida

    su

    so

    icitud, con el

    consentimiento amoroso

    de

    sus

    fue

    enviado

    a

    Tarragona para cursar el

    viciado. Como

    era costumbre en la Compaa

    Jess, estuvo

    Claver

    tres

    das

    en

    el

    Santuario

    de Montserrat junto

    con

    sus connovi

    donde apenas se apart en

    su

    orac in de

    presencia

    de

    la

    Moreneta.

    Al regresar a Tarragona hizo la profesin

    de

    os votos

    en la Compaa

    de Jess. Luego

    va

    a

    para

    instruirse

    en

    las lenguas griega y

    en

    cuyo

    estudio

    fue

    alumno aventajado

    n

    el

    ao

    1605 es

    enviado

    a

    Palma

    de Mallorca

    como profesor en el

    Colegio de Jesuitas recien

    all

    abierto

    llamado

    de

    Monte Sin. All

    entrevist

    con profunda emocin

    con

    el

    que

    tonces ya

    tena fama de santo, y

    que

    lo fue,

    San Alonso Rodrguez,

    Hermano

    portero de Mon

    te

    Sin,

    nacido en

    Segovia en 1531,

    pero

    trasla

    dado

    a Mallorca

    desde

    pequeo. Ambos

    al verse

    se

    arrodillaron

    el

    uno

    frente

    al

    otro

    y convinie

    on en

    entrevistarse cada

    da.

    Fruto de estas mutuas visitas

    fueron una

    serie

    de mximas

    de aquel anciano religioso,

    mximas

    ue

    Claver

    conserv

    escritas,

    entre

    las

    que cabe

    destacar

    sta: Para poder hacer grandes adelan-

    tos en la virtud es preciso guardar mucho silen-

    cio y que l boca no respire sino verdad la paz

    y la edificacin del prjimo o esta

    otra

    debe

    el hombre dirigir todos sus pensamientos pala-

    bras

    acciones tan solo a l gloria de Dios

    Fue

    el Hermano

    Alonso Rodrguez quien acon

    sej

    a Claver

    ir

    a las

    Indias puesto que

    este msti

    co anciano

    tuvo

    una

    visin

    proftica que no

    con

    fes a Clavero En

    uno de

    sus

    numerosos

    xtasis

    vio el

    hermano

    Rodrguez a

    un

    Coro de Angeles

    alrededor

    de un trono resplandeciente que estaba

    vaco.

    Una

    voz

    misteriosa

    le dijo: Este trOno

    es para tu discpulo Claver; esta es la recompen-

    sa

    e

    virtudes y del grande nmero

    e

    almas

    que debe convertir y ganar para el Cielo en las

    Indias Occidentales

    N ada supo

    Claver de

    esta

    visin, ta n slo el

    consejo

    de se r misionero.

    Claver se

    sinti

    ta n

    entusiasmado

    po r

    esta

    recomendacin

    del

    Santo Hermano

    a

    quien

    llam

    toda

    su

    vida

    su

    Santo Maestro

    que en

    seguida

    escribi

    una carta

    al

    Padre

    Provincial confesn

    dole

    su

    ardiente

    deseo

    de

    ir

    a misiones. Se

    le

    respondi que

    esperase y que

    fuera

    de nuevo a

    Barcelona

    para cursar los

    Estudios de

    Teologa.

    En

    16 8 comienza Claver los estudios teol

    gicos

    en Barcelona bajo la

    direccin del P. Gas

    par

    Garrigas. No

    terminados

    s tos todava, re

    nov

    sus

    peticiones de

    ir

    a las

    Indias

    y

    esta

    vez

    se

    le

    otorg dicha

    licencia por

    parte

    del

    Padre

    Provincial

    Jos

    de Villegas. Siendo

    Padre

    General

    de

    l a Compaa Claudio Aguaviva, en 16 9 Cla

    ver representando la

    provincia

    de

    Aragn es en

    viado a Sevilla

    para embarcarse bajo la

    direc

    cin

    del

    P

    Alfonso de Meja.

    El

    entusiasmo

    de

    Claver hizo que

    ni

    tan siquiera se despidiese de

    sus

    padres

    en

    Verd.

    En

    abril de

    1610

    la

    expedicin

    se

    hizo a

    la

    mar Durante

    el viaje

    Claver

    se

    destac

    po r su

    caridad y

    humildad

    para

    con

    todos Al llegar a

    Cartagena

    de

    Indias capital

    del Nuevo Reino de

    Granada

    hoy Colombia , lo

    primero que

    hizo

    fue

    besar aquella tierra dando

    gracias a Dios. Ense-

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

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    4

    guida fue

    enviado al

    Colegio

    de

    los

    Jesuitas en

    la ciudad de Santa Fe

    para

    terminar sus estu-

    dios

    de

    teologa durante

    dos

    aos En su estan-

    cia en Santa

    Fe

    tuvo que encargarse de los ofi-

    cios domsticos del colegio.

    Haca

    las veces

    de

    sacristn

    de

    portero

    de

    enfermero

    de cocine

    ro etc.

    Estudi

    all con el Padre Antonio Agus-

    tn

    En

    1614

    pas

    Claver un riguroso examen con

    xito equivalente al

    doctorado

    en teologa. A con-

    tinuacin encontramos a Claver en

    la

    ciudad de

    Tonga para realizar all un

    ao de

    noviciado an-

    tes

    de

    ordenarse

    De nuevo en 6 5 regresa a Cartagena y all

    el

    de

    diciembre del mismo ao recib i el sub-

    diaconado; el 23 de febrero

    de

    1616 el diaco-

    nado

    y el 9 de

    marzo

    de este ao el

    Sacramento

    del Orden

    Sacerdotal de manos del obispo de

    Cartagena

    Fr.

    Pedro

    de

    la

    Vega dominico.

    Fue

    Claver el

    primer

    jesuita

    que

    cant su primera

    misa

    en Cartagena de Indias y

    lo

    hizo en el altar

    de la capil la de

    la

    Virgen del Milagro.

    Cartagena de

    Indias

    est situada en el su r del

    Mar Caribe regin

    muy

    calurosa En aquellos

    tiempos las aguas estancadas del

    ro

    Magdalena

    y las

    frecuentes

    lluvias

    eran

    el foco de

    un

    enjam-

    bre de moscas mosquitos cuyas picaduras cau-

    saban no

    pocas enfermedades. A

    la

    vez aquella

    regin estaba dominada

    por la

    fiebre del oro.

    Al

    puerto de

    Cartagena

    llegaban

    traficantes de

    negros

    de nacionalidad muy

    diversa

    pero que

    en

    comn

    no tenan sino el

    afn

    de

    lucro

    a

    costa

    de

    seres inocentes e indefensos a quienes trata

    ban peor que a las bestias. Estos negros eran

    comprados por distintos mercaderes vergenza

    de

    la humanidad para trabajar en las minas

    de

    oro principalmente La esclavitud de los negros

    estaba entonces permitida de

    una forma legal y

    consciente por

    parte

    de la Corte espaola. Lejos

    ahora de

    determinar su origen y

    sus

    causas

    sin la pretensin de justificarlo Espaa hizo

    exactamente

    lo mismo

    que otras

    muchas

    canci-

    lleras

    europeas

    Claver

    determin

    dedicar su vida entera al

    Apostolado de los negros siguiendo los pasos

    que va haba iniciado en este

    ministerio

    el Pa-

    dre

    Alfonso Sandoval del cual Claver se deno-

    mina discpulo . La actividad del P. Claver era

    incansable Un cierto nmero de misas deca

    para

    aque l que

    le avisara de que llegaba un bu-

    que con esclavos negros. Rpidamente buscaba

    intrpretes

    iba a los barcos

    provisto

    de alimen-

    tos y medicinas a unos consolaba a

    muchos

    mo

    r ibundos bautizaba

    y a todos prometa

    su

    per-

    sona para

    aliviar sus penalidades Jams busc

    medios violentos ni se present como un lder

    poltico.

    El P. Claver

    visitaba

    a los negros en sus nue-

    vas casas y

    rogaba

    a sus nuevos amos

    que

    tratasen a los negros por amor a Dios con cari-

    dad

    y just ic ia . Muchas veces Claver

    tuvo qu e

    pa-

    gar el jornal a distintos negreros para poder ca-

    tequizar a sus hermanos negros. Su celo apost-

    lico no conoca lmites ni

    se

    ufanaba por

    cuan-

    tas humillaciones pudiese

    sufrir

    Las

    casas

    de los esclavos negros eran cuatro

    paredes en

    donde

    vivan

    centenares

    de ellos

    amontonados

    sin

    ms cama

    que el duro

    suelo

    Las epidemias de viruela

    eran

    frecuentes por lo

    que

    haba

    muchos muertos con frecuencia. All

    iba

    Claver

    con

    un

    bastn en

    la

    mano en

    forma

    de cruz con un crucifijo en el pecho con una

    estola

    y los

    santos

    leos y con los

    alimentos

    medic inas que

    poda

    recoger. Uno por uno los

    trataba Claver

    dando

    a cada

    cual

    lo que poda

    segn la misericordia Divina. Luego

    haca

    un

    pe

    queo altar y

    celebraba misa

    all

    dentro

    mientras

    los distintos

    intrpretes

    negros

    iban

    repitiendo

    todo

    cuanto

    deca Claver.

    l esclavo de

    s

    es-

    clavos

    repeta

    con insistencia era su nico de-

    seo.

    Su

    principal objet ivo

    era

    siempre la salva-

    cin

    de

    las almas

    lo

    dems

    lo

    dejaba en

    ma-

    nos de la Providencia. Visitaba a los negros

    preguntndoles si estaban dispuestos y en

    caso

    afirmativo los bautizaba ponindoles

    en

    el cue-

    llo una medal la con los

    nombres

    de Jess de

    Mara con el encargo de que no se la

    quitaran

    nunca Luego con lgrimas en los ojos les ense-

    aba la seal de la

    Santa

    Cruz y de rodillas les

    explicaba las enseanzas evanglicas.

    Tampoco le faltaba energa al P. Claver

    para

    reprimir con severidad cualesquiera actos de es-

    cndalo o de pblica

    deshonestidad

    entre los ne-

    gros

    en

    algunas

    de

    sus

    danzas o fiestas.

    Una de

    sus principales desvelos fue

    el

    de

    procurar

    que

    los esclavos

    no

    trabajasen los das festivos in-

    cluso sala.

    fiador

    delante

    de

    los amos para

    que

    no cas tigasen a sus esclavos.

    El

    3 de

    abril

    de 1622 a instancias del

    P

    Ge-

    neral de la Compaa P. Mucio Viteleschi hizo

    profesin de los 4 votos a los

    que

    Claver quiso

    aadir un quinto voto firmado de su

    propia

    ma-

    no a saber el

    de

    consagrarse todos los

    das de

    su vida al servic io de los negros.

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    13/40

    Claver se pasaba

    muchas

    horas en el confe-

    sionario

    absolviendo a

    muchsimas almas que

    acudan en tropel

    a las sabias recomendaciones

    de

    su

    ministerio

    La santidad de Claver quien buscaba la sal-

    vacin de las

    almas

    mirando por el

    bien

    espiri-

    tual

    de

    cada

    una

    de ellas humill b pblicamen

    te

    a

    personas

    de

    alta alcurnia espaola

    de

    raza

    blanca cuando iban a confesarse

    puesto

    que si

    venan varones

    los

    despeda

    con

    dulzura

    indicn

    doles que no les fal taran otros confesores y si

    eran seoras les

    adverta

    que

    su

    confesionario

    era

    demasiado pequeo

    y

    solamente apropiado

    para las negras y si a pesar de tales invi tacio-

    nes

    de ir en

    busca de

    otro confesor

    esperaban

    Claver no confesaba a

    ningn

    blanco hasta ha-

    ber terminado

    con

    la larga

    fila de esclavos ne-

    gros

    Estos y otros hechos similares hicieron au-

    mentar el amor

    propio de

    algunas

    personas

    en-

    gredas

    que

    demasiado

    mundanas

    para

    no ver

    en

    estos

    hechos

    la

    especial santidad de Claver

    denunciaron

    a los

    Superiores de

    Claver

    este de-

    recho de preferencia que se daba a los negros

    en el confesionario

    fundndose

    en que la Iglesia

    no debe

    diferenciar

    las razas a la hora de admi-

    nistrar los sacramentos Claver hubiese

    podido

    responder que

    aquella

    esclavitud

    de

    negros

    que

    tenan delante

    de

    sus ojos

    y

    que muchos

    de ellos

    defendan era

    un

    pecado abominable

    ante los

    ojos de Dios para quien

    todos

    los

    hombres

    somos

    hijos suyos por

    igual

    con

    los

    mismos

    derechos

    y

    deberes

    Pero no Claver

    aguanta

    sufre reza

    confiando constantemente

    a

    pesar

    de las con-

    tradicciones humanas en la

    infinita

    misericor-

    dia y bondad de Dios No sale de sus labios la

    ms

    leve insinuacin

    de

    protesta

    Sin

    embargo

    esta malvola instigacin diab-

    lica dio sus frutos

    En

    efecto los

    superiores

    de

    la

    Compaa

    de

    Jess no

    slo

    advirtieron

    seria-

    mente

    a Claver s ino

    que estaban

    resueltos a

    expulsarlo

    de

    la compaa

    a

    la que

    Claver

    tanto

    amaba y dio

    por

    ella y lo hubieran hecho de

    no mediar en el asunto el P General quien a

    resultas

    de una carta

    que

    el

    propio

    Claver le

    escr ibi explicndole las razones de ndole espi

    ritual y

    apostlica que

    movan

    su

    actuacin ab-

    solvi de toda culpa a Claver cuya virtud y pie-

    dad santa

    era

    reconocida no slo entre los ne-

    gros sino

    tambin entre

    muchsimos blancos

    como

    es

    el

    caso de

    un

    oficial espaol

    Pedro

    5

    Caldern empleado en la

    Santa

    Inquisicin de

    Cartagena quien deca

    que

    desde que se haba

    confesado

    con el

    p Claver

    no

    se conoca a s

    mismo porque instruido en sus

    consejos cami

    naba sin dificultad por el camino

    de

    la

    virtud

    Claver

    ms

    de

    una

    vez

    haba

    cado

    exhaus-

    to

    vctima

    del cansancio y aun

    as

    se

    pasaba

    noches enteras rezando Dispuesto continuamen-

    te para aquel

    que reclamase

    su presencia dor-

    ma

    vestido Su celda era como una extensa far-

    macia

    llena de remedios para aliviar las dolen-

    cias de aquellos

    enfermos

    negros a quienes vi-

    sit aba en sus

    mseras

    cabaas haciendo las fae-

    nas si preciso era del

    ms humlide

    criado

    Dios concedi al P Claver

    el

    poder de

    obrar

    milagros curando a numerosos enfermos y con-

    virtindolos a la Santa Fe Catlica Dios le dio

    el

    poder en ms

    de

    una

    ocasin

    de

    resucitar

    a

    muertos Tanta era la

    fe y

    caridad

    de Claver

    que

    tena

    por cos tumbre la prct ica de lamer y

    besar las l lagas

    ms repugnan

    tes

    de

    los negros

    enfermos

    aunque

    fuesen leprosos

    Cuando ya nadie se

    acercaba

    a los negros

    apestados slo quedaba all Claver impertrrito

    junto a sus hermanos negros y cuando algn

    negro mora le

    lloraba

    como si

    hijo

    suyo fuera

    y

    cuando alguna embarcacin

    de negreros parta

    de

    Cartagena

    hacia

    otro

    mercado Claver per-

    maneca en la orilla hasta que el buque

    se

    per-

    da de

    vista

    rezando

    por

    los negros

    que

    se

    iban

    Haba

    entonces

    en

    Cartagena de Indias dos

    hospitales El primero

    se llamaba

    n

    Sebastin

    confiado a los religiosos de San Juan de Dios

    a quienes

    ayudaba

    tanto Claver que pblicamen-

    te decan que l slo

    trabajaba

    ms que cuaren-

    ta misioneros El segundo era el de

    n

    zaro

    a

    donde

    eran destinados los negros leprosos en-

    tre

    quienes Claver

    ejerca

    su intenso apostolado

    A pesar de tantos y pesados trabajos fue nom-

    brado por el rector del Colegio de

    Jesuitas de

    Cartagena

    Ministro

    para

    encargarse de

    la disci-

    plina regular y

    adems

    Maestro

    de Novicios ofi-

    cios

    que cumpli con

    ejemplar exactitud Con-

    virti a

    muchos apstatas y

    pocos herejes

    Entre

    estas

    conversiones figura

    la de

    un ingls

    obispo

    protestante

    anglicano

    apresado en una de

    las galeras espaolas en la baha

    de

    Cartagena

    de Indias All llegaban

    tambin

    rabes a quienes

    trataba Claver

    con suma car idad

    y paciencia Con

    su

    ejemplo

    convi rti a muchos

    Muchas noches iba Claver

    recorriendo

    las ca-

    lles de

    Carta

    gena de

    Indias con nimo

    de ganar

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    14/40

    26

    almas para Jesucristo

    y

    visitaba

    a los reos

    en

    las prisiones

    encarecindoles

    en

    el

    amor

    a Dios

    e

    instando

    a los

    jueces

    y

    procuradores

    celeridad

    y prontitud en

    las causas

    para que quienes es-

    taban

    esperando en

    la crcel no estuviesen all

    ms de

    lo

    preciso

    exigido

    por la

    ley Cuando

    alguna

    vez alguien

    era condenado

    a

    la pena

    m-

    xima Claver estaba rezando

    con l

    hasta

    el

    l-

    timo

    segundo

    El propio

    Claver

    compraba

    negros no

    para

    hacerlos

    esclavos

    sino

    para

    instruirlos

    y

    usar

    de ellos

    como intrpretes

    dndoles la

    libertad

    a cambio; gracias a ellos Claver

    bautiz

    a 400 000

    negros

    Su

    apostolado no

    se

    limit

    a Cartagena

    tambin iba por numerosos pueblos vecinos a

    las minas plantaciones etc escalando monta-

    as pasando

    por la lluvia y el lodo si

    era

    pre-

    ciso

    con ta l

    de evangelizar a

    sus

    negros

    Las galeras

    espaolas

    venan

    regularmente en

    septiembre

    a Cartagena y all se

    reuna una

    gran

    flota

    para transportar

    a

    Espaa distintas

    rique-

    zas de los

    distintos

    Reinos

    de Indias

    La

    ciudad

    era entonces semillero de juego disputas pros-

    titucin

    fraude

    etc

    Claver

    se

    colocaba

    en medio

    de este

    psimo

    ambiente increpndolos

    al

    fervor

    y a

    la piedad

    cristiana logrando numerosos

    fru-

    tos espirituales Dios favoreci a Claver

    con

    el

    don de

    leer

    en

    los

    corazones

    de los

    hombres

    y

    con

    el

    don

    de

    la profeca para

    el

    bien de

    l as al-

    mas encomendadas

    a

    su

    ministerio

    sacerdotal

    El P Claver rezaba incesantemente

    imitando

    los dolores

    de Jesucristo en

    su

    pasin

    y cruz

    bien

    colocndose

    un a

    corona de espinas

    una enorme

    cruz

    sobre sus

    espaldas

    o

    bien

    flagelndose

    la

    espalda

    con un

    duro

    ltigo

    amn

    de cilicios y

    otros

    suplicios

    que

    se aplicaba El Extasi s fue

    otro de

    los dones

    que

    Dios concedi a Clavero

    Tena una gran devocin a la Virgen rezaba dia-

    riamente

    el

    Santo

    Rosario Distribua

    cada ao

    entre sus enfermos

    negros nueve mil

    rosarios

    recomendndoles

    lo

    llevasen colgado

    en

    el

    cuello

    Tanto era

    su

    amor

    a los negros

    que

    lleg a

    pedir

    a sus

    superiores

    lo enviasen a la Guinea

    africana

    para

    convertirlos

    a todos La

    fama

    de

    Santidad de Claver aumentaba de da

    en

    da Car-

    tagena

    de Indias

    pas

    de se r

    una ciudad

    corrom-

    pida

    a

    una mansin virtuosa

    gracias a Claver

    y

    no

    haba

    nadie

    que

    pasase

    por all

    que

    no fue-

    se a visitarlo

    incluso

    obispos y vicarios

    iban

    a

    pedirle

    consejo

    En

    el

    ao

    1650 se

    propag una terrible peste

    por

    aquellas

    tierras Claver a pesar de

    su

    avan-

    zada edad

    socorre

    a los

    enfermos con tanta

    ilu-

    sin y alegra como en los primeros aos de su

    apostolado

    Pero

    esta vez la peste

    enferm

    al

    Santo

    Claver de gravedad

    Se

    consider

    prudente

    administrarle

    el

    sagrado

    vitico Claver

    apenas

    sin

    fuerzas quiso

    recibir

    al Seor de

    rodillas

    pero se lo

    impidieron Mis pecados, deca

    son

    los que han trado la peste a esta ciudad.

    Y es-

    tando como estaba todava llamaba a uno de sus

    hermanos

    negros para que lo flagelase y

    pusiera

    los cilicios

    Antes

    de morir

    quiso

    despedirse

    de los

    lepro-

    sos

    de

    San Lzaro A este efecto

    encarg

    un ca-

    ballo

    con

    tan

    mala for tuna

    que cay

    de

    l du-

    rante

    el trote

    que la bestia emprendi

    llevndose

    a Claver a

    rastras

    por

    el suelo

    Milagrosamente

    Claver

    no sufri

    lesin alguna Lleg por fin al

    hospital

    y se despidi de

    sus enfermos predi-

    lectos

    Uno

    de

    los religiosos

    je suit as de

    Cartagena

    deseando

    contentar

    a Claver le regal

    la

    biogra-

    fa del

    santo

    hermano Alonso Rodrguez que

    acababa de recibir

    de

    Espaa Al

    ver el

    libro

    ex-

    clam con lgrimas en

    los

    ojos

    alabanzas

    a Dios

    Uno

    de

    los

    adornos de

    la celda

    de

    Claver

    desde

    que

    lleg a las

    Indias

    fue el

    retrato

    del hermano

    Rodrguez

    Dios le comunic

    al P

    Claver el

    da

    de

    su

    muerte

    por

    lo que encarg al

    hermano

    Nico-

    ls Gonzlez

    que su cuerpo

    fuese enterrado cero

    ca

    de su

    confesionario

    pero

    el hermano le res-

    pondi que

    lo

    depositaran en la

    Capil la del San-

    to

    Cristo

    El

    da

    6

    de septiembre de

    1654

    tras

    unas fuertes calenturas

    ocasionadas por la fiebre

    se

    despidi de todos y

    entr en

    agona

    Todava

    su corazn

    lati

    hasta

    el

    da

    8

    del

    mismo

    mes

    martes;

    mientras

    repeta

    los dulcsimos

    nombres

    de

    Jess

    y de Mara expir a la edad de setenta

    y

    cuatro

    aos

    El 2 de septiembre

    de 1851

    lo beatific

    el

    Papa

    Po

    IX

    y el 1 de enero de 1888

    lo declar

    Santo

    juntamente

    con

    el hermano Alonso Ro-

    drguez

    el Papa

    Len

    XIII

    Para ampliar

    sobre

    el tema, vase en CRISTIANDAD un nmero mo-

    nogrfico sobre el Claver titulado L IGLE-

    S Y LA ESCLAVITUD,

    n

    83 publicado el 1 de

    septiembre de 1947.

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    15/40

    1 .

    Se;

    OI S

    DE

    S NT

    PERE L VER

    MOSN JACINTO VERDAGUER

    127

    Puig

    lo

    Cel vos

    ha

    enviat

    co m

    un

    altre Xavier

    Gloris Pere Claver

    dunos vostra caritat.

    En ton cel Esglesia

    Santa

    quin

    sol

    brilla tan herms

    es Hum

    clara

    y clarejanta

    oh

    Claver la

    e n ~ u

    vs

    Gloria a Deu qu e

    bondads

    aqueix a st re n s h a enviat.

    De

    la

    terra

    catalana

    vs nas quereu en lo cor

    de familia

    cristiana

    tal es l arbre

    ta l

    la flor.

    Tu ets

    Verd

    lo

    gerro d or

    d aqueix Lliri inmaculat.

    So n co r d angel ve u

    Mara

    y del

    se u amor

    l ompl;

    y dantlo a

    la

    Companya

    fesmen diu

    un

    seraf;

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    16/40

    128

    per mirall se l escull

    lo

    meu

    Fill crucificat.

    Fill d Ignasi

    un

    jom visita

    Montserrat

    ton

    camaril

    a

    la

    Reyna

    qu e hi habita

    que l a n t ro ba de gentil.

    A so s

    peus

    se postra humil

    mes I humil sera exaltat.

    Transportat

    a l alta Gloria

    un

    trono

    Rodrguez veu;

    n ei x trono de victoria

    qui iseur?

    - d e m a n a

    a Deu.

    H i seura l Dexeble te u

    que a

    tal

    p re mi e st cridat.

    J a l America us demana

    per posarvos en so n cor

    flor hermosa catalana

    del

    jard del Salvador.

    Tot un m on c or re a 1 010r

    de la vostra santedat.

    Negres

    l

    Africa l i envia

    L Asia turchs a c on ve rt ir

    cors ma la ts de I heregia

    l i dar Europa a guarir.

    Fa

    I America florir

    son

    ardent Apostolat.

    Per salvar los pobres negres

    vos heu fe t lo seu esc1au;

    de

    so s

    cors tristos a le gre s

    vs Claver teniu

    la

    c1au;

    quants c en ts m il s ne batejau

    que a

    l infem

    n heu

    arrencat.

    E n l es l la gu es c an ce ro se s

    vostre llavi s imprim;

    les ll ag ues v os eren roses

    I hospital v os tr e j ar d .

    qu e es

    pert

    obriu cam

    da u consol al desterrat.

    Cartagena conmoguda

    crida

    un dia:

    Sant

    se

    mor

    To t en ella en dol se

    muda;

    sa alegria en greu tristor;

    Vs p uj au a l trono

    d or

    a Ro dr g ue z r ev el at .

    Vost re s m an s to t mal guariren

    lo v in en t v os tr e ull preveu

    del sepucre ls morts

    sortien

    cridats per

    la

    vostra veu;

    fins lo vostre vell manteu

    maravelles

    mi l ha obrat.

    vs a tots los qu e pateixen

    los

    teniu en vostre

    cor

    y als qu e ingrats vos aborreixen

    los am au am b m s

    amor.

    Lliurau

    lo

    cs de dolor

    y l anima

    de pecat.

    A

    do s

    mons

    iluminareu

    un y altre us volen seu;

    a

    dos segles admirareu

    ta l

    virtud

    vo s

    don

    Deu.

    Pe r

    l escala de la creu

    cel

    am unt q uan

    he u

    pujat.

    N os tr a E sp an ya

    en

    vs espera

    Catalunya

    ms

    de cor;

    prega

    a vs

    la terra entera

    deIs esc1aus deslliurador.

    Del dimoni s ou t er ro r

    de Jess

    fidel Trasllat

    Gloris

    Pere

    Claver

    dunos

    vostra

    caritat.

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    17/40

    9

    P SION DE

    PEDRO

    L VER

    FRANCISCO S V MIQUEL

    Cuando un

    lejano da de septiembre de 1654

    Claver mora en

    Cartagena

    de Indias la

    irrumpe en la iglesia donde re-

    su figura

    blanca de

    pureza y de

    muerte

    y

    abalanza sobre el

    catafalco

    en busca de reli-

    as Un joven

    ms

    audaz haba entrado antes

    la habitacin inmediatamente despus

    de la

    del

    apstol

    le corta

    un dedo para

    guar-

    como reliquia.

    Los

    superiores

    junto al le-

    o del muerto le obligan a devolver la rel iquia

    Pero en la igles ia los religiosos

    no se basta-

    n

    para

    contener a la masa aun

    se

    dice que

    un

    momento extremo hubo que llamar a la

    Era

    un

    hecho que Claver

    haba obrado

    en vida

    Se

    le

    atribuan

    incluso resu-

    es lo que no

    iba

    a hacer ahora

    esde el cielo? Entran

    en

    la iglesia en tropel.

    enfermos. Quieren que

    les

    toquen

    las

    del

    santo. Es un

    desbarajuste. De

    lo

    que

    s

    cuentan los

    bigrafos

    deduzco que los jesui-

    as del Colegio de Cartagena debieron

    de

    pasar

    n mal

    rato. Afortunadamente hallbanse

    all los

    y otros se

    ven

    obligados

    a ale-

    ar

    a la

    muchedumbre

    que hubiera despedazado

    santo hambrienta

    de

    poseer un a reliquia blan-

    los cir ios

    amenazando a

    los

    tumultuo-

    os devotos

    con

    la

    punta

    de sus

    llamas.

    Qu

    haba ocurrido? Tiempo antes

    Pedro

    por sus extremas austeridades Claver

    ba contrado

    la

    epidemia que azot a Carta-

    momento no muere.

    Queda afectado

    un a

    parlisis temblorosa que agita

    sus

    miem-

    Pero

    este achaque no le impide atender a

    s

    que

    quieren confesar.

    E incluso

    se hace

    llevar

    un bajel

    cargado

    de

    negros

    que necesitan de

    presencia.

    Pero por qu ese

    afn

    de sacrificio por qu

    a

    necesidad casi

    fsica de

    hacer

    expiacin?

    la vida

    del santo

    hallo

    dos fuentes

    esta actitud: la

    gran

    devocin a la Pasin de

    la

    continuacin

    de la Pasin en tantos

    desgraciados.

    Telogos hubo en aquel tiempo que conde-

    la

    esclavitud de los africanos. El negro

    tratado a puntapis. Sobre

    sus

    espaldas desnu-

    das los latigazos abren heridas

    llagas Cristo

    fue tratado as: insultado befado abofeteado

    golpes

    escupitajos.

    Lo

    mismo hacen

    ciertos due-

    os de corazn duro con la mercanca morena.

    Las llagas son pasto de los insectos

    tan

    abundan-

    tes all

    y

    a veces

    aparecen

    gusanos

    Si unos

    pobres

    infelices de alma

    ingenua

    por el solo pecado de haber cado en

    manos

    de

    un

    tratante

    han

    de

    sufrir increblemente y

    si

    Cristo

    padece en

    ellos si

    la

    Pasin

    ahora

    se

    re-

    pite va

    a

    quedarse ta n orondo en su

    convento

    el

    p.

    Claver

    sin

    administrar a sus miembros

    una

    correcc in que los sujete? Ya la sola estancia

    en Cartagena

    era un martirio. Haca

    seis

    meses

    de un calor

    seco

    y

    asfixiante

    Innumerables

    mos-

    cas y mosquitos

    constituan una

    molestia inin-

    terrumpida. Entre las virtudes del santo se ha

    registrado la de soportar sin

    queja

    las

    picaduras

    de

    esos insectos

    de las que

    no haca nada

    por

    liberarse. Eran

    corrientes las f iebres

    las

    epi-

    demias Y el P Claver como observa su bi-

    grafo

    Ledos

    pudo

    decir

    que

    como ejercicio

    de

    paciencia el

    mero

    hecho

    de vivir

    en Cartagena

    era u na p ru eba suficiente de

    constancia.

    Cuando llegaba a algn lugar para

    predicar

    una misin elega la

    peor

    vivienda alguna ca-

    suca

    abandonada por sus

    moradores

    por su

    mal

    estado. Por

    espritu

    de mortificacin rechaza las

    invitaciones a com er en

    mansiones

    acomodadas

    y si alguna vez

    acepta

    manjares delicados

    los

    guarda

    para

    darlos a los pobres. Se

    alimentaba

    con arr oz mal cocido o crudo con

    un

    poco de

    agua los das de ayuno la mxima parquedad

    dcese

    que

    llegaba

    a

    no

    probar

    bocado o

    A

    veces acepta en las casas de los

    negros una

    croqueta de maz co n

    ajo

    limn

    Se complaca

    en mortificar

    el sentido del gus-

    to

    rociando

    sus

    alimentos t

    ceniza o mezcln-

    dolos con hierbas amargas .

    Vesta

    con

    pobreza:

    sotana

    descolorida; sombrero como el de un men-

    digo Para celebrar misa

    usaba

    los

    ornamentos

    ms

    viejos

    Su celda es pobr sima. La

    cama un

    taburete

    donde se sentaba una silla rota. Cuando alguno

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    18/40

    130

    de los negros

    que

    le sirven

    de intrprete cae

    en-

    fermo lo lleva a ella lo

    acuesta

    y

    l

    duerme en

    el suelo.

    Se complace

    en los trabajos

    ms

    humil-

    des: barrer sustituir al

    portero. Soporta

    sin que-

    jarse

    las

    injurias

    los reproches los

    malos

    tra-

    tos. Desea verse despreciado.

    Practica la

    obedien-

    cia. Mande lo

    que mande

    el

    superior f i rm -

    por

    peligroso difcil o penoso que sea elevar

    el

    corazn

    a Dios

    advertir

    y

    tendr en cuenta

    que

    es

    Dios quien me lo manda y ordena y como

    una obra mandada

    por

    Dios y no

    por

    el

    hombre

    la

    realizar sin dilacin con una

    obediencia

    cie-

    ga una diligencia anglica

    considerando una gran

    gracia

    de Dios que

    me

    la mande y

    se

    digne ser-

    virse de m.

    Obedeca con gran sencillez. Se produce un

    altercado.

    Alguien

    ha peleado con uno

    de los intrpre-

    tes negros al servicio

    de

    Clavero

    Quin

    ser

    el

    culpable?

    El superior P. Juan de Arcos le echa

    a l

    la

    culpa. Y

    lo

    tiene durante

    una media

    hora

    arrodillado en

    el

    refectorio. Todos le

    mandan.

    No

    cuesta

    que Claver

    vea en

    el

    prjimo

    aun

    en

    la

    persona ms

    humilde

    a un

    superior.

    En

    la

    sacrista el hermano

    sacristn; en la portera

    el portero; en el refectorio el prefecto

    el

    coci-

    nero

    ...

    Su

    cuerpo

    era

    un

    rbol sacrificado: discipli.

    nas cilicios...

    Sacri ficado como en

    la cruz: esa

    crucifixin que

    contemplaba en

    las

    lminas

    de

    la Vida de

    uestro Seor

    Jesucristo

    del

    Padre

    Bartolom Ricci. Tena

    la celda

    rodeada de im-

    genes de la Pasin.

    Pero

    l

    supo verla en el

    mar-

    tirio

    de

    los

    negros. Alfonso

    Sandoval

    deca que

    el

    apostolado de

    stos es uno de los ejercicios

    que ms aprovechan a la caridad pues

    un

    mi-

    nisterio

    de gentes

    humildes produce

    corazones

    humildes.

    El

    Santo

    que a los

    cuatro

    votos de la Com-

    pa a haba aad ido un quinto que se resuma

    en

    la firma: Petrus laver ethiopum semper

    servus

    haba podido contemplar

    el calvario de

    esos inocentes.

    Como

    nios n ios a los

    que hay

    que

    bautizar.

    Nios que son cazados en Africa

    amontonados

    en

    las

    bodegas de los

    barcos

    con-

    traen

    enfermedades

    epidemias... A la l legada de

    un

    barco

    Claver

    acude para ayudarles

    fsica es-

    piritualmente

    . .. Aquellos infelices

    estn

    desespe-

    rados. Creen que los

    blancos

    les

    van

    a dar muer-

    te. Algunos se

    echan al

    mar. Otros intentan

    de-

    jarse

    morir

    de hambre. Cuando temen la apa-

    ricin

    de un

    enemigo

    cruel surge la figura bon

    dadosa

    de aquel hombre que los

    abraza

    los

    alienta les da nimos les devuelve el

    deseo

    de

    vivir...

    La

    vida ya no

    ser tan mala

    entre

    los

    blan-

    cos cuando

    existen hombres

    buenos como aqul.

    La

    Pasin contina.

    Si Claver

    extrema

    su

    bondad

    hay colonos de entraas de piedra que lo s ex-

    plotan

    a latigazos. Apenas si les visten. Una co-

    mida irr isoria.

    Les

    hacen trabajar

    de noche e

    incluso los domingos. Y si

    alguna

    fiesta les

    dan

    se

    compensan no

    dndoles

    la

    comida.

    Cuando

    el esclavo es viejo o

    ya

    no sirve le

    conceden la

    libertad

    pero

    dejndoles

    en la

    miseria.

    Esos esclavos

    insultados

    su s dueos les lla-

    man perro

    bruto caballo s ienten este

    trato

    moral

    ms

    que

    los palos y violencias fsicas.

    Cuando

    estalla una

    epidemia

    no

    le

    importa

    el

    olor

    a

    putrefaccin que

    se

    respira en algunas

    de

    las grandes cabaas

    donde

    se hacinan

    lo s ne-

    gros

    apestados.

    Les besa las llagas. Les arregla

    la cama. Los

    tiende

    encima de su

    manteo

    que

    despus aparecer salpicado de suciedades.

    Su

    tcnica de

    apostolado

    que

    es censurada

    por algn

    superior

    al que sin

    embargo obedece

    prontamente es

    de una

    absoluta

    simplicidad. n-

    tes de bautizar a los negros les

    predica

    valin-

    dose de lo

    que hoy llamaramos

    medios

    audio-

    visuales. Un pendn con

    la figura

    de

    Cristo

    cru-

    cificado derramando sangre que sirve para lavar

    en

    el

    bautismo

    a los negros. Cada

    bautizado

    re-

    cibe

    de

    Claver

    una medalla

    de plomo o cobre

    en cuyo

    anverso

    est escrito

    el

    nombre de Jess

    y en el

    reverso

    el de Mara.

    Durante la Cuaresma se entregaba

    si

    era

    posible

    todava ms

    a

    sus hermanos

    los esc la

    vos. Sala a la calle en su busca los

    reuna

    en

    la iglesia se

    entregaba

    a confesar los no acep-

    taba

    penitentes

    de

    raza

    blanca

    aunque

    a fuerza

    de

    terquedad algunas damas

    consiguieran con

    fesarse

    con

    l. Si

    adivinaba que

    algn penitente

    no

    tena verdadera

    contriccin se

    levantaba

    del

    confesionario

    lo tomaba

    de

    la

    mano y

    blandien-

    do en

    l a izquie rda

    su crucifijo lo arrodillaba

    ante el Cristo

    rezaba

    con l el acto de contr ic

    cin le

    haca repetir :

    Seor os amo

    mucho.

    El

    apostolado ent re toda clase de enfermos

    qu

    no haca

    distincin de razas y entre

    criminales y

    condenados

    a

    muerte

    completaban

    el

    cuadro

    de las miserias de Claver miserias

    de

    donde

    arrancaba

    el hambre de

    negarse

    a s

    mismo y la bsqueda de una nueva

    Pasin mar-

    tirizada.

  • 7/26/2019 1980050590.pdf

    19/40

    V NO

    LOS

    SUyOS

    131

    La Encarnacin del Hijo de Dios es

    una

    ver

    dad

    revelada que la Iglesia, con magisterio infa

    lible, propone a

    nuestra

    fe, y

    que

    debe se r admi

    tida, eodem sensu, eademque sententia. El Evan

    gelista

    San

    Juan lo afirma categricamente, cuan-

    do

    escribe: y el

    Verbo se

    hizo carne

    In

    1 14 ;

    en

    su primera car ta repite:

    Lo que era desde

    el

    principio,

    lo que

    hemos

    odo, lo que

    hemos

    visto

    con nuest ros

    ojos,

    lo

    que

    contemplamos,

    y

    palparon

    nuestras

    manos

    tocando

    al

    Verbo

    de

    vida,

    porque la vida

    se

    ha manifestado,

    y noso

    tros

    hemos

    visto y

    testificamos

    y

    os

    anunciamos

    la

    vida

    eterna,

    que

    estaba en el Padre y se nos

    manifest

    . . . 1.

    a

    Jn.

    1 1

    2). Todo,

    en

    los

    Sagrados

    Evangelios, nos habla de la

    Persona

    de

    Jess,

    de

    su Mensaje de

    salvacin,

    de sus palabras, mila

    gros, actitudes, etc.; lo humano encubre al Verbo

    eterno, Dios como

    el

    Padre y

    el

    Espritu Santo.

    No menos

    claras

    son las Epstolas

    apostlicas,

    es

    pecialmente San Pedro, San

    Pablo,

    San Juan y

    los

    Hechos

    de

    los

    Apstoles;

    el

    testimonio

    de ta

    les documentos es

    tan

    fehaciente que no se puede

    negar

    su genuina his toric idad , s in poner en peli

    gro el talante cientfico

    de

    los detractores.

    Los Smbolos

    de

    la fe; los Sagrados Concilios

    Ecumnicos

    de

    Nicea 325); Constantinopla 381);

    Efeso

    43l ; Calcedonia

    45l),

    por

    citar algunos

    muy

    sobresalientes; los

    Santos Padres

    y el cons

    tante Magisterio de

    la Iglesia,

    siempre han

    ex

    puesto

    con

    autoridad, y

    defendido

    contra los he

    rejes, el hecho

    de la Encarnacin del Hijo de

    Dios, y por

    tanto,

    la s

    dos

    naturalezas subsisten-

    tes

    en

    la Persona divina del Verbo; lo

    mismo

    que

    la perpe tua v irgin idad

    de

    Mara Santsima, tan

    ntimamente ligada a la Persona de su Hijo y a

    su obra

    redentora;

    con toda propiedad

    debe

    ser

    llama

    Theotocos, es

    decir,

    Madre de Dios. El

    Evangelista San Lucas, describe al detal le ,

    el

    he

    cho de la anunciacin a la Virgen,

    el

    Nacimiento

    de

    Jess en Beln,

    otros

    acontecimientos de la

    infancia del Seor. En efecto, el Verbo que, se

    gn

    San Juan,

    era Dios, vino a los suyos,

    pero

    los suyos

    no

    le recibieron In 1-1l).

    Para

    ahon-

    FR Y NTONIO E

    LUGo

    O.S.H.

    dar

    en l as referencias de San

    Lucas,

    es p reci so

    tener

    a la vista, el texto de San Juan.

    La

    lectura

    de San

    Pablo,

    ayuda

    a profundizar

    en

    la contem-

    placin del misterio de Cristo,

    que como

    escribe

    a

    los

    filipenses, semetipsum exinanivit, formam

    servi accipiens,

    in

    similitudinem hominum

    factus

    et

    hab