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    ACCIONES COLECTIVAS PARA REDUCIRLA CORRUPCIN EN ARGENTINA

    LMITES Y OPORTUNIDADES

    Proyecto

    Towards a Culture of Anti-Corruption Compliance in Argentina:Reorienting Incentives through Collective Action

    [Hacia una cultura de cumplimiento anticorrupcin:reorientando los incentivos a travs de la accin colectiva]

    Equipo de Trabajo:

    Sergio Berenzstein

    Martn BhmerAberto FhrigGuillermo JorgeEzequiel Nino

    Asistentes:

    Ana Bovino

    Celeste Braga BeatoveDalila BrostoCatherine GreeneMara de la Paz Herrera

    Cecilia A. Kralj

    Malena Moreno HueyoNatalia TorresLuis Villanueva

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    Diseo grfco

    mono | Diego Grinbaum

    Este documento fue elaborado en el marco del proyecto Towards a Culture of Anti-CorruptionCompliance in Argentina: Reorienting Incentives Through Collective Action por el Programa deControl de Corrupcin del Departamento de Derecho de la Universidad de San Andrs, la AsociacinCivil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro de Implementacin de Polticas Pblicas para laEquidad y el Crecimiento (CIPPEC). El objetivo del proyecto es aumentar el conocimiento disponiblesobre los incentivos institucionales, polticos y empresariales que contribuyen a la regularidadde ciertas prcticas corruptas, el costo de dichas prcticas y los mecanismos que pueden inducira los actores hacia reformas en nuestro pas. Las opiniones de este documento son de exclusiva

    responsabilidad de los autores. El proyecto es nanciado por la Siemens Integrity Initiative.

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    1. Presentacin

    2. Iniciativasdeaccincolectivaparareducirlacorrupcin

    2.1. Estndares industriales globales

    2.2. Pactos de integridad

    2.3. Iniciativasorientadasacrearcondicionesmnimasdeconfanza

    3. AccincolectivaycorrupcinenArgentina

    4. Losmbitosdetrabajodelproyecto

    4.1.Oportunidadesdecorrupcinenelfnanciamiento

    de la actividad poltica

    4.1.1. Las relaciones entre el mercado, el Estado y la poltica

    4.1.2. La estructura de incentivos del marco regulatorio

    4.1.3. Preguntas relevantes para el diagnstico

    4.2. Compras pblicas en el mercado de medicamento 4.2.1. La estructura de competencia imperfecta del mercado

    de medicamentos y los actores involucrados

    4.2.2. El marco regultorio para las compras pblicas de medicamentos

    4.2.3. Preguntas relevantes para el diagnstico

    4.3. Riesgos para las personas jurdicas de participar

    en hechos de corrupcin

    4.3.1. La responsabilidad de las personas jurdicas

    4.3.1.1. Responsabilidad penal

    4.3.1.2. Responsabilidad administrativa

    4.3.2. Remedios para las victimas e incentivos para los denunciantes

    4.3.3. Preguntas relevantes para el diagnstico

    4.4. El rol de los intermediarios profesionales

    4.4.1. La prctica de la abogaca y el Estndar tico Bsico (EEB)

    4.4.2. Normas que regulan el ejercicio profesional

    4.4.3. Preguntas relevantes para el diagnstico

    5. Conclusiones

    6. ReferenciasBibliogrcas

    ndice

    7

    11

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    17

    1921

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    Este documento delinea el plan de trabajo del

    proyecto Towards a Culture of Anti-Corrup-

    tion Compliance in Argentina: Reorienting

    Incentives Through Collective Action, [Hacia

    una cultura de cumplimiento anti-Corrupcin:

    reorientando los incentivos a travs de la ac-

    cin colectiva] que, con el apoyo de la Sie-

    mens Integrity Initiative, desarrollan el Pro-

    grama de Control de Corrupcin del Depar-

    tamento de Derecho de la Universidad de San

    Andrs (UDESA), Sergio Berensztein (UTDT

    y Poliarquia Consultores), la Asociacin Civil

    por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro

    para la Implementacin de Polticas Pblicas

    para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

    El proyecto ha sido seleccionado luego deun proceso competitivo llevado a cabo entre enero ydiciembre de 200. De las ms de 300 propuestas pre-sentadas en todo el mundo, han sido seleccionadas 38,de las cuales solo 3 conciernen a pases de Amrica La-tina. Los detalles del proceso y de la iniciativa estndisponibles en http://www.siemens.com/sustainability/en/compliance/collective_action/integrity_initiative.php ltima vez visitada 26 de abril de 20). La pro- puesta del proyecto, en http://www.udesa.edu.ar/Uni-

    dades-Academicas/departamentos-y-escuelas/Departa-mento-de-Derecho/Programa-control-de-corrupcion.

    El proyecto se dirige a reducir oportunidades

    de corrupcin a travs de la generacin de ac-

    ciones colectivas -pblicas, pblico-privadas

    o privadas- en cuatro mbitos especcos so-

    bre los cuales nos proponemos inuir coordi-

    nadamente. Dos de ellos se reeren a espacios

    con intensos intercambios pblico-privados:

    1. El nanciamiento de la actividad poltica

    2. Las compras y contrataciones pbli-

    cas en el mercado de medicamentos y

    equipamiento mdico.

    En ambos casos, nuestro esfuerzo consisti-

    r en echar luz sobre algunas oportunidades

    de corrupcin que dan lugar a prcticas que

    ocurren con regularidad en estos mbitos, de-linear la estructura de incentivos que permite

    canalizarlas, compararla con la que prevn las

    instituciones formales que tales prcticas inhi-

    ben y encontrar lneas de trabajo que permitan

    discutir, con los interesados, opciones de ac-

    cin colectiva para reducir la brecha entre am-

    bas. En el caso de las compras y contratacio-

    nes pblicas, dada la multiplicidad de lgicas,

    1.Presentacin

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    actores y marcos regulatorios que operan en

    cada mercado, hemos decidido concentrarnos

    en el de los medicamentos y el equipamiento

    mdico, tanto por la relevancia que tienen las

    polticas de salud, como por las reformas que

    se discuten a partir de los escndalos recientes

    en el rea.

    Los dos restantes espacios sobre los que tra-

    bajaremos se concentran en el rol de determi-

    nados actores que podran contribuir con la

    reduccin de las prcticas en las que concen-traremos nuestra atencin. Ellos son:

    3. Las sociedades comerciales

    4. Los profesionales que estructuran, in-

    termedian y controlan transacciones

    abogados, contadores, auditores en

    relacin al rol que podran cumplir en

    la prevencin y deteccin de algunas

    de estas prcticas.Tambin aqu nos interesa comprender la in-

    terface formal/informal y proponer estructuras

    de incentivos que permitan obtener resultados

    que se acerquen ms al ideal que proponen

    las instituciones formales. En relacin con las

    empresas, nos interesa explorar por un lado,

    los incentivos que actan a la hora de decidir

    participar en esquemas corruptos en determi-

    nados mercados y contextos sin dudas, aun-

    que no exclusivamente, los vinculados a la

    nanciacin de la poltica y a las compras y

    contrataciones pblicas de medicamentos- y

    los modos de resolucin de conictos infor-

    males que se utilizan con regularidad cuando

    los acuerdos venales no funcionan para algu-

    na de las partes. En paralelo, estudiaremos el

    diseo y funcionamiento prctico de los reg-

    menes jurdicos que estructuran los contratos

    pblicos, y cmo operan los sistemas de atri-

    bucin de responsabilidad por participar en

    episodios de corrupcin pblica, tanto frente

    al Estado penal o administrativo- como frente

    a sus accionistas, competidores, trabajadores,

    consumidores o ciudadanos afectados por la

    conducta deshonesta. Aunque una mirada su-

    percial a lo que ocurre en nuestros tribunales

    sugiere que estos temas no se discuten en la

    justicia, intuimos que el aparato jurdico y re-gulatorio transnacional generado en la ltima

    dcada a nivel global para reducir la corrup-

    cin ha comenzado a impactar sobre viejas

    prcticas. Utilizaremos un esquema similar en

    relacin con los profesionales intermediarios,

    cuyo rol en el asesoramiento de clientes que

    incurren en transacciones corruptas tambin

    ha variado notablemente en los ltimos aos.Efectivamente, el espiral regulatorio trans-

    nacional ha revitalizado discusiones sobre el

    rol de estos profesionales en las democracias

    constitucionales, asignndoles funciones de

    deteccin cuyo incumplimiento genera res-

    ponsabilidades legales.

    Nuestro plan de trabajo est estructurado en

    dos etapas. La primera -marzo 20/abril

    202- est orientada a comprender, producir

    y difundir conocimiento sobre la estructura

    de incentivos que permite la regularidad de

    prcticas corruptas en los mbitos de traba-

    jo seleccionados, y a identicar a los actores

    claves que podran participar en procesos de

    accin colectiva dirigidos a modicar tales in-

    centivos. Los diagnsticos resultantes de este

    proceso sern presentados en una conferencia

    8

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    internacional, prevista para el otoo de 202,

    que marcar la nalizacin de la primera eta-

    pa del proyecto.En la segunda etapa -Mayo 202/Diciembre

    203- desarrollaremos los procesos de accin

    colectiva identicados como posibles en la

    primera etapa, de manera coordinada entre en

    los 4 mbitos seleccionados, de modo de po-

    tenciar nuestros resultados. Para ello se pre-

    v la creacin de una plataforma que permita

    la produccin de informacin, la interaccinentre todos los actores interesados y la par-

    ticipacin en mecanismos de generacin de

    consensos para la redaccin, presentacin,

    implementacin y monitoreo de las reformas.

    La experiencia ser presentada en una segun-

    da conferencia internacional que concluir las

    actividades del proyecto2.

    A continuacin sintetizamos algunas iniciati-

    vas de accin colectiva dirigidas a reducir lacorrupcin para comprender su lgica y su uti-

    lidad para el proyecto. La seccin 3 especula

    sobre algunas caractersticas de la corrupcin

    en Argentina y, en funcin de ellas, las posibi-

    lidades de organizar acciones colectivas para

    reducirla. La seccin 4 presenta nuestro cono-

    cimiento sobre las lgicas que operan en los

    mbitos sobre los cuales el proyecto inuir yanticipan las principales preguntas que guia-

    rn los diagnsticos que realizaremos durante

    el resto de 20. La Seccin 5 concluye.

    Para mayor informacin sobre las actividadesdel proyecto, consultarhttp://www.udesa.edu.ar/Uni-dades-Academicas/departamentos-y-escuelas/Departa-mento-de-Derecho/Programa-control-de-corrupcion

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    El n de la guerra fra coloc la reduccin de

    la corrupcin pblica en el centro de la agenda

    internacional. Con la cada del muro de Ber-

    ln, cayeron tambin muchos de los incentivos

    para sostener alianzas polticas que incluan no

    inmiscuirse en los destinos de la asistencia -

    nanciera internacional. An ms signicativa-

    mente, la apertura de nuevos mercados gener,

    especialmente entre los pases exportadores, la

    necesidad de establecer reglas mnimas para las

    oportunidades de inversin que se abran en el

    mundo en desarrollo. La combinacin de esos

    factores permiti que la corrupcin pblica de-

    jara de ser un asunto interno, protegido por el

    principio de soberana, para convertirse en mo-tivo de escrutinio internacional (Jorge 2008).

    Durante los aos 90s proliferaron estudios

    que conrmaron que la corrupcin o, ms

    precisamente, algunas expresiones de este fe-

    nmeno, constituyen un importante obstculo

    para el desarrollo econmico (Rose-Acker-

    man 2002; Bardhan 2002) y para la consoli-

    dacin del sistema democrtico (ODonnell

    996; Mainwaring 999; Brusco et al. 2004;

    Levitsky y Helmke 2006). Estos hallazgos

    derivaron en una variedad de iniciativas inter-

    nacionales -tratados multilaterales3, polticas

    internas en los Bancos Multilaterales de Cr-

    dito4- e innidad de programas de asistencia

    nanciera internacional, especialmente para

    el centenar de pases que abrazaba el ideal de

    las democracias de mercado.

    En el mundo en desarrollo, estos esfuerzos

    se concentraron inicialmente en apoyar los

    Convencin Interamericana contra la Co-

    rrupcin (CICC), 996; Convencin para Combatirel Cohecho de Servidores Pblicos Extranjeros en

    Transacciones Comerciales Internacionales, (OCDE),997; Convenio de Derecho Penal sobre la Corrup-cin, (CdE), 999; Convenio de Derecho Civil sobre laCorrupcin (CdE) 999; Convencin de la Unin Afri-cana para Prevenir y Combatir la Corrupcin, (UA),2003; Convencinde las Naciones Unidas contra laCorrupcin, (ONU), 2003. Acuerdo de Aplicacin Mutua de las Decisio-

    nes de Inhabilitacin, suscriptoen 200 por el Grupodel Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiticode Desarrollo, el Banco Europeo de Reconstruccin yDesarrollo, el Grupo del Banco Interamericano de De-sarrollo, y el Grupo del Banco Mundial.

    2.Iniciativas de accin colectiva para reducir la corrupcin

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    procesos de liberalizacin econmica, bajo

    la premisa de que una parte importante de la

    corrupcin pblica se origina en la bsquedade rentas que ofrece una economa con alta

    participacin estatal. La mayora de estos

    programas fracas, en cuanto a la reduccin

    de la corrupcin se referan, al toparse con

    las consecuencias de liberalizar economas

    en contextos con instituciones formales muy

    dbiles e instituciones informales relativa-

    mente estables. La experiencia latinoame-ricana es un buen ejemplo de tales fracasos

    (Whitehead 2002).

    Una segunda generacin de programas de asis-

    tencia an vigente- se ha concentrado en el

    fortalecimiento del Estado de Derecho marcos

    jurdicos, construccin y desarrollo de capaci-

    dades institucionales-, incluyendo el de actores

    no gubernamentales, especialmente la prensay organizaciones de la sociedad civil. Hasta el

    momento, los resultados de estos esfuerzos son

    variados, pero en lneas generales, al menos en

    nuestra regin, parecen ser relativamente mo-

    destos (DeShazo 2008). La mayora de los ob-

    servadores de estos procesos coinciden en que

    se requieren estrategias de largo plazo, dispues-

    tas a acompaar el ritmo -de avances y retroce-

    sos- de desarrollo institucional y econmico de

    cada pas (Johnston 2005).

    Por el contrario, el espiral normativo y regula-

    torio producido en el mundo desarrollado, es-

    pecialmente a raz de la entrada en vigor de la

    Convencin OCDE contra el soborno de fun-

    cionarios pblicos extranjeros en transaccio-

    nes comerciales internacionales (en adelante,

    Convencin OCDE) y de la Convencin de

    las Naciones Unidas contra la Corrupcin (en

    adelante CNUCC), parecen haber generado

    un aumento geomtrico de los riesgos legalesy a la reputacin que enfrentan las empresas

    multinacionales cuando pagan sobornos para

    obtener negocios.

    Estados Unidos, el pas ms activo en la ge-

    neracin de esta tendencia, ha expandido

    exponencialemente el alcance de la Foreign

    Corrupt Practices Act (FCPA) a todas las em-

    presas que cotizan en su mercado de valores con independencia de su nacionalidad-; ha

    aumentado proporcionalmente los recursos

    para investigar del Departamento de Justicia

    (DOJ) y en la Securities and Exchange Com-

    mission (SEC); ha modicado el modo de cal-

    cular las sanciones pecuniarias, permitiendo

    que las multas aplicadas por SEC cubran la to-

    talidad de las ganancias obtenidas y se sumena las aplicadas por el DOJ, que se calculan en

    relacin al grado de reproche. Ha expandido

    la litigiosidad derivada de los pagos ilcitos a

    funcionarios pblicos extranjeros permitien-

    do el ejercicio de derechos de accionistas,

    trabajadores, competidores e incluso de los

    Estados cuyos funcionarios recibieron los so-

    bornos. Aunque no todos los miembros de la

    OECD son tan activos, muchos otros pases

    estn adoptando polticas similares. En ms

    de 0 aos de vigencia, la OECD report ms

    de 280 investigaciones iniciadas en 2 pases

    miembros del tratado (OECD, 200).

    Los bancos multilaterales de crdito tambin

    han aumentado los riesgos para las empresas

    que participan en actividades corruptas. En

    abril de 200, el Banco Mundial, el Banco Inte-

    12

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    ramericano, el Banco Europeo, el Banco Asi-

    tico y el Banco Africano suscribieron un acuer-

    do por el cual no solamente armonizaron las

    prcticas corruptas que dan lugar a la prohibi-

    cin de participar en licitaciones pblicas total

    o parcialmente nanciadas por alguna de estas

    entidades, sino que han acordado que aquellas

    empresas sancionadas por uno de los bancos,

    bajo ciertas condiciones, perder la chance de

    participar en proyectos nanciados por cual-

    quiera de ellos. Como fuera sealado al presen-tar la iniciativa, el mensaje para las empresas es

    claro: defrauda a uno y sers sancionado por

    todos (Zoellick 200).

    Con el nombre de iniciativas de accin colec-

    tiva para reducir la corrupcin se identican

    aquellos programas que se concentran en el rol

    del sector privado en la reduccin de prcticas

    corruptas. Como veremos a continuacin, lalgica de estos programas est generalmente

    asociada a la necesidad de reducir la brecha

    entre los nuevos riesgos generados en el mun-

    do desarrollado y los bajos riesgos asociados

    a la corrupcin en una parte importante del

    mundo en desarrollo.

    Popularizado por Mancur Olson a mediados

    de la dcada del 60 en su bsqueda a la so-lucin de la paradoja del free rider(Olson,

    965), el trmino accin colectiva es utili-

    zado en diferentes contextos para explicar la

    necesidad de crear incentivos que impulsen

    a individuos a cooperar para la provisin de

    bienes pblicos. La paradoja es la siguiente:

    todos los miembros de un grupo pueden be-

    neciarse de los esfuerzos de cada miembro y

    cada miembro puede, a su vez, beneciarse de

    la accin colectiva. Pero si uno o varios miem-

    bros del grupo no cooperan, sea para aprove-

    charse de la contribucin de los restantes el

    caso delfree rider-, o por la incertidumbre so-

    bre el comportamiento de los dems el caso

    del dilema del prisionero- los benecios de la

    accin colectiva se pierden.

    En el marco de las iniciativas para reducir la

    corrupcin, el trmino ha sido aplicado espe-

    cialmente para disear estrategias para el sec-

    tor privado en contextos de corrupcin estruc-tural. En este caso, la paradoja podra expre-

    sarse as: la mayora de los actores privados

    se beneciara de un mercado que opere libre

    de prcticas corruptas y ello podra lograrse si

    cada uno se abstuviera de intercambiar bene-

    cios indebidos. Sin embargo, el costo de abs-

    tenerse prdida de negocios, exclusin del

    mercado, represalias- y la incertidumbre sobreel comportamiento de los restantes miembros

    del grupo si yo no lo hago, mis competido-

    res lo harn- impiden la cooperacin necesa-

    ria para mejorar el ambiente de negocios. Las

    claves para la solucin de estas paradojas se

    distribuyen entre la generacin de incenti-

    vos individuales que alienten la cooperacin

    econmicos, legales, reputacionales, etc- y lageneracin de mecanismos que permitan au-

    mentar la conanza entre el grupo de jugado-

    res que se beneciaria de la accin colectiva.

    En la escasa literatura que existe sobre pro-

    gramas de accin colectiva para reducir la

    corrupcin (Braithwaite 2006; Majluf y Na-

    varrete 200; Petkoski, Jarvis y Frauscher

    2009; Petkoski, Warren y Laufer 200; Wel-

    tzien Hoivik y Shankar 200), elproblema es

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    usualmente planteado como un dilema para

    las compaas multinacionales cuyos pases

    de origen prohben el pago de sobornos afuncionarios pblicos extranjeros, por la

    desventaja competitiva que enfrentan frente

    a las compaas (internacionales o doms-

    ticas) que no se motivan por tales reglas

    aunque formalmente existan. Por ello, estas

    iniciativas son identicadas, en cuanto a los

    actores, como estrategias del sector privado

    muchas veces con participacin del Esta-do, pero con un rol prominente del sector

    privado- que, colectivamente, se propone

    cooperar para reducir determinadas prcti-

    cas, usualmente, con estrategias de regula-

    cin o auto-regulacin sectorial.

    En nuestro pas ha habido un puado de in-

    tentos de trabajar colectivamente con el sector

    privado pero, hasta el momento, tales esfuer-zos han fracasado lo que da cuenta del desa-

    fo que proponen estas acciones.

    A continuacin sintetizaremos tres tipos de

    iniciativas cuyo anlisis consideramos rele-

    vante para nuestro proyecto.

    2.1.Estndaresindustrialesglobales

    A nivel global, algunas industrias han acor-

    dado estndares privados para reducir prc-

    ticas concretas. Estas iniciativas estn, en

    general, dirigidas a acelerar procesos de ar-

    monizacin normativa.

    En la industria bancaria, por ejemplo, a partir

    del ao 2000, 2 bancos internacionales que

    en conjunto detentan alrededor del 70% del

    segmento de private banking5, unidos bajo el

    Con este trmino se designa al segmento de

    nombre de Wolfsberg Group, suscribieron di-

    versos acuerdos para prevenir el lavado de di-

    nero procedente de varios delitos, incluyendolos asociados a la corrupcin6.

    Algo similar est ocurriendo en la industria de

    defensa. En 2009, laAerospace Industries As-

    sociation of America (AIA que rene a ms

    de 00 compaas estadounidenses- y la Ae-

    roSpace and Defence Industries Association

    of Europe (ASD) que rene a casi 30 y re-

    presenta a ms de 2000 compaas europeas-acordaron los Global Principles of Business

    Ethics for the Aerospace and Defense Indus-

    try7. Entre otras declaraciones ms generales,

    los rmantes se concentraron en el rol de los

    intermediarios en los pagos ilcitos sin duda

    el denominador comn de la corrupcin en

    esta industria- y acordaron una denicin am-

    plia de intermediarios, el monitoreo previo desus contrataciones y reglas para canalizar los

    pagos de sus servicios prohibicin de pagos

    en efectivo, limitacin de pagos fuera de la

    jurisdiccin de residencia del agente, regis-

    tro de todos los pagos en los libros contables,

    etc.-. La iniciativa transatlntica tiene antece-

    dentes de regulacin privada, surgidas como

    respuesta a sendos escndalos a ambos lados

    la industria que brinda servicios personalizados a in-dividuos que invierten activos superiores al milln dedlares aunque esta cifra actualmente vare. El trmi-no privada se reere tanto a la atencin personalizadacomo a la privacidad de la que estn rodeados estosservicios. Los estndares alcanzados estn disponiblesen www.wolfsberg-principles.com. (Consultados porltima vez el 2 de mayo de 20) Verhttp://www.asd-europe.org/site/leadmin/

    user_upload/07_4PGlobalPrinciples_A4.pdf (Consul-tados por ltima vez el 26 de abril de 20)

    14

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    del ocano. El acuerdo global es un consenso

    entre ambos catlogos de principios8.

    Varias empresas de la industria de logsticahan encarando un proceso similar. A diferen-

    cia de la industria de defensa, cuyos clientes

    habituales son los Estados, el punto neurl-

    gico de la corrupcin en estas industrias son

    los pagos de facilitacin9, especialmente en

    las aduanas, tema alrededor del cual giran las

    incipientes discusiones entre los principales

    jugadores globales del sector.Los estndares industriales tienen un fuerte

    potencial para evitar que la corrupcin integre

    regularmente el abanico de estrategias para

    conseguir negocios. En el caso de la industria

    bancaria multinacional, algunos efectos posi-

    tivos son evidentes. Por ejemplo, el hecho de

    que los mayores competidores de los segmen-

    tos ms sensibles al lavado de dinero origina-do en la corrupcin banca privada, banca co-

    rresponsal- acuerden aplicaren todas sus sub-

    sidiarias y liales estndares ms altos que los

    requeridos por los reguladores de la mayora

    de los centros offshore y de la mayora de los

    pases en desarrollo, tiene el potencial de mo-

    En 986, tras un escndalo entre contratistas

    y agencias del gobierno norteamericano, la industria seagrup bajo la Defense Industry Initiative (DII), una plataforma abierta para compartir mejores prcticasentre 85 empresas. Los Common Industry Standards(CIS) europeos, ya suscriptos por ms de 400 empresasen Europa, son el resultado acumulado de esfuerzosde la sociedad civil (el Basel Institute on Governance)y los principales jugadores de la industria de defensaEuropea. Con este trmino se designan los pagos depequeas ddivas a funcionarios pblicos tanto paraobtener un benecio menor e.g.. acelerar un trmite-

    como para asegurar que realizarn su trabajo en elplazo legal.

    dicar el ambiente regulatorio en los llamados

    parasos scales (Pieth y Aiol 2003).

    Por supuesto, esta modicacin requiere que elacuerdo sea implementado en todas las subsi-

    diarias y liales de cada institucin miembro,

    lo que implica, para las instituciones rman-

    tes, asumir el desafo y los costos- de imple-

    mentar globalmente polticas homogneas en

    espacios culturales y sociales donde imperan

    regulaciones y prcticas muy divergentes. En

    atencin al grado de descentralizacin que ca-racteriza a las corporaciones multinacionales,

    no se trata de un desafo menor. Y an cuan-

    do existe voluntad para asumirlos, no es in-

    frecuente encontrar ociales de cumplimiento

    con responsabilidades globales frustrados por

    no encontrar la estrategia adecuada para que

    los empleados internalicen que los estndares

    de la compaa impiden recurrir a determina-das prcticas para competir.

    Los estndares sectoriales, en tanto instan-

    cias de auto-regulacin global, colaboran con

    la formulacin de estndares generales, e in-

    directamente con la generacin de normas

    domsticas. El aporte de los competidores

    multinacionales se orienta en general hacia la

    reduccin de las desventajas competitivas ori-

    ginadas en la falta de reglas globales homog-

    neas. En algunos casos, su mejor posicin para

    evaluar los costos que origina una regulacin

    en cada pas -en relacin con cada regulador

    domstico- les permite alertar sobre modelos

    para alcanzar los mismos objetivos por me-

    dios ms ecientes. Esto ltimo, por supuesto,

    genera la percepcin a veces fundada- de que

    se trata de un grupo de inters previniendo el

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

    15/85

    aumento de la presin regulatoria.

    En nuestro ejemplo del Wolfsberg Group,

    aunque algunos observadores atribuyeron laformacin de la iniciativa a la prdida de re-

    putacin originada en publicitados escndalos

    Marcos, Abacha, Salinas, Montesinos, Duva-

    lier, Suharto-, existan fuertes incentivos para

    prevenir las desventajas competitivas origi-

    nadas en regulaciones que imponan costos

    dispares de cumplimiento de las regulaciones

    de prevencin del lavado de dinero. Ello ocu-rra, por un lado, por la falta de homogeneidad

    de las regulaciones domsticas y los recursos

    destinados por cada pas para hacerlas cum-

    plir. Y, por otro, por el enfoque regulatorio

    que se desprenda de las 40 recomendaciones

    del GAFI vigentes en 2000, que impona a los

    bancos los mismos costos de identicacin

    para todos sus clientes, con independenciadel tipo de transacciones que realizaran. Ello

    implicaba que los bancos que concentran sus

    negocios en segmentos con muchos clientes

    de bajo riesgo e.g. banca minorista- sufran

    una desventaja competitiva respecto de los

    bancos que concentran sus negocios en seg-

    mentos de pocos clientes de alto riesgo e.g.

    banca privada. Por ello, para los primeros era

    importante asociar los costos de cumplir con

    las normas de prevencin del lavado de dine-

    ro a los riesgos derivados de cada cliente y/

    o tipo de transaccin. Estas inquietudes, que

    estaban siendo estudiadas en paralelo por el

    Comit de Basilea para la Supervisin Ban-

    caria, se vieron luego reejadas en la versin

    2003 de las 40 Recomendaciones del GAFI a

    travs de la inclusin del enfoque basado en

    el riesgo que actualmente gobierna la mane-

    ra de entender la debida diligencia del cliente

    en materia de prevencin del lavado de dinero

    (Pieth y Aiol 2003), y que, probablemente,

    se profundice en la prxima revisin de las 40

    recomendaciones (Wolfsberg 20).

    Estos acuerdos generan legtimas preguntas

    respecto del impacto que tienen sobre los com-

    petidores locales. Cuando se trata de la provi-

    sin de bienes pblicos e.g., reducir la corrup-

    cin- la prdida de poder de negociacin de loscompetidores locales no parece ser un proble-

    ma si los costos que impone el cumplimiento

    son razonables. Siguiendo con nuestro ejemplo

    de la industria bancaria, cuando un regulador

    e.g., la UIF- impone un estndar requerido

    por el GAFI que en general son iguales o infe-

    riores a los acordados por el Wolfsberg Group-

    , las subsidiarias de los miembros del acuerdoen Argentina tendrn incentivos para apoyar la

    regulacin porque alinear los costos de sus

    competidores locales a los ya asumidos por su

    casa matriz que, por la escala, son sensible-

    mente menores (Dolar y Shughart 2007). Esta

    diferencia en los costos de transaccin obliga

    a los polticos que participan de estrategias de

    desarrollo orientadas al fortalecimiento de la

    industria local, a asegurarse de que los costos

    que la regulacin impondr a los competido-

    res locales son necesarios para la provisin del

    bien pblico buscado.

    Aunque haya quedado dicho entre lneas, pa-

    rece claro que los incentivos que impulsan al

    sector privado a auto-regularse colectivamen-

    te a travs de estos acuerdos entre competi-

    dores globales provienen de estndares inter-

    16

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    17

    nacionales o regulaciones estatales de alcance

    extraterritorial, que en los ltimos aos han

    aumentado sensiblemente los riesgos asocia-dos a utilizar la corrupcin para conseguir

    negocios en el mundo en desarrollo. Como

    grcamente sealan Heuritier y Lehmkihl,

    la autoregulacin sectorial nace a la sombra

    de la jerarqua (2008), expresin con la que

    sintetizan que inclusive la regulacin sectorial

    nace como consecuencia de la entrada en vi-

    gor -o de la amenaza de la entrada en vigor-de estndares y leyes generales.

    Como seal Laufer para el caso de las multi-

    nacionales estadounidenses, la responsabilidad

    penal es el ltimo eslabn de otros controles

    menos formales, como la auto-regulacin u

    otras formas de cooperacin empresarial

    (Laufer 2006). Ello sugiere que la implementa-

    cin domstica de los estndares establecidosen la Convencin OCDE, la formidable expan-

    sin en la aplicacin de la FCPA a compaas

    no estadounidenses, la inminente entrada en

    vigor de la Ley contra el Soborno del Reino

    Unido, las prohibiciones cruzadas entre los

    bancos multilaterales de crdito para ser con-

    tratista en obras co-nanciadas por cualquiera

    de ellos y los sistemas de deteccin de transac-

    ciones sospechosas impuestos por las regula-

    ciones de prevencin del lavado de dinero han

    creado un marco regulatorio global sin el cual

    sera difcil imaginar estas instancias de auto-

    regulacin. Sin un Estado capaz de persuadir

    y sancionar, deca Braithwhite, las formas de

    cooperacin del sector privado carecern de

    incentivos estables (998, 356).

    A los efectos de nuestro proyecto, ello requiere

    conocer los incentivos que imponen los mar-

    cos regulatorios a los cuales est sujeto cada

    actor relevante, las polticas internas para ade-cuarse a esos estndares y su aplicacin efec-

    tiva en nuestro pas.

    2.2.Pactosdeintegridad

    Una segunda modalidad de accin colectiva

    son los llamados pactos de integridad. A di-

    ferencia de los estndares industriales, estosacuerdos se dirigen a prevenir la corrupcin

    especcamente en el mbito de las compras

    y contrataciones pblicas. Diseados origi-

    nalmente por Transparencia Internacional a

    comienzos de los aos 90s, los pactos de in-

    tegridad son acuerdos mediante los cuales un

    organismo pblico encargado de administrar

    una licitacin y quienes compiten para obte-

    nerla establecen reglas para evitar el ofreci-

    miento y aceptacin de sobornos, los acuerdos

    de precios entre competidores y/u otras prcti-

    cas corruptas.

    El cumplimiento de los pactos de integridad

    es, en general, monitoreado por miembros

    de la sociedad civil -ONGs que promueven

    la transparencia. El acuerdo puede incluir

    sanciones por incumplimiento de alguna delas obligaciones acordadas -con independen-

    cia de las acciones penales o administrativas

    previstas por la legislacin- que en general se

    basan en la idea de afectar la reputacin del

    incumplidor y, a veces, la posibilidad de par-

    ticipar como oferente en contratos futuros. En

    la ltima dcada se han implementado, en el

    mundo, decenas de pactos que dieren en el

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    nivel de monitoreo y en la posibilidad de apli-

    car sanciones10.

    Algunas iniciativas sectoriales de alcance glo-bal utilizan esta herramienta cuando se presen-

    ta la oportunidad en contextos domsticos. Los

    ejemplos ms conocidos son la Iniciativa de

    Transparencia de las Industrias Extractivas11,

    la Iniciativa de Transparencia en el Sector de

    la Construccin12, la Iniciativa Defensa contra

    la Corrupcin13 y la Red de Integridad por el

    Agua14. Todos estos esfuerzos involucran alEstado, al sector privado y a la sociedad civil

    y combinan herramientas que se acercan a los

    estndares industriales, a la hora de jar prin-

    cipios generales, y a los pactos de integridad,

    a la hora de implementarlos en cada pas.

    En Argentina, Poder Ciudadano, el captulo

    argentino de Transparencia Internacional, ha

    realizado con xito, el monitoreo del procesolicitatorio para la adjudicacin de contratos de

    recoleccin de residuos en 2 municipios Mo-

    rn y Esteban Echeverra- y en la Ciudad de

    Buenos Aires5. Aunque la iniciativa persigue

    nes similares a un pacto de integridad, es-

    tos procesos no siguen la lgica de las inicia-

    0 La informacin bsica sobre cada una de

    estas experiencias puede consultarse en www.transpa-rency.org y en http://info.worldbank.org/etools/antic/CaseStudies.asp (Consultados por ltima vez el 9 de

    abril de 20) Disponible en http://eiti.org Disponible en http://www.constructiontrans-parency.org/ Disponible en http://www.defenceagainstcor-ruption.org/our-work Disponible en www.waterintegritynetwork.net

    Para conocer ms sobre la iniciativa consul-tar www.poderciudadano.org.ar

    tivas de accin colectiva porque no existe una

    instancia en la cual el sector privado consen-

    sue determinadas reglas y suscriba un acuerdopara su cumplimiento. El monitoreo de con-

    trataciones pblicas como se denomina esta

    iniciativa- es una herramienta de participacin

    promovida por el Estado -Poder Ciudadano

    es convocado por funcionarios para quienes la

    transparencia en la gestin es una parte im-

    portante de la construccin de su carrera pol-

    tica. Si bien el proceso permite a potencialesoferentes discutir los trminos del pliego lici-

    tatorio en audiencias pblicas u otro tipo de

    instancias participativas, los oferentes pueden

    no participar del proceso. El compromiso del

    sector privado se materializa en la suscripcin

    de una clusula de transparencia, usualmen-

    te incluida en el pliego de licitacin, cuya r-

    ma es requisito para la aceptacin de la oferta.En las experiencias llevadas a cabo hasta el

    momento, la participacin del sector privado

    en la discusin del pliego slo fue signica-

    tiva en el proceso llevado a cabo en la ciudad

    de Buenos Aires.

    Una iniciativa que s funciona con la lgica de

    la accin colectiva son los llamados acuer-

    dos sectoriales de transparencia, una variante

    domstica de los estndares industriales. Tam-

    bin la Fundacin Poder Ciudadano ha sido, en

    nuestro pas, pionera en intentar facilitar estos

    acuerdos, aunque hasta el momento no ha te-

    nido resultados exitosos. La experiencia que

    ms lejos ha llegado ha sido la llevada a cabo

    entre 9 empresas fabricantes de tuberas para

    infraestructura de agua potable y desages.

    El grupo -que controla una parte importante

    18

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    19

    del mercado local y combina subsidiarias de

    empresas multinacionales, algunas con sede

    en pases de la regin, y otras estrictamentelocales- suscribi un ambicioso acuerdo que

    abarcaba principios en materia de compras

    pblicas, nanciamiento poltico, controles

    sobre integrantes de la cadena de valor e, in-

    clusive, evasin impositiva. El acuerdo, ade-

    ms, prevea sanciones y un comit privado

    que evaluara los reclamos entre los miembros

    para su aplicacin. Tal vez por su falta de an-claje a algn negocio concreto, tal vez por su

    ambicioso alcance, tal vez por los costos de

    implementacin, los rmantes perdieron el

    entusiasmo inicial, no implementan polticas

    internar para poner en marcha el convenio y el

    acuerdo perdi vigencia16.

    El estudio de las experiencias exitosas, pero

    sobre todo de los fracasos, da cuenta de la di-cultad, no ya de rmar un acuerdo, sino simple-

    mente de lograr que competidores de un merca-

    do compartan informacin, por irrelevante que

    ella resulte en trminos competitivos.

    2.3.Iniciativasorientadasacrear

    condicionesmnimasdeconanza

    Del mismo modo que los estndares industria-

    les o acuerdos sectoriales de transparencia-,

    los pactos de integridad requieren un alto grado

    de conanza entre sus participantes. Quienes

    han facilitado este tipo de iniciativas coinciden

    en destacar los esfuerzos dedicados a conven-

    cer a algunos participantes de que acepten la

    Entrevista telefnica con Federico Arenoso,

    responsable de las relaciones con el sector privado enPoder Ciudadano, 22 de abril de 20.

    invitacin y la cautela con la que la mayora se

    maneja7. En el caso del Wolfsberg Group, por

    ejemplo, slo cuando dos miembros decidieroncompartir con el resto del grupo sus programas

    internos de cumplimiento, el proceso cobr el

    dinamismo necesario para alcanzar los estn-

    dares iniciales (Pieth y Aiol 2003).

    Al tratarse de instancias de cooperacin depen-

    dientes de la contribucin individual de cada

    miembro, la tentacin para aprovecharse de

    las contribuciones ajenas y la incertidumbresobre el comportamiento de los competidores

    conforman una barrera que slo se destraba en

    contextos en los cuales los costos del esfuerzo

    individual son mnimos o incluso inexisten-

    tes-. Por ello, los escenarios de mayor xito

    en nuestra regin han sido los de oligopolios

    formados por compaas multinacionales que

    dominan una parte sustancial de un mercadoespecco. En muchos casos, inclusive, alguna

    de ellas ha sido sancionada o se encuentra bajo

    investigacin, monitoreo o probation lo que

    aumenta los incentivos para participar en acuer-

    dos de esta naturaleza. Cuando estos acuerdos

    son integrados, adems, por compaas locales,

    o bien stas ya integran la cadena de valor de

    las multinacionales a veces con otras lneas de

    productos- o bien existen condiciones de mer-

    cado favorables para hacerlo, o bien su partici-

    pacin en el mercado es pequea.

    Por ello, en contextos de debilidad institucio-

    nal, donde no existen ni incentivos creados

    por el Estado, y los creados por estados ex-

    Entrevista telefnica con Virginia Lencina,

    ex responsable del Acuerdo Sectorial de Transparenciade Poder Ciudadado, 4 de abril de 20.

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

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    tranjeros son aun incipientes, las iniciativas

    que involucran al sector privado se limitan a

    crear las condiciones para generar conanza.Aqu agrupamos una variedad de proyectos e

    iniciativas que tienen por objeto crear redes,

    diseminar informacin y generar instancias

    para intercambiar experiencias8.

    En nuestro pas recientemente se fundaron dos

    asociaciones que, entre sus principales activi-

    dades, se proponen crear un mbito propicio

    para que ociales de cumplimientoo profesio-nales que desarrollan funciones similares en

    el sector privado puedan generar la conanza

    necesaria que permita, en un futuro, proyec-

    tar acciones colectivas9. Representantes de

    ambas asociaciones destacaron, por una parte,

    la necesidad que haba en Argentina de crear

    instancias en las cuales las personas que de-

    ben velar por el cumplimiento normativo enel sector privado puedan compartir problemas

    y soluciones. Sin embargo, al mismo tiempo,

    manifestaron que rara vez los intercambios se

    Ver ejemplos en http://info.worldbank.org/etools/antic/CaseStudies.asp (Consultado por ltimavez el 26 de abril de 20) El Instituto Argentino de la Empresa (IAE)de la Universidad Austral cre en 2009 el Centro de

    Gobernabilidad y Transparencia (Visitarwww.iae.edu.ar/pi/centros/Governance/Paginas/Home.aspx) cuyamisin, adems de la educacin de ejecutivos, es la promocin de prcticas ticas en negocios a travsde la investigacin, diseo, implementacin y difusin

    de programas de compliance basados en estrategiasde integridad tanto a nivel local como regional . En2010, socios jvenes de una rma de auditora y de dosestudios jurdicos, con el apoyo de un diverso grupode empresas, crearon la Asociacin Argentina de ticay Compliance, (Visitarwww.eticaycompliance.com.ar) una organizacin no gubernamental orientada a nes

    similares.

    generan espontneamente por lo que es ne-

    cesario recurrir a estrategias especcas para

    alentarlos. Probablemente por ello ambas aso-ciaciones concentraron sus esfuerzos del pri-

    mer ao de trabajo en la difusin de informa-

    cin, la realizacin de eventos y la creacin de

    foros electrnicos para aumentar la comunica-

    cin entre sus asociados.

    Las principales conclusiones prcticas que ex-

    traemos del estudio de las iniciativas de accin

    colectiva son las siguientes. En primer lugar,las iniciativas exitosas para movilizar colecti-

    vamente al sector privado contra la corrupcin

    nacen y crecen a la sombra de la jerarqua

    jurdica de estndares internacionales o legis-

    laciones extranjeras con alcance extraterrito-

    rial. En segundo lugar, el fracaso de las ini-

    ciativas intentadas en nuestro pas se explica

    por la facilidad con la que se vislumbran loscostos de participar en estos acuerdos frente a

    la incertidumbre sobre los benecios. De las

    entrevistas realizadas para la elaboracin de

    este documento, varios de los entrevistados

    del sector privado mencionaron la debilidad

    institucional Argentina como el principal

    obstculo para encarar estos procesos.

    20

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

    20/85

    21

    La debilidad institucional Argentina ha sido

    estudiada en diferentes contextos (Helmke y

    Murillo 2005; Nino 992, 996; Tomassi y

    Spiller 2008). La literatura caracteriza a las

    instituciones como fuertes cuando son esta-

    bles, sus reglas cumplidas y sus sistemas desanciones aplicados; y como dbiles cuando

    son inestables y su aplicacin o bien no es

    uniforme existen privilegios- o bien es infre-

    cuente (Levitsky y Murillo, 2005: 270).

    Aunque algunas instituciones bsicas del juego

    democrtico en Argentina gozan de cierta estabi-

    lidad, muchas otras parecen ser extremadamen-

    te dbiles. Por slo poner algunos ejemplos, el

    Congreso Nacional ha sido caracterizado como

    un espacio poco propicio para negociar las pol-

    ticas nacionales. Los legisladores tienen mayores

    incentivos para responder a las lites partidarias

    provinciales a travs de las cuales construyen

    sus carreras polticas- que para preocuparse por

    la calidad de las polticas nacionales (Tommasi y

    Spiller 2008). En relacin con el Poder Judicial,

    pese a las garantas formales de estabilidad, entre

    960 y 999 el promedio de duracin de un Juez

    de la Corte Suprema fue menor a 4 aos, lo que

    diculta construir la legitimidad necesaria para

    imponer el cumplimiento de sus sentencias. El

    Poder Ejecutivo goza en cambio de mayores po-

    deres que los conferidos formalmente. Sin su-cientes controles legislativos o judiciales, cuenta

    con un amplio margen de maniobra para negociar

    instancias de gobernabilidad con diferentes gru-

    pos corporativos que tambin detentan impor-

    tantes cuotas de poder (Nino,996; Etchemendy

    2006). Los gobernadores provinciales, personal-

    mente o a travs de sus delegados en el Congreso

    Nacional, negocian su apoyo a estos acuerdos en

    la medida en que el Ejecutivo garantice o aumen-

    te su porcin de fondos federales para que pue-

    dan nanciar su aparato poltico y las actividades

    del sector privado en sus provincias (Tomassi y

    Spiller, 2008). Todo ello ocurre en un contexto de

    anomia social que muchas veces asume la forma

    de lo que Nino denomin anomia boba, es de-

    cir, cuando la inobservancia de las normas no es

    eciente, ni siquiera, para quien la viola (1992).

    3.Accin Colectiva y Corrupcin en Argentina

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

    21/85

    La debilidad de las instituciones formales ge-

    nera incertidumbre y, consecuentemente, fo-

    menta acuerdos de corto plazo. Por eso ha sido

    sealada como una de las principales causas de

    la falta de cooperacin para realizar acuerdos

    de largo plazo y de la cooperacin y conanza

    que permiten la accin colectiva (Tommasi y

    Spiller 2008; Levitsky y Murillo 2005).

    La incertidumbre que genera la debilidad ins-

    titucional crea fuertes incentivos para que los

    actores polticos y econmicos persigan susobjetivos y aseguren sus acuerdos a travs de

    canales informales que, con el tiempo, pue-

    den institucionalizarse y convertirse en reglas

    o procedimientos ampliamente conocidos y

    cumplidos, an cuando no estn escritos (Hel-

    mke y Levitsky 2006).

    Algunas formas de corrupcin en nuestro pas

    funcionan como instituciones informales quecompiten con instituciones formales dbiles

    (Helmke y Levitsky 2006). En algunos merca-

    dos, y por algunos periodos, la corrupcin gira

    en torno a reglas relativamente estables y com-

    partidas entre los actores que las conocen, quie-

    nes deciden sus comportamientos en funcin de

    las expectativas que tales reglas les generan.

    A diferencia de otras instituciones informalesque sustituyen, se acomodan o complemen-

    tan las instituciones formales- las instituciones

    informales que, como la corrupcin, compiten

    con instituciones formales dbiles, estructu-

    ran los incentivos de modo incompatible con

    las reglas formales: para seguir una regla, los

    actores deben violar la otra. Estas institucio-

    nes informales matan a sus contrapartes

    formales generando resultados que dieren

    marcadamente de los esperables de las reglas

    formales (Helmke y Levitsky 2006, 5). La

    literatura es abundante en mostrar que la co-

    rrupcin, el clientelismo y el patrimonialis-

    mo son instituciones informales que cuando

    compiten con instituciones formales dbiles

    subvierten el Estado, el mercado y las reglas

    electorales (Della Porta y Vannucci 999, 5;

    ODonnell 996; Borozc 2000; Lauth 2000).Comparada con otros pases de la regin, Ar-

    gentina goza de indicadores relativamente salu-

    dables de conanza en el sistema de gobierno

    (BTI 200) cuenta con una sociedad civil relati-

    vamente robusta y con una prensa generalmen-

    te vigilante de los actos de corrupcin pblica

    (Global Integrity Report 2008).

    Aun con las precauciones que requiere guiar-se por ndices de percepcin e indicadores de

    gobernabilidad (Davis 2004; Arndt y Oman

    2006), algunos datos son elocuentes. La vigen-

    cia de determinados derechos en Argentina,

    por ejemlo, es percibida como notablemente

    superior a la media de la regin, y a la media

    de pases con indicadores socio-econmicos

    similares al de nuestro pas. El Rule of LawIndex (200), muestra que, con excepcin de

    la estabilidad y la claridad de las leyes, la per-

    cepcin sobre la ausencia de discriminacin,

    el derecho a la vida y a la integridad, la li-

    bertad de pensamiento y religin y el respecto

    por el debido proceso igualan o superan a la

    media (Grco 1).22

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

    22/85

    23

    Argentina Amrica Latina y el Caribe

    Pases de ingreso medio Score ms alto del mundo

    Las leyes son claras

    Las leyes son publicadas

    Leyes son estables

    Ausencia de crimen

    Las personas no recurren a la violencia

    para reparar los agravios personales

    Igualdad de trato y no discriminacin

    Derecho a la vida y

    la seguridad de la persona

    Debido proceso de la ley

    Libertad de opinin y expresin

    Libertad de pensamiento,de conciencia y de religin

    Interferencia arbitrariaen la vida privada

    Derechos fundamentalesdel trabajo

    Grco 1: Seguridad y Derechos Fundamentales

    Fuente: Agrast, M., Botero, J., Ponce, A. 2010. WJP Rule of Law Index.Washington, D.C.: The world Justice Project

    Algo similar ocurre con los indicadores que el

    mismo ndice agrupa bajo el ttulo de acceso a

    la justicia: el acceso a un abogado, el respeto

    por el derecho de defensa, el acceso, efectivi-

    dad e imparcialidad de los sistemas alternativos

    de resolucin de conictos, superan a la media

    regional y superan o igualan a la media de pa-

    ses con indicadores socioeconmicos similares

    (Grco 2).

    Las personas pueden acceder ypagar asesora legal en litigios civiles

    Las personas pueden acceder y pagar tribunales civiles

    La Justicia civil es imparcial

    La justicia civil est librede influencias indebidas

    La justicia civil no est sujetaa demoras injustificadas

    La justicia civil es aplicadade manera efectiva

    Los mtodos de resolucin de conflictosson accesibles, imparciales y efectivos

    El sistema de investigacincriminal es eficaz

    El sistema de adjudicacinpenal es eficaz

    El sistema criminales imparcial

    El sistema penal est libre

    de influencias indebidas

    Debido proceso legal yde derechos de los acusados

    Grco 2: Acceso a la Justicia

    Fuente: Agrast, M., Botero, J., Ponce, A. 2010. WJP Rule of Law Index. Washington, D.C.: The world Justice Project

    Argentina Amrica Latina y el Caribe

    Pases de ingreso medio Score ms alto del mundo

    0.0

    0.5

    1

    0.0

    0.5

    1

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    24

    Sin embargo, es notable cmo los indicadores

    sobre el funcionamiento de la justicia penal

    efectividad de la investigacin, imparcialidad,duracin de los procesos, inuencias indebi-

    das- en el mismo grco son sensiblemente

    inferiores a la media regional y de pases con

    similares ingresosper capita.

    La brecha se profundiza an ms con la mayo-

    ra de los indicadores agrupados bajo el rtulo

    rendicin de cuentas del gobierno, que mues-

    tra percepciones notablemente inferiores tanto alas regionales como a las de pases con niveles

    Grco 3: Rendicin de Cuentas del Gobierno

    Fuente: Agrast, M., Botero, J., Ponce, A. 2010. WJP Rule of Law Index. Washington, D.C.: The world Justice Project

    Argentina Amrica Latina y el Caribe

    Pases de ingreso medio Score ms alto del mundo

    socioeconmicos similares. Con excepcin de los

    indicadores relativos a la pro-actividad de los fun-

    cionarios para requerir sobornos o ejercer inuen-

    cias indebidas, que en Argentina es relativamente

    bajo, los encuestados perciben que los organismos

    de control no funcionan, que ni el Congreso ni el

    Poder Judicial limitan al Ejecutivo y que los fun-

    cionarios pblicos que cometen faltas, o delitos,

    no son sancionados (Grco 3). Varios estudiosrealizados sobre el Poder Judicial y los organis-

    mos de control conrman esta percepcin (Jorge

    2009; Dassen, Arias y Freser 2008).

    Estas diferencias, que se repiten con relativa

    similitud en todos los indicadores consultados

    (WGI 200, BTI 200, WJP 200, GII 200,

    CPI 200, Global GCI 200, Latinobarme-

    tro 200, ndices de Poliarqua Consultores2010, ndice de Conanza en el Gobierno 2010

    (UTDT/Poliarqua Consultores), muestran evi-

    dentes conquistas y la paulatina consolidacin

    de varios aspectos fundamentales de la vida

    democrtica, pero un estancamiento notable de

    algunos indicadores, entre los que sobresalen

    aquellos que se relacionan con la transparen-

    El poder legislativo limita al poder ejecutivo

    El poder judicial limitaal poder ejecutivo

    Organismos decontrol independientes

    Funcionarios pblicos sonsancionados por mala conducta

    Libertad de opinin y expresin

    Funcionarios pblicos no pidenni reciben sobornos

    Funcionarios pblicos no ejerceninfluencias indebidas

    0.0

    0.5

    1

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    25Argentina Brasil Bolivia Chile Colombia

    Mxico Paraguay Per Uruguay Venezuela

    0

    10

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    30

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    50

    60

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    100

    1996 1998 2000 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

    Grco 4: Percepcin Ciudadana de la Corrupcin

    en Amrica Latina: 1996-2009

    Elaboracin propia sobre la base de los ndices del World Governance Indicators,World Bank 2011.

    cia, la rendicin de cuentas, los esfuerzos para

    reducir la corrupcin y la disminucin de la

    impunidad por los delitos asociados a ella.Sea medida por la percepcin de los ciudada-

    nos de a pie, por inversores extranjeros, em-

    presarios locales, periodistas o acadmicos,

    Argentina siempre se ha ubicado en el tercer

    peor cuarto del ranking, independientemente

    de cuantos pases integren la muestra. Las m-

    nimas variaciones en los ltimos 5 aos se

    explican ms por factores externos que por ac-ciones concretas para enfrentar el fenmeno.

    En efecto, regularmente la percepcin ciuda-

    dana sobre el nivel de corrupcin aumenta al

    nal de cada administracin y disminuye al

    comienzo de la siguiente si es de diferente sig-

    no poltico. Algo similar sucede con los perio-

    dos de inestabilidad macroeconmica, frente

    a los cuales existe una tendencia a culpar almanejo corrupto de los fondos pblicos como

    causante de la crisis.

    El Grco 4 compara la percepcin ciudadana

    sobre los niveles de corrupcin en Argentina

    con otros pases de la regin. El patrn general

    es relativamente similar: las variaciones se co-

    rresponden con cambios de gobiernos o crisis.Ello ha llevado a sealar que, pese a los esfuer-

    zos internacionales, los avances regionales en

    materia de control de corrupcin en la ltima

    dcada han sido, en el mejor de los casos, rela-

    tivamente modestos (DeShazo 2008).

    En Argentina, la estabilidad sobre la percep-

    cin de la corrupcin se mantiene, inclusive,

    frente al estallido de escndalos que ocupan,a veces por semanas, la tapa de los medios de

    comunicacin, lo que muestra un importante

    nivel de acostumbramiento de la poblacin a

    convivir con el fenmeno (Grco 5).

    La estabilidad en la percepcin de la corrup-

    cin tambin se expresa en las ancdotas que,

    a diario, se escuchan en el mundo de los ne-

    gocios y la poltica. Whitehead, por ejemplo,cuenta que informantes del mundo de los

    negocios en Argentina me han explicado (de

    manera anecdtica por supuesto) que en los

    80s, bajo la primera administracin democr-

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    Grco 5: Percepcin Ciudadana de la Corrupcin Argentina: 1996-2009

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    1996 1998 2000 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de los ndices del World Governance Indicators, World Bank 2011.

    0

    500

    1000

    1500

    2000

    2500

    3000

    3500

    4000

    Sobornos y trfico de

    influencias

    Defraudacin al Estado Enriquecimiento ilcito

    Denuncias

    condenas

    Grco 6: Denuncias y Condenas por hechos de corrupcin 2000-2009

    Fuente: Ministerio Pblico Fiscal Argentino. Ocina de Investigacin y Estadsticas Poltico Criminales (2010).

    tica del Presidente Alfonsn, era difcil sabercuando un soborno era esperado, qu funcio-

    narios eran o no corruptos, o cul era la tarifa

    apropiada. En los 90s, bajo la presidencia de

    Menem, por el contrario, no haba, segn las

    mismas fuentes, ni ambigedad ni desvergen-

    za, y las tarifas y los procedimientos eran cla-

    ros y predecibles (Whitehead, 200, 805).

    Las reglas que rigen los acuerdos corruptos en

    cada mercado son comunicadas a travs de re-

    des personales integradas por quienes gozan de

    relativa conanza del resto del grupo. Aunque los

    actores, mercados y lgicas a travs de las cuales

    la corrupcin se institucionaliza varen en conso-

    nancia con la poltica econmica de cada admi-

    nistracin, la estabilidad de la corrupcin como

    una modalidad para construir poder econmico y

    poltico sugiere que ciertas reglas estables subya-cen a tales variaciones. Varios entrevistados para

    este trabajo, en estrictooff the record, conrmaron

    que en varios mercados existen redes sociales que

    transmiten e integran estas variaciones cuando

    cambia una administracin o cuando un episodio

    adquiere carcter pblico.

    La impunidad tambin es, sin dudas, otra forma

    eciente de comunicar la vigencia de la corrup-

    cin. Las estadsticas del Ministerio Pblico Fis-

    cal de los ltimos diez aos (Graco 6) muestran

    una tasa de condenas menor al 3% en relacin

    con las denuncias recibidas que, con la relativa

    excepcin del caso de Mara Julia Alsogaray, se

    reeren a hechos de menor cuanta.

    En el mismo sentido, la captura de los organis-

    mos de control (Dassen, Arias y Freser 2008)

    Caso Siemens

    Caso BanelcoCaso

    Southern Winds

    Casos:Skanka Enargas

    Miceli

    A. Wilson

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    2719

    21

    21

    23

    3132

    32

    3637

    4043

    50

    56

    0 10 20 30 40 50 60

    Guatemala

    Argentina

    PerR.

    El Salvador

    Mxico

    Nicaragua

    HondurasVenezuela

    BrasilChile

    EcuadorUruguay

    Fuente: Latinobarmetro 2010

    Grco 7: Progreso Institucional en la Reduccin de la Corrupcin

    como la falta de un cuerpo de abogados del

    Estado orientado a defender el erario pblico

    (Jorge, 2009) son consistentes con la percep-cion de los argentinos sobre el escaso progreso

    en reducir la corrupcin. Aunque los datos del

    Grco 7 corresponden a encuestas realizadas

    entre 2006 y 2008, la tabla no vara signica-

    tivamente si la muestra se extiende a la ltima

    dcada.

    Como la mayora de los indicadores dispo-

    nibles estn relacionados con el desempeoinstitucional, usualmente la corrupcin es

    asociada a actividades promovidas por los

    funcionarios pblicos. Sin embargo, con in-

    dependencia de quin est en condiciones de

    establecer ciertas variaciones a las reglas, la

    corrupcin no podra gozar de la estabilidad

    que sealamos si de ella no participaran regu-

    larmente, adems de funcionarios, otros ac-tores, inclusive ms permanentes, como em-

    presarios, jueces, lobbystas sectoriales, etc.

    El sector privado tiene un prominente inte-

    rs en inuir en las polticas pblicas y, para

    ello, puede recurrir a diferentes medios: ex-

    presar sus intereses a travs de asociaciones,

    gestionar sus intereses a travs de contactos personales, nanciar partidos polticos que

    propongan polticas anes con sus intereses

    o, directamente, comprar inuencia a travs

    de sobornos (Schneider 200). En la Tabla ,

    Schneider especula sobre cmo el sector pri-

    vado de diferentes pases latinoamericanos

    distribuye su portfolio de inversiones para

    inuenciar las polticas pblicas que los afec-tan, teniendo en cuenta entre otros factores

    las caractersticas y tradiciones de las asocia-

    ciones empresariales, la estructura socio-eco-

    nmica, la incorporacin de representantes

    del sector privado en posiciones ministeriales

    y el proceso de formacin e implementacin

    de polticas pblicas.

    En relacin con el contexto argentino, la tablamuestra que para el sector privado local invertir

    en corrupcin en los aos 90s ha sido la manera

    ms racional de maximizar los benecios que

    ofreca el sistema poltico. Ms cercano en el

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    28 0 1 2 3 4 5 6

    Uruguay

    Chile

    Costa Rica

    Per

    ColombiaBolivia

    Brazil

    Ecuador

    Argentina

    Venezuela

    Grco 8: Comportamiento tico de las Empresas

    World Economic Forum, Executive Opinion Survey. The Global Competitiveness Report 2010-2011.

    Campaas y

    Elecciones

    Lobby en elCongreso

    Asociaciones

    Empresarias

    Redes

    Personales Corrupcin

    Argentina 1990s Medio Medio Bajo Medio Alto

    Brasil 1990s Medio Medio Bajo Medio Medio

    Chile 1990s Medio Bajo Alto Bajo Bajo

    Colombia 1990s Medio Bajo Alto Alto Medio

    Mxico 1990s Bajo Bajo Alto Bajo Medio

    Mxico 2000 Medio Medio Medio Medio Medio

    Tabla 1: Distribucin del Portfolio de Actividades Polticas por Empresa desde 1990

    Fuente: Schneider 2010

    tiempo, la armacin segn la cual [l]os inver-

    sionistas extranjeros se quejan de la corrupcin

    en el gobierno y el sector privado (BTI 200,

    33) es consistente con la posicin que ocupan las

    rmas argentinas en el ndice de percepcin de

    su comportamiento tico. (Grco 8).

    La percepcin de estabilidad sobre la co-

    rrupcin, tanto en el sector pblico como en

    el sector privado, la impunidad de los casos

    denunciados y la aplicacin de sanciones in-

    formales a los pocos arrepentidos que han

    confesado su participacin en algunos hechos

    127

    115

    113

    94

    124

    63

    86

    35

    19

    27

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    29

    conocidos, sugiere la institucionalizacin de,

    al menos, algunas prcticas.

    Cartier Bresson utiliza el trmino redes decorrupcin para diferenciar la lgica de la

    corrupcin institucionalizada de los intercam-

    bios corruptos puntuales. Mientras estos lti-

    mos son usualmente analizados como inter-

    cambios de mercado regidos por la maximi-

    zacin de benecios-, [E]n este contexto de

    intercambio de favores no se busca maximiza-

    cin alguna de recursos, porque ello signi-

    cara correr el riesgo de destruir la dimensin

    social del intercambio. La alianza ilegal entre

    los polticos y los empresarios se propone,

    para ambas partes, reducir la competencia.

    Unos demandan rentas de tipo econmico,

    mientras que otros desean rentas de tipo pol-

    tico (Cartier Bresson 996, 4).

    Cartier Bresson describe las dos principalesfunciones que cumplen las redes de corrup-

    cin que, por su elocuencia, preferimos citar

    textualmente:

    a) La heterogeneidad de los bienes intercam-

    biados en las transacciones corruptivas y los

    diferimientos temporales. La red desempea el

    papel de traductor de intereses, creando as un

    patrn de medida (un equivalente) para bienes

    y objetivos muy diferentes. La red es entonces

    un intermediario de intercambios complejos.

    Permite intercambiar recursos diferentes sin

    que necesariamente se tenga que pasar por

    una monetizacin (soborno) y autoriza diferi-

    mientos en el tiempo, lo que llevaba a Mny a

    decir: La corrupcin moderna, como la mo-

    neda, se desmaterializa. En otras palabras,

    los recursos que se intercambian son diversos

    (econmicos, polticos, sociales, simblicos,

    etc.) y para evitar los costos de espera y tran-

    saccin vinculados al trueque (problema de la

    doble coincidencia), se hacen necesarios cier-

    tos sistemas de medicin y compensacin. En

    su regularidad, los intercambios de favores no

    siempre se monetizan y pagan de contado. Se

    tiene un banco de favores o bien un mercado a

    plazo del favor y de la informacin privilegia-

    da sin denominador comn. La red autoriza

    los sistemas de diferimientos y de compensa-

    ciones mltiples y multilaterales en el tiempo

    y el espacio. Por ejemplo, una contribucin de

    campaa electoral ofrecida por una empresa,

    o el rescate de un peridico local, o el pago

    de un asistente, etc., conduce mucho despus

    a una informacin condencial (que ser o no

    utilizada), un contacto (tambin l activado

    o no), un contrato, etc. Las deudas existen-tes entre las diferentes entidades nunca estn

    totalmente saldadas. Al circular, estas deudas

    mantienen los nexos de la red. La red es as

    una organizacin exible y virtual.

    b) Clandestinidad, conocimiento personal,

    conanza, seguridad y proteccin. Dado que

    el intercambio corrompido no puede ser ga-

    rantizado por una instancia jurdica neutra a

    la que puedan referirse los participantes en

    caso de conicto, la red es un espacio de rela-

    ciones interpersonales complejas que permite

    crear conanza segn un proceso de apren-

    dizaje. La forma organizada de las transac-

    ciones ofrece una garanta acerca del buen

    desenvolvimiento de las operaciones que tien-

    den a cartelizar informaciones y decisiones.

    (Cartier Bresson, 996, 5-6).

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    Esta caracterizacin, desarrollada en el con-

    texto de la corrupcin poltica francesa, pro-

    fundiza la denicin de la corrupcin comoinstitucin informal. Pero adems, sugiere

    que las redes de corrupcin se mantienen gra-

    cias a la efectividad con la que, a su interior,

    operan muchos de los principios de coordina-

    cin necesarios para la accin colectiva: so-

    lidaridad, conanza, reputacin, repeticin,

    cierta jerarqua. En tal sentido, las redes de

    corrupcin actan como mecanismos de co-ordinacin muy articulados para el reducido

    colectivo que comparte las reglas y excluye

    a quienes no las comparten. Los intercambios

    de recursos heterogneos a los que se reere

    Cartier Bresson sin dudas varan en sus nive-

    les de ilegalidad y, por ello, requieren que los

    actores que actan en estas redes naveguen,

    con particular destreza, entre las institucio-nes formales y las informales dependiendo de

    los interlocutores y el contexto. La evidencia

    anecdtica disponible sugiere que la cantidad

    de actores que comparten el conocimientode cada prctica es proporcional al grado de

    ilegalidad del intercambio. Por ejemplo, las

    pequeas atenciones con funcionarios e.g.

    llevar medialunas a una ocina administrativa

    o judicial- para acelerar un trmite es, en mu-

    chos mbitos, una prctica que, aunque prohi-

    bida, es traducida como una regla de cortesa

    y por ello ampliamente tolerada y compartida;en cambio, pagar un soborno para obtener una

    decisin administrativa o judicial favorable,

    especialmente en el mundo de los negocios, es

    un prctica compartida por un grupo much-

    simo ms reducido de personas. En el medio,

    existe un continuo de prcticas que despierta

    nuestro inters en cada uno de los mbitos de

    trabajo seleccionados.

    30

  • 8/6/2019 03.Acciones Final[1]

    30/85

    31

    Como sealamos en la introduccin, el pro-

    yecto se dirige a reducir oportunidades de co-

    rrupcin a travs de la generacin de acciones

    colectivas (pblicas, pblico-privadas o pri-

    vadas) en dos mercados y en relacin con

    dos grupos de actores:

    1. El nanciamiento de la actividad poltica

    2. Las compras y contrataciones pbli-

    cas en el mercado de medicamentos y equipa-

    miento mdico.

    3. Las empresas

    4. Los profesionales que estructuran, in-

    termedian y controlan transacciones aboga-

    dos, contadores, auditores en relacin al rol

    que podran cumplir en la prevencin y detec-cin de algunas de estas prcticas.

    Nuestro esfuerzo durante la primera etapa del

    proyecto consistir en echar luz sobre algunas

    oportunidades de corrupcin que dan lugar a

    prcticas regulares en cada uno de estos es-

    pacios, delinear la estructura de incentivos

    que permite canalizarlas y compararla con la

    que prevn las instituciones formales que ta-

    les prcticas inhiben. En una segunda etapa,

    desarrollaremos iniciativas de accin colecti-

    va que permitan discutir con los interesados

    opciones para reducir la brecha entre ambas y

    modos de llevarlas a la prctica.

    Nuestro punto de partida, que ofrecemos a

    continuacin, es el conocimiento basado en

    nuestras experiencias anteriores en relacin

    con cada uno de estos mbitos.

    4.1.Oportunidadesdecorrupcinenelnanciamientodelaactividadpoltica

    Los sistemas electorales de la democracia es-

    tn basados en la premisa bsica de que cada

    ciudadano posee un voto y que cada uno deesos votos vale exactamente lo mismo para

    determinar preferencias mayoritarias. Estos

    sistemas tienden a ser ms dbiles y a empeo-

    rar su calidad cuando determinadas personas

    o grupos poseen sustancialmente ms poder

    que otras para determinar preferencias mayo-

    ritarias. En consecuencia, la construccin de

    sistemas democrticos de calidad requiere re-

    4.Los mbitos de trabajo del proyecto

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    gular el impacto que tienen los grupos econ-

    micos poderosos en la formulacin de la agen-

    da pblica y en el diseo e implementacin depolticas que, por denicin, desplazan los in-

    tereses mayoritarios. Esta tensin histrica es

    inherente a las democracias contemporneas,

    ya que las democracias realmente existentes

    son capitalistas, y es una tensin constitutiva

    de la relacin entre democracia y capitalismo.

    Sin embargo, en algunas sociedades la capaci-

    dad de controlar la inuencia de ciertos gruposen la poltica a travs de recursos econmicos

    es menor que en otras. En denitiva, la rela-

    cin entre dinero y poltica reproduce la dis-

    tribucin de poder existente en una sociedad

    (Acua 20). Por esta razn, nos interesa

    explorar la relacin entre el nanciamiento de

    la poltica y los grupos econmicos. En este

    contexto, la corrupcin surge como una va al-ternativa a los medios legales para nanciar la

    actividad poltica, cuyo resultado es restringir,

    a un tiempo, la competencia poltica como la

    de los mercados.

    4.1.1. Lasrelacionesentreelmercado,

    elEstadoylapoltica

    Para analizar la dinmica de la corrupcin esnecesario operar sobre la interfase entre el sec-

    tor pblico y el sector privado. El funciona-

    miento de la corrupcin no depende exclusiva-

    mente de la organizacin del sistema poltico,

    sino tambin de la organizacin y el poder de

    los actores privados. Una democracia exitosa

    no necesita solamente sistemas polticos com-

    petitivos sino tambin mercados competitivos.

    Mientras que se establezca slo la primera

    condicin, el poder estara disperso entre va-

    rios actores pblicos, dndoles escaso poderde negociacin en relacin a los intereses pri-

    vados. El asunto crtico reside en el hecho de

    que ni los actores polticos ni el sector privado

    goce de un poder de negociacin monoplico

    u oligoplico (Rose-Ackerman 999).

    En esta lnea, entendemos al nanciamiento

    poltico como una relacin donde operan le-

    yes de oferta y demanda: los actores polticosintercambian polticas pblicas por dinero y

    donaciones de campaa realizadas por actores

    privados (Przeworski 2003; Samuels 2006).

    Para comprender la relacin entre el mercado,

    el Estado y la poltica en Argentina es impor-

    tante entender que la poltica en nuestro pas

    se ha transformado en una actividad capital

    intensiva (Mller y Strom 999). Para interve-nir de manera relevante en el sistema poltico

    argentino, las organizaciones partidarias re-

    quieren cada vez ms capital. Generalmente,

    los gastos de la poltica son asociados exclusi-

    vamente con las campaas para las elecciones

    generales. Sin embargo, aunque estas repre-

    sentan un egreso signicante para la poltica,

    dado el enorme peso econmico que implica

    el acceso a los medios de comunicacin, tam-

    bin debe considerarse el peso monetario de

    una multiplicidad de otros aspectos que au-

    mentan la necesidad de dinero por parte de los

    actores polticos y que muchas veces son pa-

    sados por alto. Especcamente, las campaas

    para las elecciones internas, la construccin de

    consensos, la retribucin de los cuadros tcn-

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    cos y polticos, la coordinacin territorial y el

    clientelismo implican una importante masa de

    recursos e inciden de manera estructural en elmodo de articulacin entre el sistema econ-

    mico y el sistema poltico.

    En primer lugar, la construccin de consensos

    partidarios y legislativos en el contexto argen-

    tino requiere de cantidades signicativas de

    dinero. Dado que los partidos no privilegian

    discusiones programticas a su interior, ni con

    la sociedad, y se discute poco temas sustanti-vos e ideolgicos, la accin colectiva se vuel-

    ve problemtica porque no es posible anclar

    referencias simblicas. Por el contrario, en

    lgicas no programticas y ausentes de con-

    tenidos ideolgicos, las disputas personales

    entre guras aumentan su importancia relati-

    va. En este contexto resulta difcil construir

    consensos sobre programas e ideas, y por lotanto aumenta la resolucin de conictos por

    vas alternativas. Estas vas tienen escaso o

    nulo contenido deliberativo y ocasionalmen-

    te requieren de recursos monetarios, como es

    el caso de las movilizaciones y la compra de

    votos en mbitos legislativos y partidarios.

    Aunque sta no es una prctica fcil de cuan-

    ticar, han existido denuncias de consensos

    obtenidos a travs de la compra de votos tanto

    en mbitos legislativos como en el seno de los

    distintos bloques partidarios.

    En segundo lugar, el creciente proceso de pro-

    fesionalizacin de la poltica la ha tornado

    una actividad cada vez ms cara. A diferencia

    del punto anterior, que involucra aspectos de

    maniesta ilegalidad, esta es una dimensin

    legal que ha implicado un importante cambio

    en los gastos que enfrentan los partidos pol-

    ticos y altera sustancialmente el modo en que

    se organiza la actividad partidaria. En la ac-tualidad, la militancia voluntaria es muy li-

    mitada y ha sido en gran medida reemplazada

    por militantes, cuadros tcnicos y polticos

    profesionales que son compensados con bene-

    cios monetarios, cuyo impacto agregado es

    muy signicativo. Los activistas o militantes

    que solan desempear funciones sin requerir

    erogaciones de tipo monetario, por ejemplo atravs de la participacin en la formulacin

    de polticas pblicas alineadas con sus prefe-

    rencias, hoy tambin requieren de compensa-

    ciones econmicas. En trminos monetarios,

    entonces, los activistas o militantes conforma-

    ban una parte importante del trabajo partidario

    y no requeran desembolso monetario alguno.

    Con la profesionalizacin de la poltica, tam-bin los activistas o militantes comenzaron a

    desempear tareas organizativas y servicios

    profesionales muy demandantes de recursos,

    por lo cual la compensacin a partir de la par-

    ticipacin en la formulacin de polticas se ha

    vuelto insuciente. Actualmente, los activistas

    o militantes que proveen servicios de este tipo

    son compensados, al menos parcialmente, por

    benecios privados y muchas veces moneta-

    rios (Mller y Strom 999).

    En tercer lugar, la territorializacin de la pol-

    tica ha incrementado sus costos signicativa-

    mentel La territorializacin es un producto de

    la descentralizacin poltico-administrativa

    de diversas polticas pblicas implementadas

    desde la dcada del noventa por administracio-

    nes provinciales. Dos efectos de este proceso

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    encarecieron la actividad poltica. En primer

    lugar, en un contexto de territorializacin, la

    formacin de coaliciones polticas en las dis-tintas unidades subnacionales se torna una

    estrategia fundamental para ganar elecciones

    a nivel nacional. Esta estrategia genera pro-

    blemas de coordinacin, tanto en trminos de

    coaliciones nacin-provincia, como de imple-

    mentacin de la poltica pblica especca ob-

    jeto de discusin (Calvo y Escolar 2005). Una

    coordinacin estratgica de implementacinde la poltica en distintas reas geogrcas

    genera importantes costos logsticos. En se-

    gundo lugar, los procesos de territorializacin

    tienden a estar ntimamente vinculados con

    procesos de personalizacin del voto, debido

    al esfuerzo de los candidatos de ser elegidos

    por electorados territorialmente concentrados

    (Calvo y Escolar 2005). La personalizacindel voto implica que la etiqueta partidaria deja

    de ser suciente para cosechar votos y conse-

    cuentemente encarece la campaa electoral.

    Por ltimo, las prcticas clientelares, cons-

    titutivas de la poltica argentina, encarecen

    signicativamente la actividad poltica, prin-

    cipalmente por dos motivos. Por una lado, los

    vnculos clientelares entre polticos y ciudada-

    nos requieren de una importante inversin en

    infraestructura tcnica y administrativa. Por

    otro, los vnculos que se crean estn basados

    en la entrega directa de incentivos selectivos,

    que son tpicamente materiales. No slo es el

    clientelismo una prctica que por su naturale-

    za es capital intensiva, cara e ineciente, sino

    que el clientelismo que se emplea actualmente

    en Argentina se ha vuelto mucho ms costoso

    que el clientelismo tradicional. Mientras que el

    clientelismo tradicional se basaba en la lealtad

    entre el patrn y el cliente, a travs de relacio-nes personalistas cara-a-cara, el clientelismo

    moderno es mucho ms annimo y requiere

    de la movilizacin de una importante maqui-

    naria poltica con recursos brindados a clien-

    telas ms amplias que las tradicionales, dado

    el debilitamiento de los lazos personales. Dada

    la estructura federal del sistema poltico argen-

    tino, estas maquinarias son establecidas en lostres niveles de gobierno, desde la cpula de la

    poltica nacional, hasta el nivel municipal y

    local (Kitschelt 2000). Adems, en las prcti-

    cas modernas de clientelismo existe una fuerte

    competencia entre los distintos proveedores de

    incentivos selectivos, haciendo que sea necesa-

    ria una inversin cada vez mayor en el tipo de

    incentivo que se les ofrecen a los clientes.Todas estas actividades implican una enor-

    me masa de recursos con la cual debe contar

    un partido poltico para ser competitivo. Las

    fuentes que tiene para conseguirlos son diver-

    sas. En primer lugar, el Estado garantiza a to-

    dos los partidos polticos una cantidad deter-

    minada de dinero para enfrentar sus gastos de

    campaa y sus gastos permanentes, a travs

    del Fondo Partidario Permanente. La legis-

    lacin sobre nanciamiento poltico tambin

    permite el nanciamiento privado, aunque

    este est siendo paulatinamente restringido de

    modo de garantizar condiciones ms ecuni-

    mes de competencia. Esta restriccin comen-

    z con la sancin de la Ley 25.600 en 2002 y

    se profundiz en la reforma poltica de 2009

    -que ser detallada en el segundo apartado de

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    esta seccin. El nanciamiento estatal suele

    ser insuciente con respecto a los gastos que

    los partidos deben enfrentar. Por esta razn,los partidos polticos generalmente recurren a

    fuentes alternativas de nanciamiento: a tra-

    vs de relaciones con sindicatos, con actores

    de mercado y con el aprovechamiento del

    aparato estatal. Sin embargo, estas fuentes

    alternativas generan una competencia muy

    desigual, ya que tanto los sindicatos como los

    empresarios aportan recursos a aquellos parti-dos que los benecian y el acceso al aparato

    estatal benecia en mayor medida a los par-

    tidos en el gobierno que a los partidos de la

    oposicin. El sesgo ocialista en las fuentes

    alternativas de nanciamiento se incrementa

    an ms por el hecho de que los grupos eco-

    nmicos preeren invertir en aquellos parti-

    dos que tengan capacidad para implementarsus compromisos. Los partidos ocialistas

    no slo se encuentran en una posicin favo-

    rable respecto a las siguientes elecciones sino

    que adems pueden devolver los favores en

    tiempo presente. En esta lnea, la publicidad

    ocial tambin es una importante fuente de -

    nanciamiento de los partidos en el gobierno

    que altera la igualdad en la competencia a fa-

    vor de los ocialismos.

    En los siguientes prrafos exploraremos diver-

    sas dimensiones de la relacin entre Estado,

    mercado y poltica que derivan en la utiliza-

    cin de los dos primeros como fuente alterna-

    tiva de nanciamiento de la actividad poltica.

    En esta compleja interaccin identicamos a

    cuatro actores principales: los actores priva-

    dos, los actores polticos, los burcratas y los

    votantes. Los actores privados que participan

    en este intercambio son los grupos de inters

    que disponen de recursos y que tienen incen-tivos para inuir en la formulacin e imple-

    mentacin de polticas pblicas y/o obtener

    benecios del Estado, tales como contratos

    de obras pblicas, compras directas realizadas

    por el Estado, decisiones regulatorias de orga-

    nismos pblicos que favorecen determinados

    actores econmicos, concesiones que otorgan

    benecios monoplicos u oligoplicos por pe-rodos extendidos de tiempo o el otorgamiento

    de subsidios que favorecen la rentabilidad de

    determinados sectores o actividades econmi-

    cas. Los actores polticos implicados en esta

    interaccin son aquellos con acceso al diseo

    y formulacin de polticas pblicas, a saber

    los legisladores o miembros del partido con

    inuencia en las decisiones legislativas y eje-cutivas as como a la direccin de instancias

    de implementacin de polticas pblicas. Los

    grupos de inters no solamente interactan con

    los actores polticos sino tambin con los bu-

    rcratas, ya que buscan inuenciar no slo el

    diseo de polticas sino tambin su implemen-

    tacin, ubicando a los burcratas como acto-

    res relevantes. Por ltimo, los votantes son un

    actor central por el simple hecho de que en un

    sistema poltico democrtico los actores po-

    lticos directamente, y los burcratas indirec-

    tamente, deben considerar las preferencias de

    sus electores. De este modo, para comprender

    la compleja interaccin que caracteriza a los

    acuerdos de intercambio tanto los de natu-

    raleza legal cuanto los de naturaleza ilegal-,

    es necesario comprender los incentivos detrs

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    del comportamiento de cada uno de estos cua-

    tro actores.

    Los grupos de inters maximizan su bienes-tar con respecto a determinadas polticas p-

    blicas, buscando inuir en las decisiones de

    los polticos electos y obtener el mejor resul-

    tado a un menor costo (Grossman y Helpman

    200). Segn Samuels, mientras exista una

    oferta de servicios de gobierno y los funcio-

    narios electos ejerzan al menos un mnimo

    control sobre la misma, los grupos de inters,que tienen dinero para distribuir, buscarn un

    modo de acceder a esta oferta. En otras pala-

    bras, estn interesados en comprar servicios

    gubernamentales a travs de aportes a los par-

    tidos polticos (2006). Grossman y Helpman

    distinguen el motivo inuencial del moti-

    vo electoral de los grupos de inters por -

    nanciar una campaa. Mientras que a travsdel primero se busca inuenciar la direccin

    de las polticas, a travs del segundo se busca

    incrementar las posibilidades electorales de

    aquellos candidatos con quienes comparten

    posiciones (200).

    El segundo actor, los actores polticos, estn

    motivados por la reproduccin de su poder

    (Ames 987). Dada la importancia que tiene el

    di