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LAINSERCINDECOLOMBIAENELSISTEMAINTERNACIONALCAMBIANTE
GRUPODROGAS
BOGOT, COLOMBIAABRILDE2007
RESUMEN
El desafo que las drogas ilegales le ha hecho a la sociedad colombiana se ha
respondido con polticas que no afectan sustancialmente la problemtica. En el
mejor de los casos son paliativos que no eliminan la industria ilegal en la medida
en que no atacan las causas profundas de su desarrollo. Este fenmeno se explica
en cuanto que el sistema poltico y la cultura conciben el problema desde imagi-
narios justificantes y exculpatorios que sealan al mundo exterior como culpable
y que le exigen soluciones. La necesidad de auto examinarse y de establecer
responsabilidades al interior ha sido un tema relegado. Abordar el problema de
las drogas desde las deficiencias institucionales que experimenta Colombia tiene
que dejar de ser un asunto incomodo para la cultura y el sistema poltico. El pas
debe aprender a vivir en un mundo en el que hay bienes y servicios ilegales muy
rentables, fciles de producir pero que no deben producirse o traficarse. Este apren-
dizaje tiene que darse en el marco de una sociedad regida por el imperio de la ley
y los controles sociales al comportamiento, y no solo acudiendo a la represin
estatal.
LASVERDADESINCMODASSOBRELAS
DROGASYSUDESAFOPARACOLOMBIA
LASVERDADESINCMODASSOBRELAS
DROGASYSUDESAFOPARACOLOMBIA
INTRODUCCIN
Este ensayo resume los temas ms im-
portantes tratados en el foro de dro
gas patrocinado por Fescol durante
parte de 2005 y 2006 y presenta los resulta-
dos de los investigadores del CEODD que
organizaron el foro. Estos resultados son
controversiales pero posiblemente abren un
nuevo enfoque para el anlisis de la temti-
ca de las drogas ilegales.
I. LADIFICULTADPARAOBTENERUN
ACUERDO
Dentro del foro no fue posible lograr con-
sensos amplios. Las diversas posiciones quese asumen en Colombia en torno al proble-
ma de las drogas ilcitas por parte de los en-
cargados de formular e implementar las po-lticas de erradicacin, representantes de la
ONUDD, estudiosos, consultores interesados,periodistas, y representantes de grupos ind-genas involucrados en cultivos de coca, re-
sultan con frecuencia contradictorias y
aparentemente irreconciliables. Estas diferen-
cias tienen races profundas. Primero, hay di-
ferencias fundamentales en la concepcin delproblema de las drogas, las cuales crean
desacuerdos en la forma como es interpreta-
da la evidencia. Segundo, la informacin
sobre la industria de drogas ilegales es muyimperfecta. Las diferencias en la concepcin
del problema se refieren a la definicin de loque se considera como droga, a las causas
IEPRI
Universidad Nacional
Universidad Militar
Nueva Granada
Pontificia Universidad
Javeriana
Academia Diplomtica
de la Cancillera
Universidad
Externado de Colombia
Universidad del Rosario
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GRUPODROGAS
Una de lascaractersticas de lapoltica de desarrollo
alternativo en los pasesdonde ha demostrado ser
efectiva radica en sucarcter de poltica de
Estado y su efectiva
implementacin en el largoplazo. Esta poltica de
Estado debe ser integral,multisectorial, coordinada
entre las diferentesagencias responsables dediversos aspectos, y debe
tener una fuerteparticipacin popular.
del consumo, produccin y trfico, a la im-portancia de los factores econmicos como
determinantes de la produccin, el trfico y
el consumo, a las intenciones de los artficesde polticas, a la efectividad de las polticas
contra las drogas, a la distribucin de costos
y beneficios de la industria ilegal y a los efec-tos del desarrollo de la industria ilegal sobre
la economa y la seguridad nacional. Las di-
ferentes posiciones, hacen que el dilogo yel consenso sean los grandes ausentes del
debate pblico.
II. PRINCIPALESTEMASTRATADOS
1) DESARROLLOALTERNATIVO
La oficina de Naciones Unidas contra la Dro-
ga y el Delito, una de las agencias con mayor
experiencia en el campo deldesarrollo alternativo en el
mundo, resalta el xito de sus
polticas y proyectos de desa-rrollo alternativo en Tailandia
e identifica las condiciones ne-
cesarias para estos logros(UNDCP, 1997) Todos estos
requerimientos tienen que ver
con la capacidad del Estado
para formular polticas sobre
las que exista un acuerdo o
consenso social. Una de lascaractersticas de la poltica de
desarrollo alternativo en los
pases donde ha demostradoser efectiva radica en su carc-
ter de poltica de estado y en
su efectiva implementacin enel largo plazo. Esta poltica de
estado debe ser integral,
multisectorial, coordinada entrelas diferentes agencias respon-
sables de diversos aspectos, y
debe tener una fuerte partici-pacin popular.
Las experiencias de la ONU muestran que
cuando las polticas de desarrollo alternati-vo han sido exitosas esto se ha debido no
solamente al compromiso del establecimien-
to poltico sino tambin a la fortaleza demuchas de sus instituciones sociales (clanes,
tribus, comunidades), las cuales aparte de
facilitar el proceso poltico, se han encarga-do de retroalimentarlo y fortalecerlo. El caso
colombiano escapa a esta realidad y difiere
en buena medida de las experiencias positi-vas, pues la estructura poltica, econmica y
social con la que cuenta el Estado hace quela replica de los xitos de otros pases sea
muy difcil y casi imposible.
Sin duda alguna, en Colombia ha habido ca-
sos en los que comunidades que tenan culti-
vos ilcitos lograron eliminarlos y remplazarlospor actividades lcitas. Sin embargo, las co-
munidades involucradas son pequeas y ex-
cepcionales en el mbito nacional.
Un problema comn a todos los programas
de desarrollo alternativo en el mundo radica
en que estos no evitan el desplazamiento decultivos a otras zonas del pas o al extranje-
ro. En efecto, la produccin de drogas ilega-
les de base vegetal no ha disminuido en elmundo durante las ltimas dos dcadas a
pesar de que en algunos pases y regiones
han sido eliminados los cultivos.
En el caso colombiano los cultivos ilcitos se
han concentrado en regiones que presentanlas mayores dificultades para el desarrollo
alternativo debido a que se encuentran a
gran distancia de los mercados legales y tie-nen dificultad de acceso a ellos. Adems,
estn en territorios controlados por los Se-
ores de la Guerra o las guerri llas. Lo ante-rior no significa que se deban abandonar
los esfuerzos en materia de desarrollo alter-
nativo, si no ms bien que se deben reducirlas expectativas sobre los resultados de esas
polticas, y que estos programas deben es-
tar acompaados de cambios instituciona-les importantes.
2) LASCOMUNIDADESINDGENAS
INVOLUCRADAS
La comunidad Nasa (del departamento del
Cauca) ha buscado industrializar lcitamente
la hoja de coca en el pas lo que ofrece opor-tunidades para utilizar la coca legal como
parte de programas de desarrollo alternati-vo en zonas en las que existan comunidadesfuertes con las que se puedan establecer con-
troles para evitar las desviaciones de coca
hacia usos ilegales. Al respecto es importanteevaluar la posibilidad de solicitar y apoyar las
acciones conducentes a sacar la coca de la
lista I de las convenciones de las Naciones
Unidas, lo cual permitira usos diferentes a los
mdicos y de investigacin cientfica. En este
sentido, la ONUDD no expresa rechazo a unapropuesta en tal direccin, aunque insiste en
diferenciar entre la variedad de coca usadatradicionalmente por los pueblos indgenas y
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LAPOLTICAANTIDROGASEN
COLOMBIA:SITUACINACTUAL
YPERSPECTIVASDECAMBIO
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Respecto a los efectos
del glifosato sobre la
salud delcampesinado... existe un
consenso respecto a quefumigar zonas en las
que la poblacin tiene
necesidades bsicas
insatisfechas, entre lasque se encuentra unnivel bajo de nutricin
y saneamiento bsico,
pone a estas poblacionesen una situacin muy
vulnerable ante las
enfermedades endmicasde la zona.
la que actualmente es comn en Colombia yes usada para producir cocana. De otra par-
te, el representante de ONUDD en el foro con-
sider que aunque sacar la coca de las listasde la Naciones Unidas es una idea respetable,
las convenciones ya estn firmadas y sus mo-
dificaciones en realidad son ilusorias.
Sin embargo, Bolivia ha empezado el proce-
so para solicitar esta reclasificacin el cualest siendo apoyado por organizaciones im-
portantes de la sociedad civil europea. A
pesar de que se puede alegar que en Colom-bia la Constitucin Poltica reconoce y pro-
tege la diversidad tnica y cultural (Art. 7
CP) lo cual se ha interpretado como una pro-teccin a los usos tradicionales de la coca
por parte de las comunidades indgenas. Sin
embargo, estos usos estn subordinados a loprevisto en las convenciones de las Nacio-
nes Unidas, las cuales permiten usos tradi-
cionales en lugares en los que haya evidenciahistrica de su uso. En ese sentido, sera con-
veniente que Colombia apoyara la solicitud
boliviana y que adems estableciera un sis-tema de control de los cultivos de coca lcita
para evitar su desviacin al narcotrfico.
3) ELDEBATEENTORNO
ALAFUMIGACIN
La fumigacin de cultivos ilcitos es sin duda
el tema ms controversial en el campo de lasdrogas ilcitas en la actualidad. Dos de los prin-
cipales actores del debate, son la Seccin de
Asuntos Narcticos (NAS) de la Embajada delos Estados Unidos, y el Instituto de Estudios
Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacio-
nal, que en 2006 public un informe crtico alrespecto. Ambos hicieron presentaciones en
el foro. En este campo se encuentra la mayor
dificultad para obtener consensos.
3.1 ELPROGRAMADEERRADICACINDE
CULTIVOSILCITOSMEDIANTEASPERSINAREADEGLIFOSATO(PECIG)
Segn NAS, satlites bastante certeros son
utilizados para identificar las reas a ser fu-
migadas. Los aviones fumigadores tienencomputadores que se programan para mini-
mizar los posibles errores. NAS explica cual
es la mezcla de herbicida y fijador usados,
cules son los efectos sobre la salud estima-
dos por agencias ambientales de los EstadosUnidos y porqu consideran que el efecto
deriva es muy pequeo, menos de 10 me-
tros, por lo cual es irrelevante. Algunos fun-cionarios de NAS exaltan el sistema de
compensacin en caso de errores e insistenen la buena voluntad para efectuar pagos
cuando los errores son verificados. Sin em-
bargo, NAS insiste en que muchas de lasquejas de los campesinos (que se refieren a
fumigaciones de cultivos de pancoger) no
califican para recibir compensacin, pues losplantos segn sus verificaciones, estaban
mezclados con coca o amapola. Adicional-
mente se observa que la mayora de las que-jas de efectos nocivos sobre la salud son de
infecciones y esto plantea un problema deli-
cado en la medida que estas no pueden sercausadas por el glifosato. El herbicida puede
intoxicar pero no infectar.
3.2 LASCRITICASALESTUDIODELACICAD
El grupo de investigacin del IDEA presenta
una visin contraria a la de la NAS. El IDEAenfatiza la necesidad de analizar
las fumigaciones no solamentedentro de un contexto toxicol-
gico, sino tambin social, econ-
mico y poltico. Esta crtica estdirigida al trabajo estudio de los
efectos del Programa de Erradi-
cacin de Cultivos Ilcitos me-diante la aspersin area con el
herbicida Glifosato (PECIG) y de
los cultivos ilcitos en la salud hu-
mana y en el medio ambientepreparado para la Comisin In-teramericana para el Control
del Abuso de Drogas (CICAD).
Este informe ha sido usado porNAS para justificar sus posicio-
nes, y en su ttulo pretende esti-
mar efectos sobre el medioambiente. El IDEA alega que el
trabajo considera solamente as-
pectos toxicolgicos y deja delado un enfoque ecosistmico
que permita llegar a conclusio-
nes sobre los efectos de las fumigaciones so-bre el medio ambiente.
Sin embargo, el IDEA no refuta de forma
precisa las posiciones del informe de la
CICAD respecto a los efectos del glifosatosobre la salud del campesinado. En este sen-
tido existe un consenso respecto a que fumi-
gar zonas en las que la poblacin tienenecesidades bsicas insatisfechas, entre las
que se encuentra un nivel bajo de nutricin
y saneamiento bsico, pone a estas pobla-
ciones en una situacin muy vulnerable antelas enfermedades endmicas de la zona. Al
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GRUPODROGAS
Otros efectos de lasfumigaciones pueden
ser mucho ms graves.En particular, la
fumigacin generadesplazamientos de
personas y de plantos,y tiende a aumentar la
oferta de mano de obradisponible para los
grupos armadosilegales.
respecto NAS informa que estn llevando acabo estudios epidemiolgicos que sirvan
como insumo de anlisis prospectivos sobre
el impacto de las fumigaciones en la salud.
3.3 ELRESULTADODELDEBATEENTORNO
ALAFUMIGACIN
Un problema grave de todos los estudios
toxicolgicos en este campo, es la dificultadde aislar los efectos del glifosato de los de otros
elementos txicos presentes en los cultivos
ilcitos y en los laboratorios en los que se pro-cesan la coca y el opio. En efecto, en los culti-
vos ilcitos se utilizan herbicidas y fertilizantes
muy fuertes y que sin duda son mucho msnocivos para la salud que el glifosato,
tanto as que algunos estn prohibi-
dos en muchos pases por ser alta-
mente carcingenos y por tener otrosefectos graves. Lo mismo ocurre con
los productos qumicos usados en elprocesamiento de la coca y del opio.
El debate sobre las fumigaciones haestado concentrado en sus efectos
sobre la salud y el medio ambiente,
lo cual deja de lado aspectos impor-tantes. Otros efectos de las fumiga-
ciones pueden ser mucho ms
graves. En particular, la fumigacingenera desplazamientos de personas
y de plantos, y tiende a aumentar la
oferta de mano de obra disponible
para los grupos armados ilegales. Los
efectos de la erradicacin manual son
menos graves que los de la fumigacin encuanto tienden a generar una cantidad me-
nor de desplazamientos y no afectan sustan-
cialmente los cultivos de pan coger. Es claroque estas problemticas constituyen un cam-
po de estudio en el cual se requiere avanzar.
De otro lado, las fumigaciones no han sido
discutidas desde el punto de vista de su sos-tenibilidad. La fumigacin con glifosato ha
sido continua desde 1993 y se intensificdesde 1998, siendo extrema a partir del 2002.
En los ltimos tres o cuatro aos, (depen-
diendo de la fuente), se ha fumigado mshectreas de coca que las estimadas en culti-
vos. En 2005 segn ONUDD, se fumig el
doble. Las ltimas cifras disponibles indicanque en 2005 el rea cultivada aument en
un 8%. Ante esta situacin cabe la pregunta
si se ha llegado al lmite de lo que puede
lograr el programa de erradicacin de culti-vos ilcitos con glifosato?
4) ELSISTEMAINTEGRADODE
MONITOREODECULTIVOSILCITOS
(SIMCI)
La medicin del xito de la fumigacin de-
pende de las estimaciones de las reas con
cultivos ilcitos. El Sistema Integrado de
Monitoreo de Cultivos Ilcitos (SIMCI), pa-trocinado por las Naciones Unidas, present
la metodologa utilizada para efectuar susestimaciones anuales. Esta se basa en im-
genes de diferentes satlites con diversos gra-
dos de resolucin y confianza. Los mscerteros proporcionan imgenes de alta re-
solucin de reas relativamente pequeas, sin
embargo, son muy costosos. La mayora delas imgenes obtenidas provienen de satli-
tes ms baratos pero menos certeros. Las
imgenes ms detalladas se utilizan para com-
pararlas con las de los satlites ms econ-micos y hacer proyecciones de los cultivos
en las zonas de las imgenes menos certeras.
Estas imgenes se utilizan para localizar cul-
tivos ilcitos lo cual se verifica con visitas de
campo. A pesar de la alta tecnologa utiliza-da las estimaciones tienen un rango de error
debido a varios factores. Cuando el follaje
es poco no es posible identificar los cultivos.Cuando est muy nublado tambin se difi-
culta esta identificacin. Esto hace que la tec-
nologa satelital resulte poco til para
identificar semilleros y cultivos de amapolaque son de poca duracin y follaje y estn
localizados en zonas altas muy nubladas. Los
cultivos a la sombra de rboles con bastante
follaje presentan otras dificultades. Por con-
siguiente, a pesar de tener imgenes sobretodo el territorio nacional las estimaciones
pueden estar erradas. No sorprende enton-
ces que la estimacin de las hectreas concultivos ilcitos en Colombia para 2005 efec-
tuadas por el Departamento de Estado de
los Estados Unidos sea un 67% mayor que
la estimacin de la ONUDD.
4.1 LASESTIMACIONESENMATERIADEDROGAS
ILCITAS
Las estimaciones de diversos elementos re-
lacionados con las drogas ilegales presentan
contradicciones importantes. Por un lado seha estimado que el rea cultivada con coca
ha disminuido, especialmente en Colombia.
Sin embargo, la magnitud de la disminucinvara dramticamente dependiendo de la
fuente utilizada. Segn las Naciones Unidas
y el gobierno colombiano los cultivos de cocacayeron de un mximo de 163.300 hect-
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El consumo enColombia es
preocupante para
los estudiosos aunqueno parece ser un
problema consideradograve por la sociedad.
Las ltimas
estimaciones muestranuna tendencia
significativa alaumento de consumo
de marihuana y
cocana en el pas.
reas en 2000 a 86.000 en 2005; es decir,cayeron un 47,3%. Segn el gobierno de los
Estados Unidos estos cultivos cayeron del
mximo de 169.800 hectreas en 2001 a144.000 en 2005; es decir, 15,2%.
De cualquier manera, estas cadas no se hanreflejado en alzas en los precios de cocana
al detal en los mercados de los Estados Uni-
dos y Europa. Es cierto que a mediados denoviembre de 2005 la Oficina Nacional de
Polticas de Control de Drogas (ONDCP) de
los Estados Unidos inform que el precio dela cocana al detal haba subido 19% y su
pureza declinado. Sin embargo, las cifras pre-
sentadas mostraban que los precios habanbajado durante 2003, 2004 y parte de 2005
y estaban en niveles semejantes a los de enero
de 2003. Aunque ONDCP consider estocomo un xito, en realidad no lo era. Estas
cifras fueron criticadas en los Estados Uni-
dos por varios analistas y hacia abril del 2006el informe respectivo haba desaparecido de
la pgina web de la ONDCP.
La ONUDD explica la falta de respuesta enlos precios de cocana al detal como resulta-
do de un aumento sustancial en la producti-
vidad de los plantos. Las sospechas de quela densidad de plantas por hectrea estaba
en aumento y de que las plantas nuevas ten-dran mayor produccin de cocana, fueron
corroboradas por la Direccin Nacional de
Estupefacientes y ONUDD en junio de 2006.El monitoreo de cultivos ilcitos correspon-
diente a 2005 arroj que los rendimientos
de la hoja de coca fueron mayores de lo es-timado en aos anteriores con un rendimien-
to de 6,300 Kg/ha/ao. Tambin se anota que
el rendimiento del clorhidratode cocana alcanz 7,7 Kg/ha
comparado con los 4,7 Kg/ha
usados anteriormente.
5) CONSIDERACIONES
FRENTEALCONSUMO
El tema de consumo es mucho
menos controversial que el re-
lacionado con los cultivosilcitos. Al tratarlo se encontr
que el consumo de drogasilcitas en Colombia tiende a
aumentar. Aunque no hay ci-
fras muy robustas sobre el vo-lumen, stas indican cambios
significativos en la demanda
mundial de cocana. La de-manda en los Estados Unidos
no ha crecido en los ltimos
Fuentes: * Estas cifras se encuentran en varios Informe Mundial de Drogas de las Naciones Unidas que se encuen-tran en la pagina de Internet de la UNODC. ** Estas cifras se encuentran en varios ejemplares de la publicacinanual International Narcotics Control Strategy Report del Departamento de Estado del gobierno de los EstadosUnidos. Sin embargo, estas cifras en algunos casos no son iguales en los ejemplares de diversos aos pues los
autores modifican la serie cuando consideran tener mejor informacin. *** UNODC (2005a) excepto la cifra para2005 que se obtuvo del anuncio pblico de la DIRAN en noviembre 2005.
CUADRO1
ESTIMACIONESDELTAMAODELOSCULTIVOSDECOCAYLASHECTREASFUMIGADAS
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GRUPODROGAS
Es interesante que enColombia polticos,
periodistas eintelectuales de
izquierda como dederecha, con
argumentos muydistintos, concurren en
responsabilizar almundo exterior y
desarrollan una ampliagama de argumentos
exculpatorios yjustificantes.
10 aos y recientemente ha tenido algunasbajas posiblemente hasta en un 15%. A su
vez, la demanda en Europa, Sur Amrica y
la ex Unin Sovitica ha aumentado, tenden-cia que se prev contine.
El consumo en Colombia es preocupantepara los estudiosos aunque no parece ser un
problema considerado grave por la sociedad.
Las ltimas estimaciones muestran una ten-dencia significativa al aumento de consumo
de marihuana y cocana en el pas. En el
debate sobre consumo se plante que la bajaedad en el momento en que se inicia el uso
de drogas ilegales constituye un problema
grave. En efecto, se afirm que el 45% delos usuarios actuales empezaron a usar dro-
gas ilegales entre los 10 y 14
aos de edad. Por otro lado lascifras sobre consumo de bazuco
muestran una disminucin en
los casos reportados en las cl-nicas.
El aumento en el consumo de
las mujeres es otra tendenciapreocupante. Hace 15 aos por
cada 10 hombres que consu-
man drogas ilegales solamentehaba una mujer que lo haca.
Hoy por cada mujer usuaria hay
solamente dos o tres hombresconsumidores. Las cifras sobre
consumo son deficientes, entre
otros, porque excluyen zonasurbanas marginales que aunque
no representan un alto porcen-
taje de la poblacin pueden te-ner ndices altos de consumo.
Adems, en muchas localidades
no hay anlisis de toxicologa oalcoholemia en los casos de vc-
timas de violencia. A todo esto
hay que agregar la tendencia esa negar el uso de sustancias ile-
gales. En conclusin, el consu-
mo de drogas en Colombia espreocupante aunque se sabe muy poco so-
bre la situacin real actual.
III. ELDEBATESOBRELASCAUSASDE
LAPRODUCCIN
1. PORQUSEPRODUCENLASDROGAS
ILEGALES?
Para comprender el origen del problema delas drogas y las dificultades encontradas por
las polticas que buscan solucionarlo es cla-ve responder preguntas bsicas como: Por
qu se producen las drogas ilegales? Por qu
algunos pases concentran la produccin ytrfico de drogas ilegales? Por qu las polti-
cas contra las drogas no logran su cometi-
do? A pesar de la importancia de esaspreguntas, la literatura al respecto es muy li-
mitada. En efecto, la mayora de los estudios
sobre el desarrollo de la industria de drogasilegales en Colombia dan por sobreentendi-
das las causas por las cuales se producen las
drogas y cuando las mencionan, ests sonexogenas a la economa y sociedad colom-
bianas.
En estos trabajos frecuentemente se encuen-tran frases como cuando hay demanda, hay
oferta que sugieren un fatalismo y una im-
potencia muy grandes de la sociedad colom-biana. Estos discursos y anlisis culpan al
mundo exterior, consideran que el proble-
ma de las drogas es global, es decir de to-dos los pases, y exigen una solucin externa.
Es interesante que en Colombia polticos,
periodistas e intelectuales de izquierda como
de derecha, con argumentos muy distintos,concurren en responsabilizar al mundo exte-
rior y desarrollan una amplia gama de argu-
mentos exculpatorios y justificantes.
2. ALGUNOSDELOSPRINCIPALESARGUMENTOSJUSTIFICATIVOS
YEXCULPATORIOSCOMUNES
Muchos de estos argumentos presentan una
visin de Colombia como vctima de las po-
lticas estadounidenses que promueven el
prohibicionismo como mecanismo de gene-
racin de riqueza en ese pas y que bloqueanel desarrollo de industrias legales en Colom-
bia. Aunque estos argumentos estn apoya-
dos por la izquierda, estn bastantegeneralizados y muchos de ellos son lugares
comunes en el pas. Esto se evidencia en aser-tos tales como: a) Las drogas dinamizan laeconoma de los Estados Unidos y esta de-
pende de ellas. b) Los Estados Unidos
prohben la cocana porque no pueden pro-ducir coca y quedarse con el negocio. c) El
sector financiero mundial depende de los
depsitos del narcotrfico. d.) Los EstadosUnidos (e implcitamente algunos pases eu-
ropeos) no persigue a los capos que operan
en su territorio. e) los Estados Unidos nohace mucho internamente en la lucha con-
tra las drogas. f) En los Estados Unidos sediscrimina contra los traficantes colombianos
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COLOMBIA:SITUACINACTUAL
YPERSPECTIVASDECAMBIO
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Para aceptar que lagran demanda por
drogas ilegales es
necesaria para mantener elsistema capitalista, habra
que aceptar que los adictosy usuarios de drogas
ahorraran el dinero que
gastan en drogas si estasno existieran, de manera
que su consumo de drogas
fuera un aumento en lademanda agregada del
pas.
mientras que no se castiga o se castiga suave-mente a los estadounidenses. g) En los Es-
tados Unidos no toleraron el prohibicionismo
al alcohol entonces por qu nos imponen elprohibicionismo de la cocana?. Esto demues-
tra la doble moral de ese pas y qu ellos se
benefician del mercado de la cocana.
Todas estas afirmaciones comunes simple-
mente no tienen una base emprica sosteni-ble, aunque es posible que quienes as crean
consideren como pruebas empricas algo dis-
tinto a lo que se acepta hoy en economa yotras ciencias sociales.
A) LASDROGASDINAMIZANLAECONOMADE
LOSESTADOSUNIDOSYESTADEPENDEDE
ELLAS.
Consideremos las afirmaciones sobre los be-neficios econmicos del prohibicionismo en
los Estados Unidos. Para que estos sean vli-
dos, es necesario aceptar que es menos cos-toso para los Estados Unidos importar algo
ilegal y que no paga impuestos a US$15.000
el kilo, que hacerlo legalmente a US$500 pa-gando impuestos. Habra que aceptar tambin
que a los Estados Unidos le conviene tener
una industria ilegal en la que se enriquecenlos traficantes, que una legal en la que empre-
sas como Park Davis o Phillip Morris aumen-
ten sus utilidades. Hay que aceptar adems
que el crimen organizado y los narcotrafican-tes tienen ms influencia en la formulacin
de polticas que las grandes empresas que
podran participar del negocio legal.
Para aceptar que la gran demanda por dro-
gas ilegales es necesaria para mantener el sis-
tema capitalista, habra que aceptar que los
adictos y usuarios de drogas ahorraran el di-
nero que gastan en drogas si estas no existie-ran, de manera que su consumo de drogas
fuera un aumento en la demanda agregada
del pas. En realidad, al declararse algo ilegaly surgir un mercado negro lo que hay es un
desplazamiento de la demanda del mercado
legal al ilegal. Es decir, que cuando una per-sona se vuelve adicta a las drogas, disminuye
su demanda por bienes legales. Adems, al
avanzar la adiccin, muchos adictos no pue-den mantener sus empleos y su ingreso dismi-
nuye, bajando la demanda agregada. En esos
casos muchos de ellos tienen que recurrir alcrimen como fuente de ingresos para mante-
ner su adiccin. El problema es mostrar por
qu eso es bueno para la economa de losEstados Unidos, lo cual no es posible.
Pareciera que quienes afirman que el gobier-no estadounidense necesita la industria ile-
gal para mantener un nivel alto de actividad
econmica vivieran en la poca anterior a laGran Depresin y a la Segunda Guerra Mun-
dial en la que las polticas econmicas agra-
vaban los ciclos econmicos. El hecho es quelos economistas han aprendido a manejar,
aunque no perfectamente, los ciclos y las
grandes crisis del pasado no se han reprodu-cido. Durante a lo menos los ltimos 15 aos
los Estados Unidos ha sido la locomotora
econmica del mundo, y durante los ltimoscinco ha tenido un dficit enorme en cuenta
corriente lo que indica que ha consumido e
invertido internamente mucho ms de lo queha producido. En estas circunstancias alegar
que las drogas ilegales son necesarias por-
que aumentan la demanda agregada simple-mente no tiene sentido.
B) LOSESTADOSUNIDOSPROHBENLA
COCANAPORQUENOPUEDENPRODUCIR
COCAYQUEDARSECONELNEGOCIO.
Esta afirmacin, como la ante-rior, implica que para los Esta-
dos Unidos es mejor importar
algo muy costoso ilegal que elmismo producto barato pero le-
gal. Y como se anot en el apar-
te anterior, que para ese pas esmejor tener una industria enmanos del crimen organizado que
en manos del sector legal. Ade-
ms, hay muchos productos agr-
colas que no se pueden producir
en los Estados Unidos y ese pasno los declara ilegales para que-
darse con el negocio. Lo extra-
o en todo esto es que en algunossitios de los Estados Unidos s se
puede cultivar coca (Puerto Rico,
las Islas Vrgenes, Guam) y que sila afirmacin fuera vlida estara-
mos ante una muy innovadora
teora de desarrollo econmicoque implicara que sera muy bueno para Co-
lombia declarar ilegal el uso de artculos como
los cigarrillos para que as subiera su precio, seimportaran de contrabando, las mafias se en-
riquecieran y el pas se desarrollara.
c) El sector financiero mundial depende de
los depsitos del narcotrfico
Esta afirmacin no es vlida por varias razo-nes. Primero, se afirma que los depsitos de
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GRUPODROGAS
los narcotraficantes en los bancos aumentanla capacidad de los mismos para hacer prs-
tamos y por consecuencia sus ganancias. El
problema con esta afirmacin es que comolos usuarios y adictos de drogas simplemen-
te desvan su gasto del sector legal al ilegal,
no hay evidencia que si gastaran en por ejem-plo, un supermercado, en lugar de hacerlo
en drogas, los depsitos totales del sistema
financiero aumentan. En otras palabras, eldinero gastado en un supermercado o en
drogas termina depositado en el sistema fi-
nanciero. Ms an, los traficantes grandes yel crimen organizado tienden a depositar en
parasos fiscales en lugar de hacerlo en los
Estados Unidos.
Segundo, la banca central tiene
mecanismos para controlar laexpansin de los depsitos. En
otras palabras, si el aumento enel consumo ilegal llegase a au-
mentar los depsitos y la canti-
dad de dinero en circulacin,habra que suponer que la ban-
ca central no hara nada para
controlar la expansin. Es de-
cir, se tendra un pas sin polti-
ca monetaria.
Tercero, aunque el mercado
mundial de drogas es muy gran-de con relacin a, por ejemplo,
el ingreso nacional colombiano,
los flujos de capital que genera
no son grandes dentro del con-texto financiero mundial. Las
cifras sobre el monto de las ventas mundia-
les en el mercado de drogas son muy dbilesy tienden a sobreestimar su valor como lo
demuestran trabajos acadmicos indepen-
dientes (Reuter y Greenfield, 2001, Thoumi,2005). Sin embargo, aceptando las estima-
ciones de US$70.000 millones por ao deltamao del mercado de drogas ilegales delos Estados Unidos elaboradas por la ONDCP
se llega a la conclusin de que los dineros
del narcotrfico lavados en el sector finan-ciero no representan sumas muy importan-
tes en los mercados financieros.
Es aceptado que aproximadamente el 50 o
60% del valor agregado en drogas ilegalesse genera en las ltimas transacciones. Los
vendedores en esta etapa del negocio tien-
den a gastar sus dineros en efectivo en cen-tros comerciales, supermercados, etc. o en
las drogas mismas pues una proporcin deellos es adicta. El resto queda para ser depo-
sitado por traficantes de diverso calado en el
sector financiero. Esto dejara una suma deunos 30 o 35.000.000 millones de dlares
por ao lo cual es comparable al valor de las
acciones transadas en un da en una de lasbolsas importantes de los Estados Unidos
(Wall Street o NASDAQ).
Cuarto, la industria de drogas ilegales y el
crimen organizado genera costos importan-
tes al sector financiero. El crecimiento de laindustria ilegal ha hecho que los gobiernos
establezcan una larga serie de medidas de
control como auditorias internas y externas,requisitos de obtener informacin sobre los
clientes, y otros que aumentan los costos al
sector financiero. En el caso de los EstadosUnidos por ejemplo, el sector financiero debe
llenar reportes sobre todos los depsitos en
efectivo de ms de US$10.000. Cada ao sehacen unos siete u ocho millones de repor-
tes a un costo de unos US$30 por reporte.
Todo lo anterior no implica que en el sectorfinanciero no haya funcionarios corruptos
que se beneficien del lavado de dinero o que
haya bancos, especialmente en parasos fi-
nancieros, que lo hagan. El punto simple esque no es cierto que el sector financiero
mundial necesite del negocio ilegal para so-brevivir o que logre aumentar sus ganancias
con ello. En economa las falacias de com-
posicin son comunes y lo que pueda serbeneficioso para un individuo no lo es para
el grupo o el todo.
D) LOSESTADOSUNIDOS(EIMPLCITAMENTE
ALGUNOSPASESEUROPEOS) NOPERSIGUE
ALOSCAPOSQUEOPERANENSU
TERRITORIO YLOSESTADOSUNIDOS
INTERNAMENTENOHACEMUCHOENLA
LUCHACONTRALASDROGAS
Esta afirmacin es congruente con las creen-cias sobre los grandes beneficios que los
Estados Unidos reciben de la industria ilegal,
y con la creencia que la estructura de la in-dustria de drogas ilegales en los Estados Uni-
dos es semejante a la que surgi en Colombia
durante los aos ochenta en la que grandesgrupos criminales controlaban el negocio en
este pas.
Es importante aclarar algunos hechos sobre lasmafias estadounidenses. Las organizaciones
mafiosas que surgieron durante el prohibicio-nismo al alcohol no participaron activamen-
No es cierto que elsector financiero
mundial necesite delnegocio ilegal para
sobrevivir o que logreaumentar sus ganancias
con ello. En economalas falacias de
composicin soncomunes y lo que pueda
ser beneficioso para unindividuo no lo es para
el grupo o el todo.
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te del negocio de las drogas ilegales. Estasmafias se concentraron en otras actividades
ilegales que consideraron menos riesgosas
como la prostitucin, los juegos de azar y elcontrol de algunos sindicatos y negocios
como los basureros y los puertos. La reac-
cin del gobierno estadounidense contra es-tos grupos ha sido fuerte y ha generado una
legislacin muy punitiva. Por ejemplo, en 1970
aprob una ley famosa contra el crimen orga-nizado la Racketeer Influenced and Corrupt
Organization Act (Rico) que expandi los po-
deres del gobierno federal para luchar contraorganizaciones dedicadas a obtener ingresos
de juegos de azar ilegales, asesinatos, secues-
tros, extorsiones, falsificacin de dinero y do-cumentos, trafico de drogas y otras sustancias
controladas y otros crmenes comnmente
practicados por organizaciones criminales.Como resultado la mayora de los grandes
capos ha sido capturada y sentenciada y al-
gunos de ellos han muerto en prisin.
La industria de drogas ilegales est bastante
segmentada y en ella participan muchos gru-pos de inmigrantes recientes y algunos margi-
nados dentro de la sociedad estadounidense.
Es cierto que algunos traficantes logran
contrabandear grandes envos de cocana,
pero dentro de los Estados Unidos no existealgo comparable a lo que fueron los car teles
de Cali y Medelln. Adems, el nmero de
presos por drogas es enorme y la carrera
de un traficante dura en promedio unos cua-tro aos solamente.
En muchos estados se aprob una legisla-
cin que forz a los jueces a dictar senten-cias mnimas de muchos aos y que facilit
la expropiacin de activos. Por ejemplo, al-
gunas de estas leyes han llegado a situacio-nes extremas que han facilitado las
expropiaciones de propiedades usadas para
guardar o expender drogas sin conocimien-to de sus dueos. La cantidad de detenidos
y presos por drogas y de los que han tenido
exmenes positivos de uso de drogas es enor-me. Cada ao hay ms de 1.600.000 arres-
tos por drogas. El nmero de presos por
droga excede los 600.000.2El nmero de in-dividuos bajo libertad condicional es de la
misma magnitud. Un resultado aparentemen-
te no buscado de estas polticas es que lacuarta parte del cohorte etario de varones
de raza negra est en crceles, prisiones o
libertad condicional, la mayora de ellos pordogas. Los gastos del gobierno estadouniden-
se en la lucha contra las drogas son muy al-tos y la mayora tienen lugar dentro de los
Estados Unidos (80%).
No hay duda que los Estados Unidos hacenmucho en la lucha contra las drogas y sus
esfuerzos punitivos son enormes. Sin embar-
go, es posible afirmar que estos no podrneliminar las drogas. La guerra
contra las drogas en los Esta-
dos Unidos desde hace tiem-po ha socavado derechos que
muchos estadounidenses con-
sideran fundamentales (Hyde,1995, Husak, 1992). Para
triunfar en la lucha contra las
drogas los Estados Unidos ten-drn que sacrificar ms dere-
chos individuales lo cual no es
viable dado el sistema polticode ese pas. Casi que podra
afirmarse que para tener xito
en la guerra contra las drogascon polticas punitivas, los Es-
tados Unidos tendrn que de-
jar de ser los Estados Unidos.
En otras palabras, tendrn quecambiar de manera funda-
mental lo cual sera intolera-
ble para sus ciudadanos.
E) ENLOSESTADOSUNIDOSSEDISCRIMINACONTRALOSTRAFICANTESCOLOMBIANOS
MIENTRASQUENOSECASTIGAOSE
CASTIGASUAVEMENTEALOS
ESTADOUNIDENSES
Esta es una creencia generalizada que pre-
senta a los traficantes colombianos como vc-
timas de un sistema legal y judicial injusto.Hasta ahora no ha habido estudios que com-
paren de manera rigurosa las sentencias y
procesos judiciales de colombianos y esta-dounidenses involucrados en el narcotrfico.
Sin embargo, en Colombia se resaltan las
largas sentencias recibidas por algunos co-lombianos pero no se sabe o no se da publi-
cidad a los casos en que los colombianos han
negociado exitosamente con las autoridadesestadounidenses. El problema de muchos co-
lombianos con el sistema penal estadouni-
dense es en parte resultado de la falta deconocimiento del mismo y de las posibilida-
des que pueden tener para lograr resultados
ms favorables.
Los eventos de meses recientes que mues-
tran que muchos traficantes buscan serextraditados y el resultado del jurado dividi-
No hay duda de que
los Estados Unidoshacen mucho en la
lucha contra las drogas y
sus esfuerzos punitivos sonenormes. Sin embargo, es
posible afirmar que estos
no podrn eliminar lasdrogas. La guerra contra
las drogas en los EstadosUnidos desde hace tiempo
ha socavado derechos que
muchos estadounidensesconsideran fundamentales.
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GRUPODROGAS
do que no declar culpable a Simn Trini-dad indica que los colombianos han apren-
dido a manejar el sistema penal
estadounidense y que en estos casos no esposible hablar de discriminacin contra ellos.
F) ENLOSESTADOSUNIDOSNOTOLERARONELPROHIBICIONISMOALALCOHOL
ENTONCESPORQUNOSIMPONENEL
PROHIBICIONISMODELACOCANA? ESTO
DEMUESTRALADOBLEMORALDEESEPAS
YQUELLOSSEBENEFICIANDELMERCADO
DELACOCANA
Es importante aclarar que comose ver ms adelante, el prohi-
bicionismo es mundial y no una
poltica impuesta al mundo porlos Estados Unidos. Un punto
importante pero desconocido
en Colombia es que los proce-sos polticos de los Estados Uni-
dos que llevaron a prohibir el
alcohol y las dems drogascomo la cocana, la morfina, la
herona y la marihuana fueron
muy diferentes (Musto, 1993:94-98). A lo largo y ancho del
pas hubo apoyo a la prohibi-
cin del alcohol. Este tena ra-ces religiosas fuertes y se
extenda tanto a las zonas urba-
nas como rurales. Sin embargo,no haba un consenso al respec-
to y una proporcin importante
de la poblacin consideraba que
el uso moderado del alcohol
deba ser tolerado. Un efecto de
esta divisin dentro de la socie-dad fue el poco esfuerzo del
gobierno federal para hacer
cumplir las leyes contra el alco-hol.
Es cierto que la prohibicin ge-ner violencia pero esta estuvo
limitada a luchas entre mafias yentre estas y la polica de algu-
nas ciudades. En efecto, la gran
mayora del pas no la padeci. El hecho esque la cultura estadounidense en particular
y la occidental en general han aceptado el
uso del alcohol y han desarrollado formas yrituales para controlar los posibles efectos
nocivos, aunque claramente estos an son
graves. Por el contrario, las otras drogas han
sido asociadas a amenazas externas al pas.La morfina y la herona han sido asociadas
a los inmigrantes chinos, la marihuana a losmexicanos y la cocana a los negros. Los con-
sumidores de esas drogas han sido vistos
como antiamericanos o como personas concomportamientos desviados que deben ser
reprimidos. Adems, en la actualidad estas
drogas estn siendo asociadas al terrorismoque es tambin una amenaza externa.
El apoyo a la prohibicin de estas drogas estgeneralizado en toda la corriente dominante
de la sociedad estadounidense. Es notable
que uno de los argumentos usados para ata-car la prohibicin al alcohol fue que esta
aumentaba el peligro de que los usuarios uti-
lizaran herona y cocana. El punto es quedentro de la sociedad estadounidense surgi
una oposicin generalizada al prohibicionis-
mo contra el alcohol pero no ha surgido yprobablemente no surgir algo semejante en
el caso de las drogas ilegales.
3. LOSARGUMENTOSDELADERECHA
Desde la orilla derecha, trabajos analticos
de prominentes economistas (Gaviria, 2000,
Robinson, 2006) explican que Colombia en
los aos sesenta era un pas con niveles decriminalidad aceptables y que el desarrollo
de la industria de drogas ilegales surgi como
respuesta a un choque externo que pade-ci la economa colombiana. Otros han pro-
movido la corresponsabilidad internacional
como propuesta para exigir transferencias delos pases principalmente consumidores a los
principalmente productores..
El argumento del choque externo consi-
dera que Colombia en los aos sesenta era
un pas tpico en trminos de criminalidadafectado por el surgimiento de una gran de-
manda externa que hizo que Colombia pro-
dujera drogas. Este desarrollo ha sido lacausa principal de los graves problemas que
enfrenta el pas hoy. Dentro de este modelola razn por la cual el pas produce drogasradica en el exterior, y la nica solucin es
la legalizacin para acabar el choque ex-
terno (Gaviria, 2006: 8). Este enfoque nie-ga que caractersticas de la sociedad
colombiana fueran un factor clave para que
este choque externo afectara al pas demanera tan grave y no a otros pases como
Ecuador, Per y Bolivia, que no desarrolla-
ron grandes carteles de traficantes o, Malasia,
Indonesia y Taiwn que a principios del siglo
XX haban sido los principales exportadoresde coca.
El argumento delchoque externo
considera que Colombiaen los aos sesenta era
un pas tpico entrminos de
criminalidad afectadopor el surgimiento de
una gran demandaexterna que hizo queColombia produjera
drogas. Este desarrolloha sido la causa
principal de los gravesproblemas que enfrenta
el pas hoy. Dentro deeste modelo la razn
por la cual el pasproduce drogas radica
en el exterior, y la nicasolucin es la
legalizacin paraacabar el choque
externo
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La idea que un aumento en la demanda in-ternacional de la cocana fuera un choque
externo difiere de lo que en la literatura co-
mnmente se considera un choque exter-no. En esta, un choque externo ocurre
cuando el precio de las importaciones au-
menta y el precio de las exportaciones cae, oen el caso de pases deudores, cuando las
tasas de inters en los mercados mundiales
aumentan. Cuando el precio de lo que seexporta aumenta, en la literatura se habla de
una bonanza, no de un choque externo. Ade-
ms, el caso de la cocana es interesante por-que Colombia padeci un choque externo
causado por un aumento en la demanda de
un producto que no importaba o exportabay que muchos otros pases haban produci-
do anteriormente y podan producir.
4. LAIMPORTANCIADELOSFACTORES
INTERNOS
Es notable que tanto la izquierda como la
derecha presenten argumentos exculpatorios
para justificar el desarrollo de la industria dedrogas ilegales y culpen al mundo exterior.
Los argumentos de la izquierda llevan a cul-
par al sistema capitalista y al imperialismo ylos de la derecha a clamar porque el mundo
legalice las drogas. Esta ultima postura niega
la necesidad de reformas estructurales y con-
sidera que el problema de las drogas no escausado por serias deficiencias instituciona-
les al interior de la sociedad y sus organiza-ciones pblicas y privadas.
Es cierto que si no hubiera demanda no ha-
bra oferta. Sin embargo la estructura de losmercados de coca, cocana, amapola-opio y
herona no es consistente con la de un mer-
cado en el que la localizacin de la produc-cin est determinada por la demanda. Si la
rentabilidad determinara la localizacin de
la produccin, todos los pases que pudieranproducir coca, amapola, cocana y herona
lo estuvieran haciendo. La coca puede cre-
cer en unos 30 pases, la amapola en unos120
y la cocana y herona se pueden refinar en
cualquier parte. Por consiguiente, si la renta-bilidad determinara la produccin, Colom-
bia sera uno de muchos productores y no
tendra un gran problema con las drogas ile-
gales.
La rentabilidad de la cocana es una condi-cin necesaria para que esta se produzca pero
la gran mayora de pases que pueden culti-var coca y refinar cocana no lo hacen. La
pregunta que se debe responder es enton-ces, por qu una condicin necesaria, en el
caso colombiano se vuelve suficiente? El pun-
to simple es que la gran demanda interna-cional es ilegal y que cuando un producto
fcil de producir, que no requiere grandes
destrezas o capital como la cocana o la he-rona es declarado ilegal a nivel mundial, su
produccin y trfico tender a concentrarse
en los pases en los que el imperio de la leysea ms dbil y la sociedad ms laxa hacia
las actividades econmicas ilegales. En otras
palabras, la produccin tender a concen-trarse en los lugares en los que el riesgo para
las actividades ilegales sea menor. Es cierto
que si la cocana no fuera rentable no se pro-ducira, pero Colombia no concentra la pro-
duccin de cocana porque esta es rentable
sino porque es ilegal.
5. ELMAPADELAPRODUCCINYEL
TRFICODEDROGASYLOSFACTORES
INTERNOS
El mapa de la produccin de drogas ilegales
resalta la importancia de losfactores que hacen que una so-
ciedad sea proclive a la ilega-
lidad. La produccin de cocay amapola-opio ha estado con-
centrada en pases o regiones
con grupos tnicos marginadosde las corrientes dominantes en
sus sociedades (Per, Bolivia,
Myanmar, Laos, Paquistn), gru-
pos aislados o marginados eco-nmicamente (Tailandia, la zona
de los montes Apalaches espe-
cialmente el Este de Kentucky),
zonas en las que el estado cen-
tral ha tenido poca presencia oen las que ha habido conflictos
armados internos o guerras ex-
ternas (Colombia, Afganistn).La produccin y el trfico de
cocana y herona han estado
controlados por grupos conpoca o ninguna lealtad al esta-
do central o grupos en conflicto
con l, o envueltos en guerras de liberacin:los Chechenios, los Chinos en Myanmar y
Tailandia, los Crips, Bloods, Hells Angels e
inmigrantes recientes en los Estados Unidosson ejemplos claros.
La produccin de anfetaminas puede llevar-se a cabo en cualquier sitio. Sin embargo tam-
E
l punto simple es quela gran demandainternacional es
ilegaly que cuando unproducto fcil de producir,que no requiere grandesdestrezas o capital comola cocana o la herona esdeclarado ilegal a nivelmundial, su producciny trfico tender aconcentrarse en los pasesen los que el imperio dela ley sea ms dbil y la
sociedad ms laxa hacialas actividades econmicasilegales.
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Las polticasrepresivas contra las
drogas se basan enatacar la rentabilidad de
las actividades ilegalesde dos formas:
aumentando su riesgo ydisminuyendo sus
ganancias. Algunas de
las polticas tienenefectos opuestos a los
buscados porque cuandose disminuye la
rentabilidad en unaetapa de la cadena seaumenta en otra y en
algunos casos seaumenta en la misma
etapa de la cadena perolocalizada en otro lugar.
bin est concentrada en sociedades toleran-tes o en pases con altos niveles de ilegalidad
(Holanda, Polonia y Myanmar) o los grupos
mencionados en los Estados Unidos.
Los pases que terminan produciendo drogas
o haciendo cosas ilegales a gran escala tienedificultades profundas de gobernabilidad, pro-
blemas institucionales que facilitan estos pro-
blemas y al final de cultura (valores, actitudesy creencias) porque la gente termina aceptan-
do la ilegalidad como algo natural.
6. PORQUCOLOMBIA?
Para responder esta pregunta es necesario
explicar por qu en Colombia se gener un
clima propicio al desarrollo de la industriade drogas ilegales para lo cual
es necesario responder pregun-tas como cmo se diferenciaColombia del resto de la Am-
rica Latina y el Caribe? Y por
qu estas diferencias han pro-
ducido una sociedad cuyo ca-
pital social ha generado menor
solidaridad, confianza y recipro-cidad y una identidad nacional
ms dbil?
Varios autores han hecho es-fuerzos para analizar las dificul-
tades para crear una identidadnacional y una sociedad confuerte capital social: Yunis
(2003, 2006) Kalmanovitz
(1989), Herrn (1987), Gmez-Buenda (Ed.) (1999), Thoumi,
(2000, 2002). Estos trabajos,
entre otros, resaltan el papel dela geografa, la naturaleza de los
pueblos colonizadores, los cons-
tantes enfrentamientos entre lascomunidades indgenas y la fal-
ta de un concepto de estado cen-tral entre los indgenas yespaoles, para descifrar los or-
genes de la problemtica nacio-
nal. Estos factores produjeron, parafraseandoa Ortega y Gasset, una Colombia inverte-
brada compuesta hasta mediados del siglo
XX por una coleccin de regiones bastanteautnomas en las que el Estado central tena
poca capacidad para hacer cumplir las leyes.
La Violencia de los aos cuarenta y cincuen-
ta agrav esta situacin al general fuertes des-
plazamientos y desarraigo en la poblacinque destruyeron el tejido social.
Estos y otros factores contribuyeron a queen Colombia surgiera un comportamiento
ladino (Yunis, 2003, 2006) y un individualis-
mo extremo inducidos por la existencia de unestado y unas instituciones sociales que im-
ponen muy pocas restricciones al comporta-
miento individual (Thoumi, 2003). En muchospases se est reproduciendo esta tendencia
pero en Colombia empez antes y ha sido ms
acentuada. Por eso, las drogas llegan a Co-lombia porque sus leyes, normas sociales, or-
ganizaciones, organismos y cultura hacan al
pas muy vulnerable. Una vez establecida laindustria ilegal en Colombia, esta acta como
un catalizador que agrava enormemente los
problemas sociales y dispara la violencia(Thoumi, 1994, Gaviria, 2000).
IV. PORQULASPOLTICASNOOBTIENENLOSRESULTADOSDESEADOS
Las polticas represivas contra las drogas sebasan en atacar la rentabilidad de las activida-
des ilegales de dos formas: aumentando su ries-
go y disminuyendo sus ganancias. Algunas delas polticas tienen efectos opuestos a los bus-
cados porque cuando se disminuye la rentabi-
lidad en una etapa de la cadena se aumentaen otra y en algunos casos se aumenta en la
misma etapa de la cadena pero localizada en
otro lugar. Por ejemplo, al fumigar en un sitio
se hace ms atractiva la produccin en otros oal disminuir la oferta de coca se aumenta la
rentabilidad en el trfico de cocana.
Las polticas represivas pueden tener algu-nos logros en el corto plazo cuando logran
disminuir la rentabilidad y aumentar el ries-
go en algunos lugares. Infortunadamente, la
produccin y el trfico se concentran en lassociedades ms proclives a la ilegalidad, y
como las polticas mantienen la ilegalidad,
no eliminan las causas de esa concentracin
por lo que la produccin y el trfico conti-nan. Los que afirman que la nica solucinpara Colombia es la legalizacin (Gaviria,
2006) apoyan lo anterior pues implcitamente
conceden que Colombia concentra la pro-duccin y trfico de drogas porque estas son
ilegales, y que el pas continuar producien-
do mientras estas continen sindolo.
V. PORQULASOLUCINPARA
COLOMBIANOVENDRDELEXTERIOR
A pesar de los deseos de muchos colombia-nos, el mundo es profundamente prohibicio-
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nista. Es cierto que los Estados Unidos sonprohibicionistas, pero tambin lo son Sue-
cia, toda la antigua Unin Sovitica, el mun-
do islmico, la China, Japn, Australia, lospases de la Europa Oriental, los africanos al
sur del Sahara y la gran mayora de los lati-
noamericanos. Adems, Colombia ha sidohistricamente prohibicionista (Bejarano,
1943, 1952). Con frecuencia se afirma que
Europa Occidental no lo es, lo cual no es cier-to: en pases como Holanda, Espaa, Portu-
gal, Suiza, la Gran Bretaa y en el norte de
Alemania se ve el problema del consumo dedrogas como uno de salud pblica y como
reflejo de algunos problemas sociales pero
en ningn caso se acepta la produccin y tr-fico legal de cocana, herona y otras drogas.
El prohibicionismo mundial se expresa en tresconvenciones internacionales de las Naciones
Unidas sobre produccin, trfico y consumo
de drogas, y una sobre crimen organizado.3
La legalizacin requerir que Colombia renun-
cie a estas convenciones o que logre cambiosfundamentales en ellas, lo cual no es posible
en el mbito mundial actual.
Cuando se habla de legalizacin fuera deColombia, nadie propone un mercado libre
de cocana y herona. Todas las propuestas se
refieren a mercados altamente controlados.
Por ejemplo, el Nobel de Economa GaryBecker propone establecer un impuesto alto
al consumo y usar esos fondos para trataradictos. En ese caso, surgira un mercado ne-
gro, menos rentable es cierto, pero algunos
colombianos seguiran traficando con drogasde contrabando porque tienen todas las re-
des para hacerlo y esas son sus destrezas.
En Colombia frecuentemente se afirma que
el problema de las drogas es global y que la
solucin debe ser global. En realidad el pro-blema no es global pero s internacional. Las
drogas no afectan a todos los pases de igualmanera y para muchos no es un problema
grave y en ellos las drogas no tienen una prio-
ridad alta en la agenda de polticas guberna-
mentales. Por eso el problema no es globalsino internacional.
En Colombia las recomendaciones de legali-
zar son el clamor de una sociedad que sesiente abrumada y agobiada por las drogas
ilegales, e incapaz de reaccionar contra ellas.
Sin embargo, Colombia no puede esperar
que el mundo cambie sus polticas argumen-tando que Colombia no puede dejar de pro-
ducir drogas ilegales rentables. En otras pa-labras, si Colombia no puede cambiar por
qu si puede esperar que el mundo lo haga?
VI. LASOLUCINESINTERNAYEXISTE
SLOENELLARGOPLAZO
El problema de las drogas no es de polticas
en el sentido tradicional sino de gobernabili-
dad, instituciones y cultura, y su solucin re-quiere por tanto cambios profundos en el
comportamiento de los colombianos. Las
drogas son sintomticas de problemas msprofundos que viven las sociedades que las
producen. En Colombia estos sntomas tras-
cienden hoy a las drogas. El pas es el primerproductor de dlares falsos, el
primer o segundo exportador la-
tinoamericano de prostitutas, elprimer productor mundial de
sicarios, primer o segundo pro-
ductor de secuestros, el segun-do pas en nmero de nios
guerreros y desplazados y un
productor de pasaportes euro-peos de primera calidad.
Infortunadamente, como sepronostic hace veinte aos
(Thoumi, 1987), Colombia hacado en una trampa de la des-
honestidad. Colombia debeaprender a vivir en un mundoen el que hay productos y ser-
vicios ilegales que no requieren
mucho capital, tecnologa y des-trezas, es decir, que son fciles
de producir, y que son muy ren-
tables pero que no se deben
producir. El punto simple es queColombia tendr que vivir o
morir con el prohibicionismo internacional
por lo que la solucin tendr que surgir des-
de adentro. Durante los ltimos 35 aos Co-lombia ha evadido enfrentar esta realidad.
El desafo para lograr esta meta es enorme y
requiere armonizar las leyes con las normassocialmente aceptadas. Esto implica acabar o
al menos limitar la aceptacin del comporta-
miento ladino que aprueba la violacin de lasnormas legales descrito por Yunis (2003 y
2006). Para lograr esta meta es imperativo
establecer un imperio de la ley consensuadoy no impuesto y donde surja un capital social
que genere confianza, reciprocidad, solidari-dad y controles sociales al comportamiento.
El prohibicionismomundial se expresa
en tres convenciones
internacionales de lasNaciones Unidas sobre
produccin, trfico y
consumo de drogas, y unasobre crimen organizado.
La legalizacin requerirque Colombia renuncie a
estas convencioneso que logre cambiosfundamentales en ellas,
lo cual no es posibleen el mbito mundial
actual.
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GRUPODROGAS
El primer paso para lograr la transformacinde la sociedad y enfrentar la produccin y
trfico de drogas y establecer el imperio de
la ley, es aceptar este diagnstico, de lo con-trario la sociedad seguir culpando al mun-
do y continuar padeciendo los males del
desarrollo de las economas ilegales. El pun-to es que aunque el mundo pueda ser injus-
to, es imperativo establecer una sociedad
razonable con mayores niveles de confian-za, solidaridad y reciprocidad.
Lo que se vislumbra hacia el futuro es unalucha entre los colombianos que buscan pro-
mover cambios en los compor-
tamientos aceptados y los queinsisten en que los comporta-
mientos de muchos colombianos
como el atajismo, elavivatismo, y el oportunismo
son naturales y comunes al res-
to del mundo, y por consiguien-te justificados. No hay duda que
el ser humano es egosta e indi-
vidualista, pero precisamente, lafuncin de las instituciones so-
ciales es poner lmites a esos
instintos. El punto es que con o
sin demanda internacional ile-
gal de drogas, Colombia nopuede continuar aceptando que
el onceavo mandamiento en el
pas sea no dar papaya y el
doceavo papaya dada, papa-ya partida. Infortunadamente
el mundo le ha dado una papaya envenena-
da a Colombia y la sociedad debe generarinstituciones y comportamientos que hagan
que Colombia no la siga mordisqueando.
Con referencia a las polticas contra las dro-gas es importante reconocer que en el mejor
de los casos son paliativos que no elimina-
ran la industria ilegal sin que haya cambiossustanciales en la sociedad. Esto no significa
que el gobierno no deba implementar estas
polticas. Lo que se debe hacer es avanzaren dos frentes. Primero identificar y
consensuar los cambios y reformas necesa-
rios para armonizar las leyes y las normassociales. Segundo promover dichos cambios.
Tercero, al formular e implementar las polt i-
cas contra las drogas es imperativo tener encuenta no solamente sus efectos de corto pla-
zo sobre la oferta ilegal sino adems evitar
los conflictos que puedan tener con la metade largo plazo de armonizar las leyes y las
El mundo no va acambiar porque un pas
no haya podidoestablecer el imperio de
la ley en su territorio.Con o sin drogas
Colombia debe buscaruna sociedad en la queprevalezca la ley y estono se logra solamente a
punta de garrote.
normas sociales. Por ejemplo, la fumigacinpuede ser efectiva en algunos casos en cuan-
to podra disminuir la oferta. Sin embargo,
puede agrandar la brecha entre los compor-tamientos socialmente aceptados y la ley y
ser contraproducente respecto a la solucin
de largo plazo.
Es cierto que el sistema poltico y la cultura
se oponen al enfoque sugerido. Sin embar-go, el mundo no va a cambiar porque un
pas no haya podido establecer el imperio
de la ley en su territorio. Con o sin drogasColombia debe buscar una sociedad en la
que prevalezca la ley y esto no se logra sola-
mente a punta de garrote.
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NOTAS
1 Policy Paper del grupo de drogas de Fescol elaborado porFrancisco Thoumi y Santiago Gonzlez del Centro de Es-tudios y Observatorio de Drogas y Delito (CEODD) de laUniversidad del Rosario. Los autores agradecen los co-mentarios de Marcela Anzola, Martha Crdenas y HansBlumenthal. Las opiniones expresadas en este documen-to son solamente de sus autores. Febrero de 2007
2 Anlisis detallados de las polticas estadounidenses con-tra las drogas se encuentran en MacCoun y Reuter (2001)y Boyum y Reuter (2005).
3 La Convencin nica sobre Estupefacientes de 1961, laConvencin sobre Drogas Psicotrpicas de 1971, la Con-vencin contra el Trfico Ilcito en Estupefacientes y Sus-tancias Psicotrpicas de 1988 y el Convenio en contra delCrimen Organizado Transacional de 2000.
7/25/2019 Fescol. Policy Paper 27.pdf
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GRUPODROGAS
El proyecto La insercin de Colombia en el sistema internacional cambiante se em-
prendi en marzo de 2003; actualmente trabaja en consorcio con la Academia Diplo-
mtica de la Cancillera; la Universidad Militar Nueva Granada; Centro de Estudios
Polticos e Internacionales de la Universidad del Rosario; Facultad de Ciencias Polti-
cas de la Universidad Javeriana; Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Interna-
cionales de la Universidad Externado de Colombia; Friedrich Ebert Stiftung en Colombia
-FESCOL-; y el Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales -IEPRI- de la
Universidad Nacional, con la coordinacin de FESCOL.
ESTEDOCUMENTOESELRESULTADODELGRUPODEDROGASELABORADO
PORFRANCISCOTHOUMIYSANTIAGOGONZLEZ
SITIOWEB: WWW. colombiainternacional.org
LASIDEASEXPRESADASENESTEPOLICYPAPERNOCOMPROMETENALASINSTITUCIONESQUEHACENPARTEDEESTEPROYECTO.
N 26 LAPARTICIPACIONDECOLOMBIAENLOS
ACTUALESESCENARIOSDEINTEGRACION
En los aos que lleva este proyecto sobre la inser-
cin de Colombia en el sistema internacional cam-
biante, no se haba presentado una situacin tan
compleja como la que se le presenta actualmente al
pas en sus relaciones internacionales con Amrica
del Sur, en particular en los escenarios de los proce-
sos de integracin. La condicin adquirida de veci-
no problemtico, la soledad en que est quedando
en su relacionamiento prioritario con Estados Uni-
dos y el modelo econmico que ste representa, cuan-
do en el resto de Suramrica se presentan nuevas
orientaciones polticas dentro de matices de no con-
frontacin como los regmenes de Chile y Brasil o de
confrontacin como los de Venezuela y Bolivia. Toda
esta problemtica est incidiendo peligrosamente enla posible desaparicin de 38 aos de esfuerzos
andinos de integracin y en un entrabamiento de la
construccin de la Comunidad Sudamericana de
Naciones. Analizar las condiciones de la participa-
cin de Colombia en dichos escenarios es el prop-
sito del presentepolicy paper.
N 25 LAUNINEUROPEAFRENTEALALEY
DEJUSTICIAYPAZYLADESMOVILIZACINDE
LASAUC: ENTRELASDUDASYEL
PRAGMATISMO
Las relaciones UE-Colombia han estado marcadas
en los ltimos meses por la gestin diplomtica del
gobierno colombiano para la consecucin de apo-yo a la poltica de seguridad y, en particular, al pro-
ceso de desmovilizacin paramilitar y a la Ley de
Justicia y Paz. En este sentido, la UE ha reafirmado
su posicin tradicional de apoyo al gobierno de Co-
lombia, cooperacin para el fortalecimiento institu-
cional y ayuda humanitaria, basados en el pilar
fundamental de una bsqueda negociada del con-
flicto armado y el cumplimiento de las recomenda-
ciones internacionales en materia de derechos
humanos. En este contexto, la UE, haciendo gala
de su pragmatismo en poltica exterior, ha decido
apoyar la Ley de Justicia y Paz desde el punto de
vista poltico. Pero de la evaluacin de sus progre-
sos depender que su participacin, en el mediano
plazo, sea ms directa en el proceso de desmovili-
zacin y reinsercin de las AUC.
N 24 QUPODEMOSHACERCUANDOCHINA
DESPIERTE?
China es el tercer pas ms extenso del planeta y el
primero en poblacin. La tasa actual de crecimien-
to productivo del 9% en promedio anual acelera su
proceso de industrializacin y ampla su economa.
Tan amplia base econmica, unida a su poder pol-
tico y militar, hace de ese pas una potencia mun-
dial de primer orden. El ejercicio de su influenciainternacional difiere de las formas rutinarias como
Estados Unidos y las potencias europeas aplican
medidas para salvaguardar sus intereses, en razn
de las modalidades de expansin de su cultura
milenaria y de la necesidad de hallar apoyos a su
posicin de actor determinante en la solucin de
los problemas globales. Para un pas en desarrollo,
como lo es Colombia, es de suma importancia es-
tablecer un diagnstico objetivo de las relaciones
con China, sobre el cual advertir las oportunidades
y los retos. Las relaciones colombo-chinas deben
verse en el marco de la proyeccin del pas a Asia y
el Pacfico, y deben fortalecer los nexos bilaterales,
aumentar la presencia en los organismos regiona-
les de cooperacin y establecer una agenda demutuo apoyo en los escenarios multilaterales. El for-
talecimiento de la insercin ha de estructurarse so-
bre un consenso amplio con los gremios y las
instituciones acadmicas, bajo la batuta del ejecuti-
vo. La experiencia de apertura multipolar que han
desencadenado Brasil, Chile y Argentina da pistas
sobre lo que los lderes polticos y gremiales colom-
bianos deben tener en cuenta para aprovechar la
emergencia de China en el sistema mundial con-
temporneo.
POLICYPAPERS
LAINSERCINDECOLOMBIAENELSISTEMAINTERNACIONALCAMBIANTE
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